Ave + María

Ntra. Sra. de Fátima.

 Reina, Madre y Patrona de Una Voce Cuba.

 

La Santísima Virgen, Madre de Dios, en su advocación de Ntra. Sra. de Fátima

es Reina, Madre y Patrona de la Asociación Católica Una Voce Cuba.

Ella, es en Cristo y con Cristo la grande y constante maestra

de la obra apostólica que constituye nuestra Sociedad. 

Prefacio.

 

Mirar al mundo, a sus estructuras, a todas sus criaturas, a la actualidad y a nosotros mismos, con los ojos de la Virgen  es descubrir mas allá de la simple apariencia de las cosas y ver su verdad.

Todo cristiano, que de verdad se precie de serlo, tendrá en muy alta estima el amor y la devoción a la Bienaventurada Virgen María, a quién la santa Madre Iglesia Católica siempre ha venerado, tributándole singular culto y a quién los santos se consagraron y ofrecieron todos sus actos de profesión y trabajo, poniendo su principal esperanza en conseguir de María el Divino Auxilio, acrecentando intensamente su  culto y honor en todas partes.

¡Dígnese la Virgen María formar en nosotros la imagen viva de su divino Hijo! Que la devoción a María tenga un lugar de honor en todas nuestras casas y en los corazones de todos sus miembros. María nos conservará en la fe católica, ella nos hará verdaderos testigos de la fe católica ante un mundo corrupto y enemigo de Dios. Ella no es liberal, ni modernista, ni ecumenista. Ella es alérgica a todos los errores, y con mayor razón, a las herejías y a la apostasía.

 “Señora, Vos sois, patrona y abogada de mi santidad, de mi salud, de mis estudios ( y trabajos), ¡Oh, María! ¡Madre Santísima de Dios, recíbeme como esclavo vuestro, asistidme en todos mis actos y no me abandones a la hora de mi muerte! Estoy seguro de mi salvación, de mi perseverancia y de conseguir lo que pretendo si amo a María. Me consagre cuanto soy, en cuerpo y alma al culto a María. No descansaré hasta que alcance un tierno amor a mi Madre María. La devoción a María ha sido el principio y fundamento de toda mi vida espiritual.”   (San Juan Berchman.)

 

¡Gloria a María, Hija del Padre!

¡Gloria a María, Madre del Hijo!

¡Gloria a María, Esposa del Espíritu Santo!

Novenario a Ntra. Sra. de Fátima.

 

Por la señal, X de la Santa Cruz, de nuestros X enemigos líbranos, Señor, X Dios Ntro.

En el Nombre del Padre y del Hijo Xy del Espíritu Santo. Amén

 

¡Oh, dulcísima Sra. del Cielo! Virgen Santísima de Fátima, Madre de Dios y Sra. Nuestra, a Ti acudimos confiados, a ti te invocamos como Inmaculada Reina de cielos y tierra, mediadora Maternal de todas las gracias y abogada del género humano.

¿Cómo conocerte y no amarte; amarte y no servirte? ¿Quién pudiera alabarte como mereces? ¿Quién pudiera dignamente cantar tus glorias, oh María? Solo en ti, La Santísima Trinidad se ha complacido plenamente.

Eres Tu, como la aurora naciente, bella como la luna, radiante como el sol, terrible como un ejército formado en orden de batalla para el maligno y sus secuaces.

Ven, en nuestro socorro, tiéndenos tu mano pía y auxiliadora. Que una mirada de tus maternales ojos nos harán olvidar todas nuestras miserias y una sonrisa de tus amantes labios aliviará todas nuestras penas. ¡Que valen mas tus caricias maternales que todas las alegrías que el mundo encierra. ¡Se Tu, tierna y cariñosa Madre para con nosotros: nuestro consuelo, nuestra alegría, nuestra vida, nuestra gloria y felicidad!

Acoge bondadosa, la suplica de cuantos a ti hoy acudimos  con contrito corazón. Postrados a tus virginales plantas, admítenos en tu presencia, intercede ante el Altísimo por nosotros y finalmente llevamos un día a la gloria del paraíso.

 

DIA 1

Virgen Santísima de Fátima, que te dignaste aparecer a tres pastorcitos, en la Cova de Iría,  pidiéndoles se ofrecieran a Dios, y señalando Tu Corazón Inmaculado como refugio seguro y camino para llegar a  El; enséñanos a saber corresponder a su amor y a estar disponibles como Tu;  a sus designios de amor.

 

(Lo que sigue a continuacion se repetirá todos los días)

¡Oh Dios!, a quién no se le ocultan las necesidades de los hombres, antes bien se le confían, te rogamos, poniendo como intercesora de nuestras suplicas a Ntra. Sra. de Fátima que;….

Oh Dios que al enviar a la Santísima Virgen María a Fátima, manifestaste tu amor por los hombres y tu interés por los caminos que toman, concédenos por intercesión de su Inmaculado Corazón, las gracias que te pedimos. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.

 

Inmaculado Corazón de María. Ruega por nosotros.

             Tres Avemarías.

 

DIA 2

Virgen Purísima, que vestida de nívea blancura, apareciste a unos pastorcillos sencillos e inocentes, indicándonos así, cuanto debemos amar la pureza de cuerpo y alma que el Señor nos otorgó en el bautismo; haz que apreciemos debidamente este divino don y no escandalicemos nunca con palabras u acciones antes ayudemos a las almas inocentes a conservar este celestial tesoro.

 

DIA 3

María, refugio de los pecadores, que al aparecerte en Fátima, dejaste entre ver entre tus celestiales facciones una sombra de tristeza, indicio de la pena que te cusan las ofensas que hacemos a tu Divino Hijo; alcánzanos la gracia de una perfecta contrición para confesar nuestros pecados y tener un firme propósito de no ofenderlo mas.

 

DIA 4

Dulce madre que pendiente de las manos traías un rosario de cuentas blancas e insististe en que lo rezáramos para alcanzar las gracias que necesitamos; danos un gran amor a la oración, especialmente a la del Santo Rosario, modelo de oración vocal y metal, para que no dejemos pasar un día sin rezarlo con la debida atención y devoción.

 

DIA 5

Reina y abogada nuestra, que te preocupas por las tribulaciones que pasan tus hijos y que indicaste a los pastorcitos como alcanzar la conversión y la paz para nuestro mundo, ayúdanos a responder a tus peticiones con un sí generoso y a obtener de dios tiempos de fe y de gracia para honra tuya y de tu Divino Hijo.

 

DIA 6

Madre del Salvador, que enseñaste a los pastorcitos de Fátima a hacer de todo un sacrificio para consolar a nuestro Dios y para alcanzar de el que muchas almas se salven y no caigan en las penas del infierno; danos un gran amor para saber ofrecer con fidelidad y amor el esfuerzo y sacrificio que exija el cumplimiento de nuestro diario deber.

 

DIA 7

Madre de todos los hombres, que enseñaste a los pastorcitos de Fátima, a pedir a dios por el alivio de las almas del purgatorio, especialmente por las mas abandonadas; danos una tierna devoción aquellas benditas almas y la gracia de evitar cualquier falta por leve que sea que nos merezca sufrir esa pena.

 

DIA 8

Señora del Cielo, que pidiéndote los pastorcitos de Fátima, la salud para algunos enfermos respondiste que unos la alcanzarían y otros no, enseñándonos así a reconocer que la enfermedad puede ser un medio precioso de unirse a Cristo Redentor; enséñanos a aceptar con amor y a ofrecer con intención reparadora, la cruz nuestra de cada día, especialmente esos dolores y sufrimientos que tanto nos cuesta entender.

DIA 9

Reina y Señora nuestra, que manifestaste a los pastorcitos que Dios quiere que se establezca en el mundo la devoción a tu Inmaculado Corazón, y tu deseo de que se construyera una capilla en tu honor; ayúdanos a tenerte una tierna devoción y a consagrarnos totalmente a Jesús por ti.

ORACION FINAL

 

!Oh Virgen Inmaculada, admirable sobre toda criatura! En todas las partes del mundo resuenan vuestras alabanzas, la gloria de vuestro nombre y de vuestros privilegios se extiende por toda la tierra, y no hay pueblo que no te aclama bienaventurada. Transformad en lluvia de gracias las alabanzas que os he dirigido y enriqueced mi corazón con la pureza, la humildad, la paciencia y todas las demás virtudes que tanto necesito. Acepta oh Madre piadosa, la ofrende que desde ahora hago de mis potencias y sentidos; que mi entendimiento encuentre sus delicias en pensar en Vos, mi voluntad en amarte, mi memoria en recordar tus beneficios, que mis sentidos me ayuden todos a obsequiarte y a demostrarte mi afecto y absoluta confianza en Vos. Recibe , Señora de Fátima este novenario  cuéntame entre el numero de tus amantes hijos, señálame con tu dulcísimo nombre para que los cielos, la tierra y los abismos me reconozcan como hijo vuestro y vean que me cubres con el manto de vuestra protección. Os amo, oh Virgen María después de Dios sobre todas las cosas, y me complazco en vuestra grandeza y excelencia , de tal manera que prefiero verla y admirarla en Vos que en mi mismo. Si tuviera el corazón de todas las criaturas y la inteligencia y poder de los espíritus angélicos, desearía emplearlo todo en vuestro honor y alabanza.  Amén.

 

¡Si María fuese conocida!

 

Al sacerdote que lucha casi desesperadamente en un mar de indiferencia religiosa, le recomendamos que lea las siguientes palabras del Padre Faber, tomadas de su introducción a “La verdadera Devoción a Maria,” de San Luis María Grignion de Montofort, fuente perenne de inspiración para cuantos se gozan bajo el amparo de María. 

Prueba el mencionado Padre Faber que la triste condición de las almas  es efecto de no conocer y amar bastante a María: “La devoción que le tenemos es baja, mezquina y pobre; no tiene confianza en sí misma. Por eso no se ama a Jesús, ni se convierten los pecadores, ni se ensalza a la Iglesia. Almas que podrían ser

santas, se marchitan y mueren; no se frecuentan los sacramentos como es debido, ni se evangeliza con entusiasmo y fervor. Jesús está oscurecido porque María ha quedado en la penumbra. Miles de almas perecen porque impedimos que se acerque a ellas María. Y la causa de todas estas funestísimas y  desgraciadas omisiones y desfallecimientos, es esta miserable e indigna caricatura que tenemos la osadía de llamar “nuestra devoción a la Santísima Virgen.” Si hemos de dar fe a las revelaciones de los santos, Dios nos está urgiendo a que tengamos a su bendita Madre una devoción más profunda, más amplia, más robusta; una devoción muy diferente de la que hemos tenido hasta el presente. Pruébelo cada uno por sí mismo, y quedará atónito al ver las gracias que trae consigo esta devoción nueva; se obrará en su alma tal transformación, que no le dejará mucho tiempo en la duda de su eficacia insospechada antes- como medio de poner a los hombres en el camino de su salvación y preparar el advenimiento del Reinado de Cristo”

 

 

“A la Virgen poderosa le es dado aplastar la cabeza de la serpiente infernal; a las almas a Ella unidas, vencer el pecado. En eso hemos de poner una fe inquebrantable y una esperanza firme.” (Gratry)

“Dios esta dispuesto a dárnoslo todo; luego todo depende de nosotros. ¡Y de Ti Madre de Dios! ¡Tú lo recibes todo y lo atesoras, para hacerlo llegar hasta nosotros! Sí, todo depende de que se unan los hombres con Aquella que todo lo recibe de Dios.” (Gratry)

                                                              

   Cf. Legio Mariae.

 

“¡Oh María Que todas las naciones glorifiquen, que toda la tierra invoque vuestro Inmaculado Corazón! “

(San Juan Maria  Vianney)

Santa María Madre de Dios y Madre Nuestra. ¡Ruega por nosotros!

 

“Vi la Iglesia de San Pedro y allí una gran cantidad de hombres que trabajaban para cambiarla, pero también vi otros que la reparaban. Filas de personas maniobradoras, ocupadas en este doble trabajo, se extendían por el mundo entero y yo quedé sorprendida con la unidad que se hacia todo eso.

El gran número de ellos eran especialmente los de la sectas y con ellos los apóstatas. Esas gentes habían su trabajo de destrucción, parecían seguir ciertas prescripciones y un cierto reglamento. Ellos usaban delantales blancos bordados con una cinta azul y provistos de bolsillos con palas metidas en la cintura. Ellos tenían además vestidos de toda clase: entre ellos se encontraban hombres distinguidos, grandes y fuertes, con uniformes y cruces, pero estos no ponían ellos mismos la mano en la obra, sino que marcaban en los muros con la pala los sitios donde había que demoler.

 

 

Como horror vi que había también entre ellos sacerdotes católicos.

“Vi al Papa en oración, estaba rodeado de amigos falsos que hacían lo contrario de lo que el decía.

Vi al Santo Padre en una gran tribulación y en una gran angustia que afectaba a la Iglesia. Lo vi rodeado de traidores.”

“¡Ellos quieren quitar al Pastor del pasto que le pertenece! ¡Ellos quieren imponer a uno que entregue todo a los enemigos!”

“Enseguida vi que cuando ellos introducían al Obispo en la forma como ellos se lo habían propuesto, (¿después de haberlo elegido democráticamente?,  idea que según algunos comienza a ser curso en ese sentido), el era un intruso, introducido contra la voluntad del Papa y ni poseía legítimamente la autoridad espiritual.”

“Vi la Iglesia de San Pedro: ella estaba demolida, excepto el coro y el altar principal (visión del 10 de septiembre de 1820)”

Tuve también el cuadro de los demoledores atacando a la Iglesia de San Pedro. Vi como al final María extendía su manto para cubrir a la Iglesia y como los enemigos de dios fueron expulsados.”

 

Beata Ana Catarina Emmerick.

Del Libro de las profecías.

“Si tú, haces algo por María... María hará mucho más por Ti.” (San Alfonso Mª de Ligorio.)

Fondo para la compra de una imagen de Sra. Señora de Fátima para Cuba.

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España.

Jacinta y Francisco …..

 

Y por supuesto en nuestro Apostolado hay un lugar muy especial para los niños y los jóvenes santos.

“No debéis creer que la menor edad sea un obstáculo al camino hacia la perfección incluso consumada, es decir la santidad”, había dicho el Papa Pío XII, y años antes su predecesor San Pío X, había exclamado: “Habrá santos entre los niños”.

 

Apostolado de Fátima en España

+ Ad Maiorem Dei Gloriam +

Esta página es obra de La Sociedad Pro Misa Latina -Una Voce Cuba-

TODOS  LOS DERECHOS RESERVADOS.

     María Santísima libra a sus devotos del fuego del infierno.

 

En el famosísimo libro “Las glorias de María” que escribiese San Alfonso Mª de Ligorio se puede leer esta sentencia: “Ningún devoto de María se condenará” ¿Qué significa esto? Esencialmente que nada de cuanto se hace por amor a María queda por parte de Ella sin recompensa y como solía decir San Bernardo: “Si tu haces algo por Maria; Ella hará mucho mas por ti” Y que cosa mas grande podríamos esperar de María sino es el cielo; la salvación eterna, pues cuando María ruega todo se obtiene  y nada se nos niega. No hay pecador por grande que sea, que se pueda perder si lo protege María. Explicaciones podríamos dar muchas, razones: basta señalar  el amor de Dios para con su  Madre y el de María para con todos sus hijos. Los siguientes ejemplos entresacados de la vida de un santo, en este caso; San Juan Maria Vianney, el Cura de Ars nos lo confirman:

Una señora piadosa… cuenta  la baronesa de Beley, fiel colaboradora del Cura de Ars, tenía su marido que no practicaba la religión. Rogaba así pues, para que este se convirtiera, pues era cardiaco y podía morirse de repente. Esta señora gustaba mucho de adornar una imagen de la Virgen que tenia en casa. Su marido se complacía en cortarle las flores, y se las iba dando sin ignorar a quien iban destinadas. Por entonces, murió este en apariencia de muerte repentina, sin recobrar según se creyó, el conocimiento y sin los auxilios espirituales. La pena de su esposa fue atroz; cayo enferma y se llegó a temer por su razón. Al fin aunque desde  una región muy lejana pudo hacer un viaje a Ars para ver al santo Cura y desahogar con el sus penas y confesar sus temores, pues creía firmemente que su esposo se había condenado en el infierno.

“Se ha olvidado usted, le dijo el Cura de Ars, en cuanto la vio, de los ramos de flores que ofrecía a la Virgen?” Estas palabras que de momento la sumieron en la mayor admiración, la tranquilizaron, la consolaron y le devolvieron la salud del cuerpo y la calma del espíritu.

Un día el Rdo. Guillaumet, que fue durante muchos años  Superior de la Inmaculada Concepción de Saint-Didier (Haute Marne), se dirigía a Ars. En el departamento del ferrocarril no se hablaba sino de las maravillas de la bendita aldea; el nombre del Cura de Ars corría de boca en boca. Sentada al lado del sacerdote, una señora vestida de riguroso luto escuchaba en silencio. Al ver que en la estación de Villefranche el sacerdote de disponía bajar, abrió por fin los labios y le dijo: “Señor Cura, permítame que le siga hasta Ars…Lo mismo da ir a un sitio que a otro, ¿no es verdad? Viajo para distraerme” El sacerdote se ofreció a guiarla cuando estuviesen en el pueblo. El coche que tomaron en  Villefranche los dejo delante de la Iglesia. Se acababa el catecismo de las once y el Rdo. Guillaumet hizo que la señora se pusiera en el espacio que media entre el templo y la casa parroquial. La espera no fue muy larga. El Cura de Ars revestido todavía de sobrepelliz apareció…Detúvose delante de la señora enlutada, la cual, para imitar a los demás se había puesto de rodillas. Se inclinó a su oído y le dijo “se ha salvado”. La desconocida tuvo un sobresalto. El Cura de Ars repitió: “Se ha salvado” Un ademán de desconfianza fue toda la contestación de aquella forastera. Entonces el Santo le dijo otra vez silabeando: “Le digo a usted que se ha salvado. Esta en el purgatorio y hay que rezar por el… Entre el parapeto del puente y el agua, tuvo tiempo para hacer un acto de contrición. La Santísima Virgen le alcanzó esta gracia. Acuérdese del mes de Maria hecho en su habitación. Algunas veces su esposo aunque irreligioso, se unía a las oraciones de usted. Esto le mereció la gracia del arrepentimiento y el supremo perdón.”

El Sr. Guillaumet no entendía estas palabras a pesar de oírlas  perfectamente por estar junto a la viuda. Hasta el día siguiente no supo que luces maravillosas de Dios a su acompañante.  La señora pasó en la soledad y en la oración todas las horas que siguieron a la entrevista con el Cura de Ars. Su fisonomía no era la de antes: había recobrado la paz.

Poco antes de partir, fue la viuda a dar las gracias al Rdo.  Guillaumet. Los médicos me obligaron a viajar por mi salud, le dijo; pero en realidad lo que tenia era una desesperación horrible al pensar en el fin trágico de mi marido. Era incrédulo y yo no vivía sino para llevarlo a buen camino. Pero no tuve tiempo. Murió de suicidio voluntario…No me lo podía imaginar sino condenado. ¡Oh, no verle nunca mas!... Y, sin embargo, ha oído usted lo que me dijo el Cura de Ars: “Se ha salvado” ¡Le veré pues en el cielo!... ¡Señor Cura estoy ya curada!

Acudamos pues a los pies de Ntra. Sra., si queremos salvarnos con seguridad, y cuando la multitud de nuestros pecados nos desaliente, acordémonos que fue elegida Madre de Misericordia para salvar con su protección e intercesión poderosa, a los pecadores, por grandes que sean, que recurran a Ella. Tengamos mucha confianza y seamos muy enamorados de la Virgen María, pues Ella nos quiere salvar. Que en lo adelante no pase un día en que no le honremos con un acto de amor por pequeño que sea. El santo Rosario diario, el rezo del Angelus al dar las horas, el uso devoto del Escapulario, las tres Ave Maria al levantarnos y acostarnos. ¡Tú escoge! Me decía entonces un amigo: “Por amor a la Virgen los escojo todos” A lo que repliqué: “Bien, pero practícalos con fidelidad y perfección” Ciertamente no somos mas santos porque no somos mas devotos de Maria.

Javier Luis Candelario Diéguez.

 

                                        

                                   “Con los Ojos de María…”

Aunque llena de gracia y objeto del mas alto aprecio de la  Sma. Trinidad, enriquecida con toda clase de dones, María aunque Inmaculada, no ha dejado de ser criatura humana. Precisamente en Ella la Iglesia contempla y reconoce la imagen mas acabada de su ser en cuanto a su misterio de fe. Ella es la nueva Eva del Génesis; la Mujer vestida de sol, de quien habla el libro del Apocalipsis; la joven humilde y sencilla de Nazaret, que nos presenta el Evangelio, en quien el Todopoderoso ha hecho obras grandes, y en quien se han cumplido las antiguas profecías: Ella es verdadera Madre de Dios y Madre de todos los hombres.

Entre María y  la débil humanidad caída, se da una mezcla sin precedentes, pues Ella viéndose parte del género humano, no olvida desde la gloria, a aquellos hijos suyos que peregrinamos, en este valle de lágrimas, mientras nosotros nos descubrimos en Ella, comprendidos, auxiliados, y consolados. Ya le cantan justamente las Letanías Lauretanas: ¡Causa de nuestra alegría. Ruega por nosotros! Pues Ella es la alegría de nuestra raza, el orgullo de nuestra nación, la gloria de Jerusalén. Y en efecto, quien no se gozaría al conocer las maravillas obradas en María y por medio de María.

Para la Sma. Virgen nada de la realidad humana le es ajeno, le es desconocido, de ahí la súplica confiada que le dirigimos en la Salve: “ ¡Vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos!” Pues bien sabemos por experiencia que su mirar como el de Dios es amor, y que si María ruega todo se nos concede, nada se nos niega.

 

“María mírame, María mírame.

Que si tú me miras, El también me mirará.

Madre mía, mírame, de la mano llévame

Muy cerca de El que ahí me quiero quedar.”

 

Así canta el poeta y todo corazón enamorado, que sabe que María es camino seguro, para llegar a Jesús. Ya que con los ojos de Maria descubrimos a Cristo –luz del mundo, vida nuestra- a quien Ella por obra y gracia del Espíritu Santo ha engendrado y llevado en su seno. A Jesús se va por María. San Alberto Hurtado, un joven sacerdote jesuita chileno  escribía: “María si tú no me miras, Jesús, que tiene los ojitos clavados en los tuyos, no me mirará. Y que razón tenía…pues todas las gracias nos llega por las manos de María, comenzando por Cristo; el sumo bien.

Nosotros también como María, estamos llamados a tener una mirada sobrenatural de todos los acontecimientos de la vida ordinaria. Una mirada de fe, llena de esperanza, anclada en la caridad, que sea capaz de transformar la vida, las situaciones más diversas y hasta las mismas personas. Una mirada como la de María, compasivísima, toda cargada de bondad y de ternura, una mirada de madre, capaz de reproducir en nosotros el mirar de Jesús, capaz de obrar  los milagros más asombrosos.

Mirar con los ojos de María, a través de los ojos de María, es mirar más con los ojos del alma que, con los ojos del cuerpo, y es precisamente así, es como el mundo adquiere una nueva concepción, una nueva dimensión. Esa que nace de la comprensión de Dios -del seno del Padre- fruto de su misericordia, de quien María resulta fiel intérprete, y que no es mera ilusión, ni filosofía cristiana; más que un pensamiento piadoso es una realidad verdadera, tangible: ciencia oculta revelada a los a los pobres de espíritu, a los de sencillo y humilde corazón.

Mirar al mundo, a sus estructuras, a todas sus criaturas, a la actualidad y a nosotros mismos, con los ojos de María es descubrir mas allá de la simple apariencia de las cosas y ver su verdad, aquella que puede ensombrecerse o hacerse imperceptible desde la incredulidad, desde el pecado, desde la ignorancia, desde el orgullo y la desesperación, desde el olvido egoísta de los demás, desde los afanes desordenados, desde la indiferencia y la desnaturalización, consecuencias todas ellas de nuestras faltas de amor.

La mirada hecha con los ojos de María nos descubrirá:

-El ser insondable de Dios, que es Padre, Hijo y Espíritu Santo. De un Dios que es amor, y de que por amor a nosotros los hombres, se hizo hombre y por nuestra salvación padeció, murió en una cruz y al tercer día resucitó, vencedor de la muerte y del pecado.

-Lo maravillosa que es nuestra Madre la Iglesia y el regalo de la fe católica, recibida en el bautismo y fortalecida en los demás sacramentos, que nos comunican y aumentan la gracia santificante; vida divina en el alma. Comprendiendo que hemos salido de Dios y a Dios volvemos. Y que nada en el mundo fuera de Dios nos es necesario. Solo El nos es necesario, imprescindible e insustituible.

-El sentido de la vida humana, como don preciado de Dios, desde su concepción hasta su término natural. Que la muerte no es el final del camino y aunque morimos no somos parte de un ciego destino, pues como Cristo también nosotros resucitaremos. Y que solo el cielo es nuestro verdadero  hogar, donde con ansias se nos espera.

La mirada hecha con los ojos de María nos revela y descubre:

-El que todo hombre y mujer es hijo e hija de Dios, y por tanto hermano y hermana míos, que merecen ser tratados con todo respeto, consideración y cariño.

-El sentido cristiano del dolor y del sufrimiento. Que en toda tribulación no estamos solos y que la cruz de cada día es signo de la unión y victoria con Cristo.

-El significado de la palabra Cielo. Del vivir desde esta vida ya junto a Dios, de sabernos igual a los demás – objetos del amor de todo un Dios-. De que el pecado es muerte para el alma, envilecimiento y pérdida de la felicidad.

-El deber de practicar y de hacer el bien, de ser buenos y santos. De amar a Dios sobre todas las cosas y con todas las fuerzas de nuestro corazón, así como amar al prójimo como a uno mismo,  más aún amar al prójimo como Dios le ama.

-El valor santificador del trabajo y del estudio, la necesidad de apostolado, porque son muchos los que aun no conocen a Cristo, no le aman, no le honran. Es urgente la necesidad de reproducir en mí la vida de Cristo, en una permanente imitación, que como María a todos hable de Dios, a todos lleve a Dios, y de buen olor de Cristo en el mundo.

Los ojos de la Virgen lloran con frecuencia. Derramen abundantes lágrimas por los pecados de los hombres; por nuestros pecados. Lloran al contemplar a los que no creen, no adoran, no esperan y no aman a Dios. Lloran por los que embebidos en los negocios del mundo descuidan la salvación de sus almas. Lloran por los que se entregan a los vicios y las diversiones deshonestas. Lloran por los que no se arrepienten de sus maldades y viven en pecado mortal. Lloran por los que se han olvidado de Dios o le son indiferentes. Lloran por los que no le conocen, o los que conociéndole le traicionan. Lloran por cuantos han extraviado el camino del cielo. Cuando una Madre ya no sabe que mas decir a sus hijos extraviados….llora. Que no seamos nosotros la causa de las lágrimas de María…. ¡Que hijos seríamos si hasta los sufrimientos de Ntra. Madre Celestial nos dejan indiferentes! Permítanos Ella, acércanos y besar sus ojos, y así secar las lágrimas que de ellos penden. ¡Seamos reparadores!

Los ojos de María son azules, como el Cielo que nos aguarda. Ellos son claros, nítidos, transparentes, cargados de amor por nosotros sus hijos, capaces de revelar toda su hermosura y ser: Una vez que se le ha visto, -nos recordará la Beata Jacinta de Fátima, quisiera morir uno para volverle a ver pronto. ¡Es tan hermosa Ntra. Sra.…!

Pero también la Virgen Sma.  sonríe, y se alegra de contemplar a sus hijos y fieles devotos que le honran, que le tributan el sincero homenaje de sus oraciones y de su enamorado corazón. Se alegra al contemplar a aquellos que le ofrecen sus buenos propósitos y obras, le consagran su vida e imitan sus virtudes. Ella entonces complacida y agradecida les sonríe y bendice, derramando sobre ellos múltiples gracias.

Más, meditemos ahora, por unos instantes, ¿que puedo hacer yo hoy, concretamente, por Jesús y por María? ¿Que  podría pedirme  la Sma. Virgen? ¿Qué propósitos pudiera ofrecerle cual  bellas flores, que engalanarán su altar en la tierra y su trono en el cielo? Nos recuerdan los santos: “si tu haces algo por María, la Sma. Virgen hará mucho mas por ti”

Tenemos una deuda de amor para con ellos, y de esta depende nuestra felicidad. No podemos marcharnos de este mundo sin haber cumplido con nuestra misión: esta es vivir y testimoniar a todos la Buena Nueva del Evangelio.

El Santo Rosario, es la práctica de amor más querida y pedida por Ntra. Sra. y acaso el Rosario no “es un itinerario de contemplación del rostro de Cristo realizado, por así decirlo, con los ojos de María.” (Juan Pablo II) Que bueno sería que a partir de hoy nos hiciéramos a la costumbre de rezarlo cada día en su honor y animar a otros a ello. Sería una de las mejores maneras de corresponder a los deseos de Ntra. Madre Sma., y de ayudar en el plan de salvación al Señor, que ha querido precisar de nuestra ayuda. Con ello además conseguimos,  hacer aun más poderosa la intercesión y mediación maternal de Nuestra Señora.

Jesús y María cuentan con nosotros, esperan de nosotros un sí generoso y coherente. No les hagamos esperar. María,  aliente nuestras vidas y  nos lleve cada día de su mano al encuentro con Jesús. Que por  sus ojos misericordiosos hallemos la fuerza, encontremos la paz.  Así sea.

 

 

                                                                                                            Javier Luis Candelario Diéguez.

Reproducimos a continuación un texto publicado en Zenit el 8 de diciembre pasado, en el que el Cardenal Luis Aponte Martínez, da cuenta del estado de las peticiones de una definición papal acerca de la maternidad espiritual de María.

 

Hacia la Definición de un nuevo Dogma Mariano: María Santísima: Mediadora Maternal de todas las Gracias, Corredentora con Cristo Redentor y Abogada del Género Humano.

8 de diciembre del 2009.

Solemnidad de la Inmaculada Concepción.

 

Mis queridos hermanos cardenales y obispos:

 

El 1 de enero del 2008 cinco cardenales escribimos a todos los obispos del mundo para notificarles de la petición hecha a SS. Benedicto XVI, por un grupo internacional de cardenales y obispos reunidos en Fátima, pidiéndole en humildad la solemne definición de la Santísima Virgen María como la Madre espiritual de la humanidad, bajo sus tres roles: como Corredentora, Mediadora de todas las gracias y Abogada.

Ya en el pasado cientos de obispos y millones de fieles han hecho esta suplica. Una vez mas recientemente muchos obispos han respondido. Como uno de esos cinco cardenales que envió esta petición global , ahora quiero darles una actualización sobre esta solicitud de la Iglesia Universal.

Recientemente las Filipinas presentaron a Su Santidad una petición por esta solemne definición, a través del Cardenal Vidal, Arzobispo de Lagdameo  y presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Filipinas, junto con otros arzobispos y obispos. La petición fue acompañada de una carta personal de la Presidenta de filipinas, la Sra. Gloria Arroyo, en la cual apoyó fuertemente la petición de los obispos.

 

 

Así, mismo varios grupos representativos de cardenales  y obispos de la India y países cercanos, incluyendo al cardenal Vithayathil, Presidente de la Conferencia Nacional de Obispos de la India, han presentado su propia petición por este quinto dogma mariano al Papa Benedicto XVI . Una petición  similar fue enviada desde África, por el Arzobispo Félix Job, Presidente de la Conferencia de Obispos Católicos de Nigeria y varios otros obispos nigerianos. De igual manera obispos de Europa del Este, incluyendo al Arzobispo Kramberger de Eslovenia, han enviado su propia petición por esta proclamación mariana.

Y, junto con numerosos obispos de Latinoamérica, envié nuestra propia petición al Papa Benedicto XVI por esta definición papal de la Maternidad Espiritual de Nuestra Señora.

Cientos de congregaciones religiosas contemplativas  están en oración y ofreciendo permanentemente, y fieles laicos en todo el mundo se han unido a sus obispos. Muchos de días de oración comunitaria, conferencias, oraciones individuales y peticiones al santo Padre del laicado, constituyen una manifestación positiva del sensus fidelium por este potencial dogma mariano.

Todos hemos percibido una urgencia mundial por la mas grande  intercesión posible de nuestra Madre celestial por la crisis sin precedentes de fe, familia, sociedad y paz, que marcan la condición humana presente. Vemos la definición papal de la maternidad espiritual de la Santísima Virgen, como un remedio extraordinario a estas crisis globales que amenazan hoy a gran parte de la humanidad. Entre mas reconozcamos libremente el poder intercesor de María, mas será capaz de ejercerlo por todos los pueblos del mundo que le fueron entregados a su cuidado en el Calvario.

Por tanto, queridos hermanos, los invito encarecidamente a unírsenos en esta renovada petición al Santo Padre, el Papa Benedicto XVI, enviándole su propia carta por este discernimiento, de lo que pueda constituir un siguiente paso positivo para esta solemne proclamación  de la Maternidad Espiritual de María. Gracias por sus oraciones y discernimiento para esta importantísima obra en honor de Nuestra Señora, de la que puede constituir un histórico  beneficio de gracia y bendición para toda la humanidad.

+ Luis Cardenal Aponte Martínez.

Arzobispo Emérito de San Juan, Puerto Rico.

 

 

 

 

¡Vuelve la Misa Tradicional a Fátima!

A petición de los peregrinos y secundando los deseos del Papa Benedicto XVI.

 

 

De acorde a las letras apostólicas contenidas en el Mutuo Proprio: “Summorum Pontificum” del 7 de Julio del 2007, el pasado día 10 de Septiembre del 2010, a las 20:00 horas se celebró en la Basílica de Ntra. Sra. de Fátima-Portugal, específicamente en la Capilla del Rosario; la Santa Misa de rito latino-gregoriano, o más conocida con el nombre de Tridentina o Tradicional, que en la actualidad es la Forma Extraordinaria del Rito Romano, que data de los orígenes del Cristianismo y que estuvo vigente en la Iglesia Universal hasta el año 1970, siendo recientemente por voluntad del Vicario de Cristo restaurada y liberada.

 

 

La misma fue ofrecida en honor  de la Santísima Virgen de manos del Rev. Padre Scott A. Haynes, SJC ( Canónicos Regulares de San Juan Canicio) De esta forma particular el Santuario Internacional de Fátima muestra su apoyo al Papa en la restauración litúrgica de la Iglesia y se une a los santuarios de Chartres, Liseux o Santiago de Compostela donde ya han tenido lugar este tipo de celebraciones. Y es que no podía ciertamente ser de otra forma.

 

Por todos es bien conocido como la antigua liturgia posee una especial referencia, y constituye la mas alta exposición del dogma católico en cuanto a la Santísima Trinidad y  el Misterio Eucarístico, todo ello unido a que es esencialmente el Mensaje dado por la Virgen en Fátima, en el que el cielo nos pide mayor reverencia y reconocimiento de la presencia real y sustancial de Ntro. Sr. Jesucristo en el Santísimo Sacramento del Altar, del misterio Trinitario, así como nos propone a todos una esmerada unión y sumisión a la voluntad y persona del Santo Padre.

 

 A partir de ahora quedan abierta las puertas a todos aquellos fieles que desean acceder a los ritos mas antiguos de la Iglesia, buscando su santificación y el procurar la mayor gloria a Dios. Los participantes que abarrotaron el templo, calificaron la celebración de un momento inolvidable e indescriptible de felicidad y belleza, en la que brillo una vez mas la pompa y solemnidad del culto católico de siempre. Con esta celebración han cumplido con creces los objetivos del Papa se: honrar a Dios en el culto, ampliar la libertad y la concordia de los católicos, y favorecer la influencia benéfica de las dos formas litúrgicas.

 

 

 

 

Cuadro de texto:  A Tí, Señora de Fátima, María Inmaculada, 
   nuestra mente, nuestro corazón, nuestra vida. 
“Una Voce Cuba te está muy agradecida, Oh Madre Santa,
 por todas las gracias y bendiciones derramadas sobre ella.
No apartes tu vista de nosotros, por favor, y 
continuamos favoreciendo con Tu intercesión.”