Explicación del Escudo

Nuestro escudo está constituido por varios elementos que forman un conjunto de símbolos que desean ser expresión clara de nuestra identidad, misión e ideales

Una Identidad muy bien definida: católica, apostólica y romana. No puede existir otra. Y estamos lejos de desear otra. No aceptamos ni pactos, ni entramos en componendas con el mundo, ni sus teorizantes. Lo que es de Cristo no es del mundo. Rechazamos toda doctrina que se aparte de la fe revelada y confirmada por el magisterio de la Iglesia.

Una Misión determinada: Extender y propiciar la celebración del Santo Sacrificio de la Misa en su Forma Extraordinaria, máxima expresión del dogma y doctrina católica. Hacer de ella el centro de la vida cristiana y humana.

Un único Ideal: Por su medio y bajo el auxilio de la Sma. Virgen María:  “Instaurar todas las cosas en Cristo”. Porque conviene que el reine en todo y en todos.

 

Explicación de los símbolos de arriba hacia abajo:

 

Remata la parte superior una  Corona de Reina:

 

Nos habla acerca de la Santísima Virgen, quien es Reina del Universo y Mediadora maternal de todas las gracias, subordinada al Único mediador: Jesucristo Ntro. Sr. El amor y la devoción hacia Ella es camino seguro de salvación. Su amparo, patrocinio y señorío sobre la asociación, miembros y obras una necesidad. A ella constantemente, suplicamos nos defienda del maligno enemigo y destruya con su talón todo error, ambigüedad, confusión y herejía. Ella nos alcance las gracias necesarias para llevar a cabo nuestra misión, y abundantes bendiciones en pro de nuestra conversión y santificación. A su cuidado confiamos particularmente la vida y obra de la asociación junto a la persona del Romano Pontífice,  sus necesidades e intenciones.

 

Al fondo rematan el conjunto un Juego de Llaves entrecruzadas:

 

Ella son Las Llaves de Pedro. Símbolo de nuestro amor y adhesión incondicional al Papa y a la Sede Apostólica. Pues fuera de la Iglesia no hay salvación. La fidelidad al magisterio eclesiástico es garantía absoluta de permanecer en la doctrina sana y segura. Es estar unidos al Señor, ya que quien no esta unido al Papa y a la fe verdadera está muy lejos de Dios.

 

Escudo central: En el se dibuja La Santa Hostia Consagrada que resplandece como un sol  de verdad y justicia, y en cuyo medio está grabado el anagrama del Santo Nombre de Jesús, y que anuncia la presencia real y sustancial de Ntro. Sr. Jesucristo, con todo su Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad en el Santísimo Sacramento del Altar, ante en cual todos debemos caer postrados en adoración y reverencia. Se hacen notar elementos de la pasión como lo son la cruz y los clavos, que nos recuerdan que la Misa es verdadero sacrificio; el Sacrificio que hizo de sí mismo Jesucristo en la Cruz, que se reproduce y actualiza en el Altar.

 

Todo el conjunto parece descansar el una serpentina grabada:

 

Ella reza: “Instaurare omnia in Christo” . Lema del Papa San Pío X. Gran Papa de la Eucaristía, luchador incansable de la realeza de Ntro. Sr. y solícito defensor del catolicismo contra los errores del modernismo y el liberalismo. Es precisamente por medio de la celebración de los Sagrados Misterios como se  consigue alcanzar tan alto y noble bien, el cual no es propio de la asociación sino de toda vida cristiana, donde Nro. Sr. ha de ser el centro, único y gran amor, como Dios, salvador y redentor nuestro que es.

 

El escudo desea representar los tres pilares de la Religión Católica y nuestros mas grandes amores:

-La Eucaristía

-La Virgen María

-El Santo Padre

 

 

Jesús me ha dado a conocer que todo depende de su voluntad,
dándome  una profunda serenidad respecto a toda esta obra.

 

“Escucha, hija Mía, aunque todas las obras que surgen por Mi voluntad están expuestas a grandes sufrimientos, sin embargo considera si alguna de ellas estuvo expuesta a mayores dificultades que la obra directamente Mía, que fue la obra de la Redención. No debes preocuparte demasiado por las contrariedades. El mundo no es tan fuerte como parece, su fuerza es estrictamente limitada. Haz de saber, hija Mía, que si tu alma esta llena de fuego de Mi puro amor, entonces todas las dificultades desaparecen como la niebla bajo el rayo de sol y tienen miedo de atacar tal alma, y todos los adversarios temen meterse con ella, porque sienten que esa alma es mas fuerte que el mundo entero…”

 

(Del Diario de Santa Faustina )

 

 

 

“Aún resuena en el mundo aquel grito divino:
"Fuego he venido a traer a la tierra, ¿y qué quiero sino que se encienda?" -Y ya ves: casi todo está apagado…  ¿No te animas a propagar el incendio?”

(Camino. 801 San Josemaría Escrivá)

 

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!Te esperamos!

 

Sociedad Pro Misa Latina

-Una Voce Cuba-

Apartado Postal Nº 1710

Matanzas 40100

Cuba

E mail: unavocecuba@yahoo.es

Teléfono: + 53- 53521356.

 

“Dile, a... ése, que necesito cincuenta hombres
que amen a Jesucristo sobre todas las cosas.”

 

(Camino. 806 - San Josemaría Escrivá.)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

“...considero muy importante lo que respecta a la unidad del Rito Romano. Esta unidad no está amenazada hoy por las pequeñas comunidades que hacen uso del Indulto y son con frecuencia tratados como leprosos, como personas que hacen algo indecoroso, más aún, inmoral; no, la unidad del Rito Romano está amenazada por la creatividad litúrgica salvaje, con frecuencia animada por liturgistas…” Carta del Cardenal Ratzinger al Padre Augé. 18 de febrero de 1999

“De hecho, los verdaderos amigos del pueblo no son ni revolucionarios, ni innovadores, son tradicionalistas."  San Pío X

 

 

 

 

LOGO UNA VOCE CUBA

Gran Papa de la Eucaristía,

San Pío X. Ruega por nosotros
y desde el cielo bendice

a Una Voce Cuba.

Tradición Católica es: creer y practicar lo que siempre, por todos y en todas partes ha creído y practicado la Santa Madre Iglesia.

+ Ad Maiorem Dei Gloriam +

Esta página es obra de La Sociedad Pro Misa Latina -Una Voce Cuba-

TODOS  LOS DERECHOS RESERVADOS.

Los dos bandos

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Queridos cofrades, ahí tenéis los dos bandos con los que a diario nos encontramos: el de Jesucristo y el del mundo (Jn 15,19; 17,14.16).

A la derecha, el de nuestro amado Salvador (+Mt 25,33). Sube por un camino que, por la corrupción del mundo, es más estrecho y angosto que nunca. Este Maestro bueno va delante, descalzo, la cabeza coronada de espinas, el cuerpo completamente ensangrentado, y cargado con una pesada Cruz. Sólo le siguen una pocas personas, si bien son las más valientes, sea porque no se oye su voz suave en medio del tumulto del mundo, o sea porque falta el valor necesario para seguirle en su pobreza, en sus dolores, en sus humillaciones y en sus otras cruces, que es preciso llevar para servirle todos los días de la vida (+Lc 9,23).

A la izquierda (+Mt 25,33), el bando del mundo o del demonio. Es el más numeroso, y el más espléndido y brillante, al menos en apariencia. Allí corre todo lo más selecto del mundo. Se apretujan, y eso que los caminos son anchos, y que están más ensanchados que nunca por la muchedumbre que, como un torrente, los recorre. Están sembrados de flores, llenos de placeres y juegos, cubiertos de oro y plata (7,13-14).

A la derecha, el pequeño rebaño (Lc 12,32) que sigue a Jesucristo sólo sabe de lágrimas y penitencias, oraciones y desprecios del mundo. Entre sollozos, se oye una y otra vez: «suframos, lloremos, ayunemos, oremos, ocultémonos, humillémonos, empobrezcámonos, mortifiquémonos (+Jn 16,20). Pues el que no tiene el espíritu de Jesucristo, que es un espíritu de cruz, no es de Cristo (Rm 8,9), ya que los que son de Jesucristo han crucificado su carne con sus concupiscencias (Gál 5,24). O nos configuramos como imagen viva de Jesucristo (Rm 8,29) o nos condenamos. ¡Animo!, gritan, ¡valor! Si Dios está por nosotros, en nosotros y delante de nosotros, ¿quién estará contra nosotros? (8,31). El que está con nosotros es más fuerte que el que está en el mundo (1Jn 4,4). No es mayor el siervo que su señor (Jn 13,16; 15,20). Un instante de ligera tribulación produce un peso eterno de gloria (2Cor 4,17). El número de los elegidos es menor de lo que se piensa (Mt 20,16). Sólo los valientes y esforzados arrebatan el cielo por la fuerza (Mt 11,12). Nadie será coronado sino aquél que haya combatido legítimamente según el Evangelio (2Tim 2,5), y no según el mundo. ¡Luchemos, pues, con todo valor!».

Éstas son algunas de las palabras divinas con las que los Amigos de la Cruz se animan mutuamente.

Los mundanos, por el contrario, para animarse a perseverar en su malicia sin escrúpulo, claman todos los días: «¡Vivir, vivir! ¡Paz, paz! ¡Alegría, alegría! ¡Comamos, bebamos, cantemos, dancemos, juguemos! Dios es bueno, Dios no nos ha creado para condenarnos. Dios no prohíbe las diversiones; no vamos a ser condenados por eso. ¡Fuera escrúpulos! ¡"No moriréis" (Gén 3,4)»!

Acordaos, mis queridos cofrades, de que nuestro buen Jesús os está mirando ahora, y os dice a cada uno en particular: «Ya ves que casi toda la gente me abandona en el camino real de la Cruz. Los idólatras, cegados, se burlan de mi Cruz como de una locura; los judíos, en su obstinación, se escandalizan de ella (+1Cor 1,23), como si fuera un objeto de horror; los herejes la destrozan y derriban como cosa despreciable. Pero -y lo digo con lágrimas y con el corazón atravesado de dolor- mis propios hijos, criados a mis pechos e instruidos en mi escuela, los propios miembros míos que he animado con mi espíritu, me han abandonado y despreciado, haciéndose enemigos de mi Cruz (+Is 1,2; Flp 3,18). "¿También vosotros queréis marcharos?" (Jn 6,67). ¿También vosotros queréis abandonarme, huyendo de mi Cruz, como los mundanos, que son en esto verdaderos anticristos (1Jn 2,18)? ¿Es que queréis vosotros, para conformaros con el siglo presente (Rm 12,2), despreciar la pobreza de mi Cruz, para correr tras las riquezas; evitar el dolor de mi Cruz, para buscar los placeres; odiar las humillaciones de mi Cruz, para ambicionar los honores? En apariencia, tengo yo muchos amigos, que aseguran amarme, pero que, en el fondo, me odian, porque no aman mi Cruz; tengo muchos amigos de mi mesa, y muy pocos de mi Cruz» [Imitación de Cristo II, 11,1].

Ante esta llamada de Jesús tan amorosa, elevémonos por encima de nosotros mismos, y no nos dejemos seducir por nuestros sentidos, como Eva (+Gén 3,6). Miremos solamente al autor y consumador de nuestra fe, Jesús crucificado (Heb 12,2). Huyamos la depravada concupiscencia de este mundo corrompido (2Pe 1,4). Amemos a Jesucristo de la manera más alta, es decir, a través de toda clase de cruces. Meditemos bien las admirables palabras de nuestro amado Maestro, que sintetizan toda la perfección de la vida cristiana: «Si alguno quiere venirse conmigo, que se niegue a sí mismo, que cargue con su cruz y que me siga» (Mt 16,24).

 

De la Carta a los Amigos de la Cruz de San Luis María Grignion

 

 

 Si  usted, desea apoyar o participar en este Apostolado,  pida una planilla a la Asociación y luego de recibirle rellénela en letra de molde y envíenosla a nuestra dirección postal.

 

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Requisitos:

* Ser católico prácticamente.

* Mayor de edad. (18 años)

* No tener impedimentos canónicos.

* Disposición a cumplir los fines de la Asociación.

* Juramente Antimodernista.

* Rezo diario del Santo Rosario.

 

Categorías:

-Socio Numerario o de pleno derecho: los laicos.

-Socio Supernumerario: los clérigos. (no ejercen cargos ni representación en la asociación, siendo su carácter consultivo y de asesoramiento espiritual)

-Colaborador/ Benefactor: este último propiamente no pertenece al movimiento pero le presta importantes servicios colaborando  ya económicamente al sostenimiento de las obras de la asociación o mediante la oración por sus intenciones y necesidades. También podrán prestar algún servicio en concreto, según su disponibilidad y facultades.

 

 

Luego de estudiar sus datos, le contactaremos.

Finalmente, Una Voce Cuba, se reservará el derecho de admisión de nuevos miembros.

                

 

Sociedad Pro Misa Latina

-Una Voce Cuba-

Apartado Postal No. 1710

Matanzas 40100.

Una Voce Cuba,  desea ser fiel a la misión evangelizadora, catequética, litúrgica y restauradora que evoca su nombre. Con fidelidad “explicita y substancial”, como ha pedido el Papa. Siempre bajo la tutela maternal y amorosa de María. Una Voce Cuba quiere ser llama de esperanza y brújula que oriente en directo hacia Cristo. Y tan cercana a todo católico, como para formar una gran familia, cual es nuestra asociación.

Una Voce Cuba  tiene una inmensa responsabilidad que nos ha de mantener en tensión, en clave de fidelidad. Es urgente garantizar en nuestra patria la aplicación del Mutuo Proprio: “ Summorum Pontificum” y alcanzar pleno acceso a los fieles a los ritos más antiguos de la Iglesia.

 

San Antonio Mª Claret: “Yo me digo a mí mismo: Un Hijo del Inmaculado Corazón de María es un hombre que arde en caridad y que abrasa por donde pasa; que desea eficazmente y procura por todos los medios encender a todo el mundo en el fuego del divino amor. Nada le arredra; se goza en las privaciones; aborda los trabajos; abraza los sacrificios; se complace en las calumnias y se alegra en los tormentos. No piensa sino cómo seguirá e imitará a Jesucristo en trabajar, sufrir y en procurar siempre y únicamente la mayor gloria de Dios y la salvación de las almas.” (Autobiografía 494.) 

No aceptamos ninguna fe nueva de las que otros nos prescriben ni tenemos la osadía de transmitir como doctrina los productos de nuestras propias reflexiones o de transformar las palabras humanas. Al igual que los Santos Padres nos instruyeron a nosotros, nosotros instruimos a aquellos que nos interrogan.

(San Basilio el Grande, Ep. 140, 2 Ad Eccl. Ant.)

FE DE SIEMPRE