ORACIONES

Oración

Orad sin interrupción. «sine intermissione orate».

Recibimos tus intenciones y nos comprometemos a orar por ellas ante el Señor y su bendita Madre, presentándolas también a quienes quieran unirse a esta cadena de oración de los unos por los otros.

En la medida de nuestras posibilidades y jugando siempre con el espacio publicaremos también tus acciones de gracias. ¡Todo sea por la mayor gloria de Dios y el bien de las almas!

Introducción

Introducción de su S.S. Benedicto XVI. (Tomada y adaptada del libro: “Quien reza se salva.”).

Desde que el hombre es hombre, reza. Siempre y por doquier el hombre se ha dado cuenta de que no esta solo en el mundo, que hay alguien que lo escucha. Siempre se ha dado cuenta de que necesita a Otro más grande y que debe tender a El para que su vida sea lo que tiene que ser. Pero el rostro de Dios siempre ha estado velado y solo Jesús nos ha mostrado su verdadero rostro. El que lo ve a El, ve al Padre (Cf. Jn.14.9)

Así pues, si por una parte al hombre le resulta natural rezar (pedir en el momento de la necesidad y dar gracias en el momento de la alegría), por otra, esta siempre nuestra incapacidad de rezar y hablar con un Dios escondido.

No sabemos pedir lo que nos conviene, dice San Pablo (Rm. 8.26) Por eso debemos decirle siempre al Señor, como los discípulos: “Señor, enséñanos a orar.” El Señor nos ha ensenado el Padrenuestro como modelo de auténtica oración y

nos ha dado una Madre, la Iglesia, que nos ayuda a rezar. La Iglesia ha recibido de la Sagrada Escritura un gran tesoro de oraciones. En el transcurso de los siglos se han elevado, de los corazones de los fieles, numerosas oraciones con las que estos cada vez nuevamente se dirigen a Dios. Al rezar con la Madre Iglesia nosotros mismos aprendemos a rezar. Estas se juntan las oraciones fundamentales de los cristianos, que han ido madurando en el transcurso de los siglos. Nos acompañan durante todos los momentos de nuestra vida y nos ayudan a celebrar la liturgia de la iglesia rezando.

Del catecismo de San Pío X

. ¿Qué es orar?

Orar es levantar el corazón a Dios para adorarle, darle gracias, y pedirle lo que necesitamos.

. ¿Es necesario orar?

Es necesario orar, y orar frecuentemente, porque Dios lo manda y de ordinario, solo por medio de la oración concede las gracias espirituales y temporales que necesitamos.

. ¿Necesita Dios de nuestras oraciones?

Ciertamente, Dios no necesita de nuestras oraciones para favorecernos, pero quiere que acudamos a El por la oración.

. ¿Por qué concede Dios las gracias que pedimos?

Dios concede las gracias que le pedimos, porque El, que es fidelísimo, nos lo ha prometido si se las pedimos con confianza y perseverancia en nombre de Jesucristo.

. ¿Por qué ha veces Dios no concede lo que le pedimos?

Dios no concede en ocasiones lo que le pedimos, porque lo pedimos mal o porque no nos conviene para la salud del alma

. ¿Por que hemos de orar a Dios en nombre de Jesucristo?

Hemos de orar a Dios en nombre de Jesucristo, porque solo de El, su Hijo reciben valor nuestras oraciones y buenas obras. Por eso la Iglesia suele terminar sus oraciones con estas palabras o equivalentes: Por Ntro. Sr. Jesucristo.

. ¿Cómo se ha de orar?

Se ha de orar con atención, humildad, confianza y perseverancia, pues solo así nuestras oraciones serán escuchadas.

. ¿Qué es la oración vocal?

Oración vocal es la que se hace con palabras, como por ejemplo cuando rezamos el Padre Nuestro.

. ¿Qué es la oración metal?

Oración mental es la que se hace ejercitando la memoria, el entendimiento y la voluntad. Hacemos oración mental acordándonos con la memoria de alguna cosa buena, pensando y discurriendo con el entendimiento sobre ella, y haciendo acto con la voluntad.

Principales Oraciones de la Vida Cristiana.

Padre Nuestro Pater Noster

Padre nuestro, que estas en el cielo, Pater noster qui es in caelis:

santificado sea tu Nombre; sanctificetur Nomen tuum;

venga a nosotros tu Reino; adveniat Regnum tuum;

hágase tu voluntad fiat voluntas tua,

en la tierra como en el cielo. Sicut in caelo, et in terra.

Danos hoy Panem nostrum

nuestro pan de cada día; cotinianum da nobis hodie;

perdona nuestras ofensas et dimitte nobis debita nostra,

como también nosotros perdonamos sicut et nos

a los que nos ofenden; dimittimus debitoribus nostris;

no nos dejes caer en la tentación, et ne nos inducas in tentationem;

y líbranos del mal. sed libera nos a Malo.

Ave María. Ave, Mariae

Dios te salve, María, Ave, María,

llena eres de gracia; gratia plena,

el Señor esta contigo. Dominus tecum.

Bendita Tú eres Benedicto tu

entre todas las mujeres, in mulieribus,

y bendito es el fruto de tu vientre, et benedictus fructus ventri tui,

Jesús. Iesus.

Santa María, Madre de Dios, sancta Maria, Mater Dei

Ruega por nosotros pecadores, ora pro nobis peccatoribus,

Ahora y en la hora de nuestra muerte. Nunc et in hora mortis nostrae.

Amen. Amen.

Gloria al Padre. Gloria Patri.

Gloria al Padre, al Hijo y Gloria Patri, et Filio,

al Espíritu Santo. et Spiritu Sancto.

Como era en el principio, Sicut erat in principio,

ahora y siempre et nunc et semper

por los siglos de los siglos .Amen. et in saecula saeculorum. Amen

La Salve Regina. La Salve Regina.

Dios te salve, Salve, Regina, mater misericordiae;

Reina y Madre de misericordia, vita dulcendo et spes nostra, salve.

vida y dulzura y esperanza nuestra: Ad te clamamus, exules, filii Evae.

Dios te salve. Ad te suspiramus,

A ti llamamos, los desterrados hijos de Eva; gementes et flentes

a ti suspiramos, gimiendo y llorando in hac lacrimarum valle.

en este valle de lágrimas. Eia ergo advocata nostra,

Ea, pues, Señora abogada nuestra, illos tuos misericordes oculos

vuelve a nosotros, ad nos converte.

esos tus ojos misericordiosos Et Iesum,

y, después de este destierro, benedictus fructus ventris tui,

muéstranos a Jesús, nobis post hoc exsilium ostende.

fruto bendito de tu vientre. O clemens, O pía, o dulcis Virgo María.

¡Oh clementísima! ¡oh piadosa!

¡oh dulce Virgen María!

Credo de los Apóstoles

Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, Nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen; padeció bajo el poder de Poncio Pilatos, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y a los muertos.

Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.

Credo in Deum, Patrem omnipoténtem, Creatórem coeli et terrae. Et in Jesum Christum, Fílium éius únicum, Dóminum nostrum, qui concéptus est de Spíritu Sancto, natus ex María Vírgine; passus sub Póntio Pilato, crucifíxus, mórtuus, et sepúltus; descéndit ad ínferos: tértia die resurréxit a mórtuis: ascéndit ad coelos, sedet ad déxteram Dei Patris omnipotentis: inde ventúrus est judicare vivos et mórtuos. Credo in Spíritum Sanctum, Sanctam Ecclésiam cathólicam, Sanctórum communiónem, remissiónem peccatórum, carnis resurrectiónem, vitam aetérnam. Amen.

COSTUMBRARIO TRADICIONAL CATÓLICO

http://costumbrario.blogspot.com/

El presente blog pretende ser simplemente un recordatorio de prácticas tradicionales y populares de piedad mediante las que se acostumbraba acompañar los distintos tiempos sagrados y que, desgraciadamente, se están perdiendo en una sociedad cada vez más secularizada y paganizante. Se trata de volver a ver las cosas en clave católica, de vivir con estilo católico, de marcar católicamente el ritmo de nuestra existencia cotidiana.

Oraciones de la mañana.

Por la señal Xde la santa cruz, etc.…

Ofrecimiento

Dios mío, te amo y adoro con todo mi corazón. Te doy gracias por haberme creado, redimido, hecho cristiano y conservado durante esta noche. Te ofrezco las acciones de este día; mis pensamientos, palabras, obras y trabajos. Haced que sean todos según vuestra santísima voluntad y para mayor gloria vuestra. Preservadme del pecado y de todo mal. Vuestra gracia este siempre conmigo y con todos mis seres queridos. Amen.

Apostolado de la oración.

Señor mío Jesucristo, por medio del Inmaculado Corazón de María yo me consagro a tu Corazón y me ofrezco contigo al Padre, en tu Santo Sacrificio del Altar, con mi oración y mi trabajo, sufrimientos y alegrías de hoy, en reparación de nuestros pecados y para que venga a nosotros tu Reino. Te pido en especial por el Papa y sus intenciones. Por nuestros Obispo y sus intenciones. Y por las intenciones que la Santa Madre Iglesia a depositado en el Apostolado de la Oración para este mes de N.

Padre Nuestro. Ave María. Gloria al Padre. Credo.

Actos de Fe, Esperanza y Caridad.

- Dios mío, creo firmemente cuanto Vos, verdad infinita, habéis revelado y la Santa Madre Iglesia Católica nos propone para creer, conforme a lo cual quiero vivir. Aumenta, Señor, mi fe.

- Dios mío, todo lo espero de vuestra bondad y sin merito alguno de mi parte. Espero por nuestras promesas y por los meritos de Jesucristo Ntro. Salvador la vida eterna y las gracias necesarias para salvarme, ayudado por las buenas obras que quiero u debo hacer. Señor, que no quede yo confundido eternamente.

- Dios mío, te amo con todo mi corazón y por amor vuestro amo a mi prójimo como a mi mismo. Perdono todas las ofensas recibidas. Señor, haced que yo os ame cada día mas.

Ofrecimiento a la Virgen Inmaculada.

¡Oh, Señora, mía! ¡Oh, Madre, mía! Yo me ofrezco del todo y enteramente a Vos. Y en prueba de mi filial afecto, os consagro desde este día y para siempre, mis ojos, mis oídos, mi lengua y mi corazón; en una palabra todo mi ser y ya que soy todo vuestro, oh madre de bondad; guardadme y defendedme como hijo y posesión vuestra .Amen.

Madre, aquí tenéis a vuestro hijo (3 veces)

En Vos, Madre mía dulcísima, he puesto toda mi confianza. Nunca jamás seré confundido. Amen.

Las tres Ave María.

-María, Madre mía, por el poder que te concedió el Padre eterno; líbrame de caer en pecado mortal. Ave María.

-Maria, Madre mía, por la sabiduría, que te concedió el Hijo; líbrame de caer en pecado mortal. Ave María.

-María, Madre mía, por el amor que te concedió el Espíritu Santo; líbrame de caer en pecado mortal. Ave María.

El Acordaos a la Sma. Virgen María.

Acordaos, oh piadosísima y siempre Virgen María, Madre de la Palabra encarnada, que jamás se ha oído decir que alguno de cuantos han acudido a Vos, reclamado vuestra asistencia y vuestro auxilio halla sido abandonado. Animado con tal confianza a Vos también acudo, oh Madre Virgen de las vírgenes y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a compadecer ante vuestra presencia soberana. No desechéis mis humildes suplicas, oh purísima Madre de Dios, antes bien escuchadlas y acogedlas benignamente. Así sea.

Al santo Ángel Custodio.

Ángel de Dios que eres mi custodio y compañía; a quien por la Suma Majestad fui encomendado: guárdame, rígeme, ilumíname y gobiérname. Amen.

A San José.

¡Oh, Custodio y Padre de Vírgenes! ¡Glorioso San José! A cuya fiel guarda fueron encomendadas la misma inocencia: Cristo Jesús y la Virgen de vírgenes; Maria. Por estos dos seres queridos; por Jesús y por María, os suplico me alcancéis la gracia que, manteniéndome casto en el cuerpo, puro en la mente y limpio en el corazón sea siempre siervo fiel de Jesús y de María. Amen.

Invocaciones.

Jesús, José y María, os doy el corazón y el alma mía.

Jesús, José y María, asistidme en mi ultima agonía.

Jesús, José y María, con vosotros descansen en paz el alma mía. Amen.

Por de las Benditas almas del Purgatorio.

Padre Nuestro. Ave Maria. Gloria.

R/: Concédeles, Señor el descanso eterno.

V/: Y brille para ellas la luz perpetua. R/: Descanse en paz. Amen.

En el nombre del Padre, X y del Hijo y del Espíritu Santo. Amen.

Jaculatorias.

Sagrado Corazón de Jesús. En Vos confío.

Inmaculado Corazón de María. Sed la salvación del alma mía.

San José Bendito. Rogad por nosotros.

San Miguel arcángel. Rogad por nosotros.

Santos Ángeles Custodios. Rogad por nosotros.

Santos Patrones nuestros (de quien llevamos su nombre). Rogad por nosotros.

San (patrono de nuestra cuidad, pueblo, parroquia o nación). Rogad por nosotros.

Santos (de devoción personal). Rogad por nosotros.

Oraciones a lo largo de la jornada.

Comunión espiritual.

Creo Jesús mío que estas en los cielos, y en la tierra verdaderamente presente en el Santísimo Sacramento del Altar. Os amo y adoro con todas las fuerzas de mi corazón, y deseo recibiros en mi alma, mas como ahora no puedo hacerlo sacramentalmente, a lo menos os suplico que vengáis espiritualmente a mi corazón. Como si os hubiese recibido os abrazo y uno del todo a Vos. No permitáis, Señor, que jamás me separe de Ti.

ANGELUS

V. El Ángel del Señor anunció a María,

R. Y concibió por obra del Espíritu Santo.

Avemaría.

V. He aquí la esclava del Señor.

R. Hágase en mi según tu palabra.

Avemaría.

V. Y el Verbo se hizo carne.

R. Y habitó entre nosotros.

Avemaría.

V. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,

R. Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.

Oración

Te suplicamos, Señor, que derrames tu gracia en nuestras almas para que los que, por el anuncio del Ángel, hemos conocido la encarnación de tu Hijo Jesucristo, por su Pasión y Cruz seamos llevados a la gloria de su Resurrección. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

REGINA COELI

V. Alégrate, Reina del cielo; aleluya.

R. Porque el que mereciste llevar en tu seno; aleluya.

V. Ha resucitado, según predijo; aleluya.

R. Ruega por nosotros a Dios; aleluya.

V. Gózate y alégrate, Virgen María; aleluya.

R. Porque ha resucitado Dios verdaderamente; aleluya.

Oración

Oh Dios que por la resurrección de tu Hijo, nuestro Señor Jesucristo, te has dignado dar la alegría al mundo, concédenos que por su Madre, la Virgen María, alcancemos el gozo de la vida eterna. Por el mismo Jesucristo Nuestro Señor. Amén.

Oraciones de la Noche.

Por la señal señal X de la Santa Cruz, etc.…

Ofrecimiento.

Dios mío, te amo y adoro con todo mi corazón. Te doy gracias por haberme creado, redimido, hecho cristiano y conservado durante este día. Recibid lo bueno que halla podido hacer en el y perdonad lo malo que se que he cometido. Guárdame en el descanso de la noche de males y peligros. Vuestra gracia este siempre conmigo y con todos mis seres queridos.

Examen de conciencia.

Acto de contrición perfecta.

Señor mío Jesucristo, Dios y hombre verdadero, por ser Vos quien; sois bondad infinita y porque os amo sobre todos las cosas, me pesa de todo corazón el haberos ofendido. También me pesa porque me podéis castigar, con las penas eternas del infierno. Ayudado de vuestra divina gracia; propongo nunca mas volver a pecar, confesarme y cumplir la penitencia que me fuese impuesta Amen.

Acción de Gracias.

Por los beneficios recibidos durante este día y en el pasado: ¡Gracias te danos, oh Dios omnipotente!

Por Ntros. Bienhechores.

-Dígnate, Señor, bendecir y recompensar a todos los que nos han hecho bien a causa de vuestro nombre con la vida eterna.

Por los que se encomiendan a nuestras oraciones.

-Dios mío derrama tus bendiciones y misericordias sobre todos los vivos y los difuntos, por quienes yo por caridad, por agradecimiento o por amistad, tengo obligación e intención de rogar.

Padre Nuestro. Ave María. Gloria al Padre. Credo.

Actos de Fe, Esperanza y Caridad.

- Dios mío, creo firmemente cuanto Vos, bondad infinita, habéis revelado y la Santa Madre Iglesia Católica nos propone para creer, conforme a lo cual quiero vivir. Aumenta, Señor, mi fe.

- Dios mío, te amo con todo mi corazón y por amor vuestro amo a mi prójimo como a mi mismo. Perdono todas las ofensas recibidas. Señor, haced que yo os ame cada día mas.

Ofrecimiento a la Virgen Inmaculada.

Madre, aquí tenéis a vuestro hijo (3 veces)

En Vos, Madre mía dulcísima, he puesto toda mi confianza. Nunca jamás seré confundido. Amen.

Las tres Ave María.

-María, Madre mía, por el poder que te concedió el Padre; líbrame de caer en pecado mortal. Ave María.

-Maria, Madre mía, por la sabiduría, que te concedió el Hijo; líbrame de caer en pecado mortal. Ave María.

-María, Madre mía, por el amor que te concedió el Espíritu Santo; líbrame de caer en pecado mortal. Ave María.

El Acordaos a la Sma. Virgen Maria.

Al santo Ángel Custodio.

Ángel de Dios que eres mi custodio y compañía; a quien por la Suma Majestad fui encomendado: guárdame, rígeme, ilumíname y gobiérname. Amen.

A San José.

Invocaciones

Jesús, José y María, os doy el corazón y el alma mía.

Jesús, José y María, asistidme en mi ultima agonía.

Jesús, José y María, con vosotros descanse en paz el alma mía. Amen.

Por de las Benditas almas del Purgatorio.

Padre Nuestro. Ave Maria. Gloria.

R/: Concédeles, Señor el descanso eterno.

V/: Y brille para ellas la luz perpetua.

R/: Descanse en paz. Amen.

En el nombre del Padre, X y del Hijo y del Espíritu Santo. Amen.

Jaculatorias.

Sagrado Corazón de Jesús. En Vos confío.

Inmaculado Corazón de María. Sed la salvación del alma mía.

San José Bendito. Rogad por nosotros.

San Miguel arcángel. Rogad por nosotros.

Santos Ángeles Custodios. Rogad por nosotros.

Santos Patrones nuestros (de quien llevamos su nombre). Rogad por nosotros.

San (patrono de nuestra cuidad, pueblo, parroquia o nación). Rogad por nosotros.

Santos (de devoción personal). Rogad por nosotros.

Una oportunidad de ser misionero.

Una oración por la Instauración de la Santa Tradición Católica en Cuba y en el mundo.

¡Hola! !Laudetur Iesus Christus!

Soy el Presidente de Una Voce Cuba, asociación de fieles católicos; que defiende y promueve la celebración del Santo Sacrificio de la Misa en su Forma Extraordinaria; es decir la Santa Misa Tridentina: la Misa de siempre, la Misa de los Santos, La Misa Eterna. En la cual, están contenidas y expresadas toda la doctrina y la liturgia tradicional de la Santa Iglesia Romana. Lo que nos parece ser la única solución para renovar la Iglesia, la Cristiandad y el mundo.

Quiero invitarte a ti, apreciado amigo y hermano, mediante la participación en esta Cruzada Mariana a rezar por el logro de esta noble intención en suelo cubano, pues son muchas las dificultades y oposiciones que se están manifestando en nuestra contra. El enemigo infernal no duerme y no está dispuesto a ser vencido, precisamente allí, en donde mejor atrincherado y a gusto está.

Está demostrado que juntos, abonando esfuerzos, los católicos tradicionalistas podemos lograr muchas y grandes cosas. No todos pueden ser misioneros de la acción en pleno campo de batalla, pero si todos misioneros de retaguardia. Tu oficio será sencillo pero misteriosamente eficaz … tal cual es el poder de la oración confiada.

Te propongo unirte a nosotros y elevar todos los días mediante la devoción de las Tres Ave María , una plegaria a La Santísima Virgen María, Nuestra. Madre, Reina y Sra. Soberana, Mediadora Maternal de todas las gracias, por los siguientes fines:

-Para que el Mutuo Proprio Summorum Pontificum sea cada vez más conocido y aplicado en todo el mundo, para beneficio de muchas almas.

-Para que los obispos en sus diócesis, fieles a la voluntad del Vicario de Cristo, contribuyan y faciliten la celebración del Santo Sacrificio de la Misa según la Forma Extraordinaria del Rito Romano, favoreciendo así las legitimas aspiraciones de

muchos fieles.

-Para que el Papa Benedicto XVI, comience a oficiar públicamente el Sacrificio Eucarístico, según el venerable Misal Tridentino.

-Para que en todos los seminarios y noviciados del mundo, se enseñe y forme

a los futuros sacerdotes en una auténtica piedad litúrgica; en la línea de la hermenéutica de la continuidad.

-Para que en la Iglesia se respire un clima universal de amor, respeto y aprecio a las legítimas tradiciones que en el pasado nos han precedido y acompañado durante siglos y que aun hoy continúan siendo expresión viva de la fe.

-Por las conversaciones doctrinales que se llevan a cabo entre la Santa Sede Apostólica y la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, para que llegadas a feliz término produzcan abundante fruto para toda la cristiandad.

-Por un aumento de vocaciones sacerdotales y religiosas, en todas las congregaciones e institutos tradicionales que permitan su crecimiento y extensión.

¿Por qué las Tres Ave María? Simple: Porque Nuestra Madre Inmaculada prometió a santa Matilde, y a Santa Brígida entre otras santas más, que concedería todo lo que se pidiese a quién le invocase haciendo memoria de su familiaridad con la Trinidad Beatísima, precisamente mediante el rezo de tres Ave María.

¡Venga tu oración!, que la Madre de Dios, no faltará a su palabra … pues la plegaria a ella dirigida, nunca es desoída por su amantísimo Hijo. Ella, enemiga irreconciliable desde los comienzos, de todo error y herejía nos alcanzará la victoria. Ella está de nuestra parte y ésta es su obra.

Por favor, te agradecemos que pases y envíes este e mail a tus amigos y conocidos, necesitamos de la ayuda y colaboración de todos.

Confírmanos tu adhesión escribiendo a:unavocecuba@yahoo.es , la cual desde ya te agradecemos.

Queda de vosotros deudor y humilde servidor, In Domino

Javier Luis Candelario Diéguez.

¡Nos cum prole pia, benedicat Virgo Maria!

Las tres Ave María.

-María, Madre mía, por el poder que te concedió el Padre Eterno; líbrame de vivir y morir en pecado mortal.

Ave María.

-María, Madre mía, por la sabiduría, que te concedió vuestro Hijo Amado; líbrame de vivir y morir en pecado mortal.

Ave María.

-María, Madre mía, por el amor que te concedió el Espíritu Santo; vuestro Esposo, líbrame de vivir y morir en pecado mortal.

Ave María.

“Si te asistiré. Pero quiero que reces todos los días tres Avemarías para agradecer las gracias obradas en mí por las tres personas de la Santísima Trinidad: del Padre recibí el poder. Del Hijo recibí la sabiduría. Y del Espíritu Santo me fue otorgada la misericordia.”

(La Santísima Virgen María a Santa Matilde)

El Padre Nazario ejemplar jesuita, fallecido santamente hace varias décadas y fecundo escritor mariano, que tanto a contribuido con si pluma a difundir la devoción a la Virgen y la consagración según el espíritu de san Luis Mª Grignion, asegura la autenticidad del hecho que narraremos a continuacion.

Estando un sacerdote en el confesionario de la capilla angélica de la Virgen del Pilar de Zaragoza, vió a un militar allí rezando, quien por tres veces salio volvió a entrar. Iba ya el padre a salir del confesionario, cuando le detiene el militar diciendo: “Espere quiero confesarme, pero le voy a contar lo que me pasa. Hace muchos años que no vivo como cristiano. Al morir mi madre me hizo dos encargos: rezar todos los días las Tres Avemarías y hacer una visita a la Virgen del Pilar de Zaragoza. Siempre he rezado las Tres Avemarías, y hoy cuando sentía tentaciones de dilatarlo, he venido a hacer la visita. Rezando a los pies de la Virgen, he sentido una voz interior que me decía: “Confiésate” , y he respondido: “No quiero”. De nuevo he oído la misma voz: “Confiésate”, y por segunda vez he contestado: “Antes morir”. Por tercera vez he oído la voz misteriosa: “Confiésate o mueres”. Por dos veces me ha levantado para salir de la Iglesia y no he podido. He tenido que volver a los pies de la Virgen. Ya no puedo resistir mas. Padre, quiero confesarme. Hace treinta y seis años que no lo hago.

El militar arrepentido se confesó, comulgó y paso todo aquel día a los pies de la Virgen. Cuando el sacristán por la noche tuvo que cerrar las puertas, le mandó salir y vio que el sitio donde había estado quedaba humedecido por las lágrimas.

Cruzada Mariana que promueve

la Asociación de fieles Católicos: Una Voce Cuba

+ Ad Maiorem Dei Gloriam +

Esta página es obra de La Sociedad Pro Misa Latina -Una Voce Cuba-

Por la señal, X etc.…

Señor mío, Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador,

Padre, y Redentor mío, por ser Vos quien sois, bondad infinita y

porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos

ofendido, también me pesa porque podéis castigarme con las penas

eternas del infierno. Animado con tu divina gracia, propongo

firmemente nunca mas volver a pecar, confesarme y cumplir la

penitencia que me fuera impuesta. Amén.

Oración Inicial.

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza; a Ti, celestial Princesa, Virgen Sagrada María, te ofrezco desde este día alma, vida y corazón. ¡Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía!

Invocaciones al Dulce Nombre de María

Madre mía amantísima, en todos los instantes de mi vida, acuérdate de mí, miserable pecador. Avemaría.

Acueducto de las divinas gracias, concédeme abundancia de lágrimas para llorar mis pecados. Avemaría.

Reina del cielo y de la tierra, sé mi amparo y defensa en las tentaciones de mis enemigos. Avemaría.

Inmaculada hija de Joaquín y Ana, alcánzame de tu santísimo Hijo las gracias que necesito para mi salvación. Avemaría.

Abogada y refugio de los pecadores, asísteme en el trance de mi muerte y ábreme las puertas del cielo. Avemaría.

Acordaos, oh piadosísima y siempre Virgen María, Madre de la Palabra Encarnada, que jamás se ha oído decir que alguno de cuantos han acudido a Vos, implorando vuestra asistencia y reclamando vuestro socorro halla sido abandonado de. Animado con tal confianza a Vos también acudo, oh Virgen Madre de las vírgenes y aunque gimiendo bajo el peso de mis pecados me atrevo a compadecer ante vuestra presencia soberana. No desechéis mis humildes suplicas, oh Purísima Madre del salvador, antes bien, escuchadlas y acogedlas benignamente. Así sea.

Ofrecimiento de las flores a la Virgen.

Recibe, Madre, las flores de nuestro amor y nuestra alegría. Para que tu gozo sea cumplido. Guarda en tu corazón las flores que te ofrecemos. Para que ahora y siempre nuestro amor y nuestra alegría, nuestra castidad y nuestra esperanza, sean la prenda bendita de tu gozo y del nuestro.

Cántico:

Venid y vamos todos / con flores a porfía / con flores a María / que Madre nuestra es. /

De nuevo aquí nos tienes / purísima doncella / más que la luna bella / postrados a tus pies.

Venimos a ofrecerte / las flores este suelo / con cuánto amor y anhelo / Señora Tú lo ves.

(Sugerencias de las flores espirituales que como obsequios se pueden ofrecer a la Virgen, para cada día del mes de mayo: )

1-Prontitud para el trabajo, empezando por levantarme sin pereza.

2-Examinar mi devoción a la Virgen y cómo la practico.

3-Examinar mi consagración a Cristo y a su Corazón.

4-Poner los medios para estar en gracia de Dios.

5-Estudiar cómo debo guardar la pureza de pensamiento y obras.

6-Procurar ser amable con los demás.

7-Reflexionar si cumplo lo que Dios quiere de mi.

8-Aceptar algo del Magisterio, o de la Religión, que me moleste.

9-Hablar de la Virgen.

10-Recordar algo que me desagrade de otros, y disculparlos.

11-Repetir mi juramento cristiano de lealtad a Cristo y al Papa.

12-Estar un rato comparando mi vida con la de María.

13-Desprenderme de algo en beneficio de otra persona.

14-Hacer con especial cuidado el examen de la noche.

15-Hacer con especial cuidado el ofrecimiento de obras.

16-Comulgar pidiendo fortaleza en las tentaciones.

17-Proponer hacer los cinco primeros sábados.

18-Recitar con devoción el Ángelus.

19-Visitar algún enfermo.

20-Rezar todos los días las tres Avemarías al levantarme y acostarme.

21-Dar un donativo para alguna necesidad.

22-Encomendar a la Virgen mis dificultades y aceptar su decisión.

23-Pedir al Ángel de la guarda remordimiento por mis pecados de omisión.

24-Ofrecer algunas mortificaciones por el fruto de mi apostolado.

25-Descubrir en qué tengo respeto humano, y vencerlo.

26-Ver si todas mis lecturas y espectáculos los aprobará la Virgen.

27-Meditar un rato en el valor de la castidad.

28-Revisar si en todas mis ocupaciones y diversiones imito a Cristo.

29-Pensar con alegría en el cielo, y prepararme para la muerte, quizá repentina.

30-Rezar el Rosario con devoción.

31-Quitar de mi algo que moleste a los demás.

Oración final.

Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios, no desoigas la oración de tus hijos necesitados y líbranos de todo peligro, ¡oh siempre Virgen, gloriosa y bendita!

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Ave Maria Purísima. Sin pecado concebida.

MES DE Junio
Mes del Saagrado Corazon de Jesus.

"Te saludamos, Corazón amantísimo de Jesús... Te alabamos, te glorificamos, te damos gracias. Te amamos con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma, con todas nuestras fuerzas. Te ofrecemos nuestro corazón: recíbelo, poséelo totalmente”.

(San Juan de Eudes)

Por la señal, X etc.…

Señor mío, Jesucristo, Dios y hombre verdadero, Creador,

Padre, y Redentor mío, por ser Vos quien sois, bondad infinita y

porque os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos

ofendido, también me pesa porque podéis castigarme con las penas

eternas del infierno. Animado con tu divina gracia, propongo

firmemente nunca mas volver a pecar, confesarme y cumplir la

penitencia que me fuera impuesta. Amén.

Oración preparatoria.

Dios mío, me postro ante vuestra presencia soberana; yo os adoro en union de vuestro Santísimo Hijo, Ntro. Sr. Jesucristo y deseo unir mi corazón al suyo para ofreceros una oración pura y agradable a vuestros divinos ojos. Ángel de mi guarda y santos de mi devoción, interceded por mí, a fin de que pueda meditar las excelencias del amor de Cristo

Deprecaciones

-!Oh Corazón amorosísimo de Jesús! Por vuestra herida preciosa abierta para dar paso a las llamas de vuestro inmenso amor, haced que el incendio de la caridad purifique nuestros corazones de la inmundicia del pecado.

Padre Nuestro. Ave María. Gloria.

-!Oh Corazón sacratísimo de Jesús! Por vuestra corono de espinas que

os atormento, con las puntas crueles de nuestros pecados,

alcanzadnos un santo y sincero remordimiento de nuestras culpas.

Padre Nuestro. Ave María. Gloria.

-!Oh Corazón dulcísimo de Jesús! Por vuestra cruz plantada como árbol frondoso

alimentado por la sangre divina, signo de vuestro ardiente deseo

de ser crucificado, concedednos una entera resignación a los designios de la divina providencia.

Padre Nuestro. Ave María. Gloria.

Consagración al Sagrado Corazón de Jesús.

!Oh Corazón dulcísimo de Jesús, Rey de amor! Por mediación de vuestra Madre y Madre mía; la Santísima Virgen María, acepto muy gustoso el pacto que Vos me proponéis de cuidar Vos de mi y de mis cosas y cuidar yo de Vos y de vuestra gloria.

Todo lo mío lo pongo en vuestras manos: mi familia, mi negocio y ocupaciones todas; mi vida, mi cuerpo con sus sentidos, salud y vida; mi alma con sus potencias, virtudes y meritos; mi propia salvación y santificación.

Cuidad Vos de mí, yo en cambio cuidaré de Vos: de glorificaros cuanto pueda. Os prometo contribuir con comuniones, santas Misas, Rosarios, oraciones y jaculatorias; con la paciencia de sufrir las cruces ordinarias de la vida; con el fiel cumplimiento de las obligaciones de mi estado; con obras de misericordia, con limosnas y sacrificios; con la propaganda, con el buen ejemplo de palabra y por escrito, a daros toda gloria y reparación que me sea posible. Quiero extender por todo el mundo vuestro reinado de Amor. Hacedme perfectísimo amante y apóstol de vuestro amantísimo Corazón.

Amén.

El Mes de Mayo en honor de María y de Junio al Sagrado Corazón de Jesús es una práctica que se ha extendido entre los devotos de todo el mundo, y esto hace que, al practica dichos ejercicios nos encontremos unidos de corazón con tantos miles de cristianos que lo practican devotamente. Este pensamiento nos ha de estimular a hacer estos ejercicios de piedad con todo el fervor y devoción.

MES DE MAYO
Mes de María

Bienvenido Mayo, y con alegría; por eso roguemos a Santa María

que pida a su Hijo aún todavía que de pecado y locura nos guarde.

Bienvenido Mayo. Bienvenido seas, y con alegría.

(Alfonso X El Sabio)

Eficacia de las Tres Avemarías.

EL VALOR DE LA ORACIÓN

Dios lo puede todo; como la felicidad y la suerte

de los pueblos, tiene también en sus manos los

humanos consejos, y dulcemente los inclina a donde

El quiere. Para su omnipotencia, aun los obstáculos

son medios con que plasmar las cosas y los

acontecimientos y dirigir las mentes y el libre albedrío

a sus altísimos fines.

Orad, pues, venerables hermanos; orad sin interrupción,

orad principalmente cuando ofrecéis el

divino sacrificio del amor. Orad vosotros a quienes

la valiente profesión de fe impone hoy duros,

penosos y no raras veces heroicos sacrificios; orad

vosotros, miembros pacientes y dolientes de la Iglesia,

cuando Jesús viene a consolar y aliviar nuestras

penas.

y no olvidéis mediante un verdadero espíritu de

mortificación y dignas obras de penitencia, de hacer

vuestras plegarias más aceptables a Aquel que

«levanta a los que caen y anima a los oprimidos»,

para que El, en su misericordia, abrevie los días de

la prueba y se cumplan así las palabras del Salmo:

«Clamaron al Señor en sus tribulaciones y los libró

de sus necesidades.»

y vosotros cándidas legiones de niños tan amados

y predilectos de Jesús, al comulgar con el Pan

de vida, alzad vuestras ingenuas e inocentes plegarias

y unidlas a las de toda la Iglesia. A la inocencia

suplicante no resiste el Corazón de Jesús,

que os ama; orad todos, orad sin interrupción; «sine

intermissione orate».

Así pondréis en práctica el sublime precepto del

Divino Maestro, el testamento más sagrado de su

Corazón; «ut omnes unum sint»; que vivan todos

en aquella unidad de fe y de amor, por la que reconozca el mundo la potencia y la eficacia de la misión

de Cristo y de la obra de su Iglesia.

La Iglesia primitiva comprendió y actuó este

divino precepto y lo expresó en una magnifica oración;

uníos también vosotros con los mismos sentimientos

que también responden a las necesidades

de la hora presente: «Acuérdate, Señor, de tu Iglesia

para que la libres de todo mal y la perfecciones

en tu caridad; y de los cuatro vientos reúnela santificada

en tu reino, que preparaste para ella; pues

tuya es la virtud y gloria por los siglos de los siglos

» (1).

Con la confianza que Dios, autor y amador de

la paz, escuche las súplicas de la Iglesia, en prenda

de la abundancia de las gracias divinas y con

la plenitud de nuestro ánimo paternal, Os damos la

bendición apostólica.

Dada en Castelgandolfo cerca de Roma, el 20

de octubre del año 1939, primero de nuestro pontificado.

- Pío Papa XII.

(1) Esta magnífica plegaria que S. S. nos propone, procede

de un manual religioso compuesto antes del año l00

(Didaché o Doctrina de los doce Apóstoles, encontrado, por

fortuna, en 1883); su inserción en la encíclica parece indicar

que el Papa encuentra alguna similitud entre las necesidades

de la primitiva Iglesia y las de nuestros días: El mismo

Pío XI I acude al ejemplo de aquella Iglesia en su alocución

del día de la Ascensión del año 1942 en la que leemos,

entre otra,; muchas alusiones, el siguiente fragmento:

"¿ De dónde sacaban aquellos 'Cristianos 'tanto valor í'

De la unión eucarística con Jesucristo en la mesa del Pan

de los fuertes. Hermanos, y hermanos en Jesucristo, alimentados

por el mismo pan y la misma comida, con una misma

esperanza en una misma Iglesia, millares de corazones y millares

de -almas formaban una inmensa familia con un solo

corazón y una sola alma, en la señal santificadora de la Eucaristía.

Por eso la Iglesia de nuestros días tiende su mirada

a la Iglesia primitiva.»