+ Ad Maiorem Dei Gloriam +

Esta página es obra de La Sociedad Pro Misa Latina -Una Voce Cuba-

TODOS  LOS DERECHOS RESERVADOS.

 

Navidad.

Venid, fieles todos: ¡Adoremos a Ntro. Señor!

Navidad es una fiesta que está bajo un ataque tremendo en estos últimos tiempos. Santa Claus ha tomado el lugar de Jesús- Niño y el mall o el centro comercial ha tomado el lugar del templo. Que triste que el Domingo antes de Navidad; los estacionamientos de las Iglesias estén vacíos mientras en los centros comerciales es una hazaña encontrar un lugar donde estacionar el carro. Dice la Palabra de Dios: "Donde está tu tesoro, allí esta tu corazón" (Mat.6:21) ?Dónde está nuestro corazón? ? En un centro comercial?…. ?Cuando llegue la tribulación a tu vida, a donde vas a ir a buscar consuelo y paz? ?Al Mall?

 

Navidad es una fiesta de cumple años donde se le compran regalos a todos menos al niño que cumple. Donde se hace una fiesta y no se invita al homenajeado, donde aún se trata de que no se mencione el nombre del niño que nació, que triste, su nombre es JESUS. El Apóstol Pablo, un hombre que un día fue su enemigo y que se rindió a El, dice que: frente a ese nombre se doblará toda rodilla en el cielo, en la tierra, y hasta en el infierno y a este "nombre sobre todo nombre" lo queremos borrar de nuestras vidas.

 

Para más confusión y desconsuelo en los últimos años, hemos visto surgir ciertos líderes (vamos a llamarlos así) cristianos que se han sumado a la campaña de enemigos de la Navidad. Desde estaciones radiales gritan: Es una fiesta pagana!, y se basan en esta "guerra santa" contra la celebración del nacimiento de Jesús, en que la antigua Roma celebraba ese día la fiesta del "sol invicto". Al diablo no le faltan "casualidades". Otros grandes estudiosos de la Palabra de Dios reclaman que Jesús no nació en esta fecha. Por lo tanto la solución para muchos es olvidarse de esta fiesta. Pobres predicadores que quieren privar al cristianismo de lo más hermoso de Aquel que le dio vida, la sensibilidad.

 

Para los que unen sus fuerzas con el enemigo aclaremos algunos puntos:

 

Los cristianos no celebramos fechas, celebramos hechos. Nosotros nos alegramos y celebramos el hecho de Aquel que no cabe en el universo quiso nacer de una Virgen en este pequeño planeta del inmenso universo para reconciliar al hombre con su Creador.

Como todo hecho neotestamentario, la Navidad tiene precedencia bíblica. Inclusive, el día 25 de Diciembre ya era celebrado en el antiguo Pacto, para los "fundamentalistas" les voy a dar el dato: se encuentra en el primer libro de los Macabeos 4-52. Aunque este libro está considerado por muchos cristianos como deuterocanónico (apócrifo) ningún estudioso serio dudaría de su valor histórico.

Además lo que a continuación detallo está atestiguado por un escritor tan serio como Max L. Margolis en su libro: "A History of the Jewish People" – página 140. Según el libro de los Macabeos el templo y el altar fueron profanados. Judas Macabeo y sus hermanos ordenaron a los sacerdotes que purificaran el santuario y echaran fuera el altar profanado. En su lugar se edificó un nuevo altar y en la madrugada del 25 de kisleu, correspondiente a nuestro mes de diciembre, fue consagrado. La fachada del templo fue adornada, se encendieron luces y fue grande la alegría en el pueblo. Este es el origen de la fiesta de "Hanukah", donde también se le dan regalos a los niños.

 

También en la madrugada del 25 de kisleu, los cristianos celebramos el nacimiento de Jesús. Así como el altar profanado fue echado fuera y se construyó un altar nuevo, así también el sacrificio antiguo y una ley profanada por preceptos humanos fueron anulados con el nacimiento del Mesías y un nuevo altar con un sacrificio perfecto fue instaurado para regocijo y salvación de toda la humanidad.

 

Este es el verdadero sentido de la Navidad, cuyo centro es Jesús y no un centro comercial o una fiesta pagana. Rescatemos la Navidad para Cristo y cantemos con los ángeles de Belén: "Gloria a Dios en el cielo y en  la tierra paz a los hombres de Buena Voluntad ." Amen.

Operación Manolín.

Haciendo posible una Navidad cristiana en Cuba.

Haciendo posible un sueño.

 

 

¿Esta Navidad, quiere enviar un Niñito Jesús para Cuba?

Usted contribuirá a conformar un hogar alegre y luminoso, donde reine Dios.

Usted contribuirá a que en miles de hogares se vuelva a recobrar el sentido de la Navidad.

¡Una Voce Cuba tiene pensado con su ayuda distribuir cientos de Belén!

Súmese ya a la “Operación Manolín” y envíe por nuestro medio una imagen del Niño Dios a una familia cubana. Regale un poco de alegría en esta navidad, haciendo a otros muy felices. Ciertamente no habría mejor manera de celebrar la navidad que llevando a Dios, precisamente allí donde está ausente.

¿Como hacerlo? Siga las indicaciones que le ofrecemos:

-Compre un Niño Jesús de pesebre en la tienda mas cercana a su casa.

 No importa el tamaño. Es lo de menos.

-Envuélvalo o revístalo  de forma que quede bien asegurado evitando que se rompa.

-Acomódelo dentro de una o dos cajas fuertes, y cálcelo con poli-espuma.

-Envíelo por correo postal certificado a la:

 

     Javier Luis Candelario Diéguez.

Capricho, 7902

entre Contreras y Gumá.

Matanzas 40100

Cuba

 

 

Infórmenos mediante nuestro correo electrónico de su envío y numero de certificación para nosotros estar al tanto de el y poder reclamarle.

Ya hemos dado los primeros gracias a la generosidad inmediata de amigos y colaboradores. Y la experiencia ha sido maravillosa. ¡Súmate por amor a Dios en estas tierras!

Usted recibirá a vuelta de correo electrónico una foto de la familia a quien a beneficiado y una carta de agradecimiento de su parte. Junto a la promesas de sus seguras oraciones ante el recién nacido.

 

¿CUÁNDO NACIÓ JESUCRISTO?

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

¿Cómo surgió el calendario que usamos en la actualidad?

Cristo vino al mundo durante el Imperio romano. Los cristianos de los primeros siglos usaban los calendarios de su época que se referían a fechas de acontecimientos importantes para aquel mundo: fechas de emperadores, olimpiadas o el año de la fundación de Roma.

A comienzos del siglo VI DC el cristianismo se había propagado por todo el imperio. Uno de los hombres mas sabios de la época, el monje y astrónomo de Scythia (actual

 Suroeste de Rusia), Dionisio el Exiguo (el pequeño) recopiló una tabla de fechas para la Pascua utilizando el calendario del emperador Dioclesiano. Entonces, después de muchos estudios y cálculos, quiso reanudar el sistema de cuenta de los años tomando el nacimiento de Jesucristo, Señor y centro de la Historia, como punto de partida. Dionisio señaló el año 753 de la fundación de Roma como el año del nacimiento de Jesucristo. Tomó entonces este año como primero de la era cristiana. Paulatinamente este nuevo calendario fue tomando importancia primero entre los cristianos y

 

después en el mundo secular. Es el calendario que hoy se reconoce universalmente, aunque en algunas regiones aun utilizan también otros calendarios. Es según este calendario que comenzamos el tercer milenio.

Aunque Dionisio hizo un buen trabajo, no pudo saber exactamente la fecha exacta del nacimiento de Cristo. Estudios posteriores indican que Cristo nació varios años antes de lo que calculó el monje Dionisio:

 

-Jesús nació durante el reinado de Herodes el Grande. Los Evangelios y el historiador Macrobio señalan que Herodes murió poco después de la masacre de los Santos Inocentes. También sabemos, según los datos del historiador Flavio Josefo, que Herodes el Grande murió en el año 750 de Roma. Por lo que se deduce que Jesús debe haber nacido antes de ese año.

-Según San Lucas, Jesús contaba con unos treinta años cuando fue bautizado. Ahora bien, como San Juan Bautista comenzó su ministerio el año 15 del reinado de Tiberio, tenemos un punto de referencia. El año 764 de Roma es la fecha más probable del principio del reinado de Tiberio. Si añadimos 15 años para llegar al ministerio de San Juan Bautista, estamos en el año 779 de la fundación de Roma. Si para entonces Jesús tenía 30 años, El nació el 749 de la fundación de Roma, es decir 4 años antes de lo calculado por Dionisio. La fecha del nacimientos de Jesús sería el año 4 AC.

La imprecisión de la fecha en ningún modo disminuye la importancia de celebrar el nacimiento de Jesús. No cambia la realidad histórica y trascendental de que el Verbo Eterno se hizo hombre y habitó entre nosotros para salvarnos. Lo importante no es la fecha del nacimiento sino el nacimiento en si mismo.

Pongamos un ejemplo. Si unos hijos no supiesen el día exacto del nacimiento de su padre (supongamos que este quedó huérfano en la guerra y no quedó constancia de su fecha de nacimiento). ¿No sería lógico que esos hijos, ante la carencia de datos, escogiese una fecha aproximada para celebrar el cumpleaños de su padre querido?.  Pues, aunque no supiesen exactamente el día que nació, ciertamente saben que su padre nació y vive entre ellos y eso es lo que quieren celebrar.  ¿Qué tal si algunos de los hijos rehusaran celebrar apelando a que la fecha es incierta y entonces cada uno optara por celebrarle el cumpleaños en un año o día distinto? ¿Acaso no sería un agravio contra el padre quien lo que quiere es celebrar con toda su familia unida? A esos hijos habría que preguntarles: ¿qué es lo mas importante, el día del calendario o la persona?

Igualmente, lo importante no es la fecha exacta del nacimiento de Jesús sino el hecho de que el Verbo verdaderamente se hizo hombre y habitó entre nosotros, naciendo de María Santísima en el tiempo y en la historia.  Esa realidad es digna de la mayor de las celebraciones porque trae la salvación al mundo entero.  Para celebrar unidos, es razonable que, al no saber a ciencia cierta el día natalicio de Jesús, la Iglesia haya escogido una fecha con la mayor aproximación de que era capaz cuando se hizo el calendario.  

Entonces los Cristianos debemos celebrar la Navidad y celebrar el Gran jubileo de nuestra redención con todo el corazón porque celebramos a Jesucristo.

Cristo, verdadero Dios y verdadero hombre, es Señor del cosmos y también Señor de la historia, de la que es « el Alfa y la Omega » (Ap 1, 8; 21, 6), « el Principio y el Fin » (Ap 21, 6). En El el Padre ha dicho la palabra definitiva sobre el hombre y sobre la historia. Esto es lo que expresa sintéticamente la Carta a los Hebreos: « Muchas veces y de muchos modos habló Dios en el pasado a nuestros Padres por medio de los Profetas: en estos últimos tiempos nos ha hablado por medio del Hijo » (1, 1-2). Tertio Millennio Adveniente #5

 

-Padre Jordi Rivero

LA ARQUEOLOGIA HACE REVELACIONES

SOBRE LOS REYES MAGOS

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

ROMA, 4 enero (ZENIT)- Los Reyes Magos no son personajes creados por siglos de tradición cristiana. Su existencia, además de quedar bien testimoniada en el Evangelio, ahora es documentada por los descubrimientos arqueológicos.

 Esta curiosa y extraordinaria revelación se encuentra contenida en una tablilla, en la que se han acuñado caracteres cuneiformes. Se trata de un auténtico documento astronómico y astrológico (entonces las dos disciplinas eran hermanas gemelas) que revela la existencia de una conjunción de Júpiter y Saturno en la constelación de Piscis en el año 7 antes de Cristo.

Los Evangelios enmarcan el nacimiento de Jesús en tiempos del censo del imperio ordenado por César Augusto, cuando Quirino era gobernador de Siria, y en los últimos años del rey Herodes, quien falleció el mes de marzo del año 4 a.C. Para los historiadores, Jesús nació unos siete años antes del año «0». El evangelista Mateo (2, 2) pone en relación el evento de Belén con la aparición de una estrella particularmente luminosa en el cielo de Palestina. Y es precisamente en este momento en el que la tablilla de arcilla ofrece un testimonio particular.

 Existen muchas hipótesis sobre la estrella que vieron los magos ("magoi" en griego era la palabra con que se denominaba a la casta de sacerdotes persas y babilonios que se dedicaban al estudio de la astronomía y de la astrología) y que les llevó a afrontar un viaje de unos mil kilómetros con el objetivo de rendir homenaje a un recién nacido.

 El 17 de diciembre de 1603, Johannes Kepler, astrónomo y matemático de la corte del emperador Rodolfo II de Habsburgo, al observar con un modesto telescopio desde el castillo de Praga el acercamiento de Júpiter y Saturno en la constelación de Piscis, se preguntó por primera vez si el Evangelio no se refería precisamente a ese mismo fenómeno. Hizo concienzudos cálculos hasta descubrir que una conjunción de este tipo tuvo lugar en el año 7 a.C. Recordó también que el famoso rabino y escritor Isaac Abravanel (1437-1508) había hablado de un influjo extraordinario atribuido por los astrólogos hebreos a aquel fenómeno: el Mesías tenía que aparecer durante una conjunción de Júpiter y Saturno en la constelación

 

de Piscis. Kepler habló en sus libros de su descubrimiento, pero la hipótesis cayó en el olvido perdida entre su inmenso legado astronómico.

 Faltaba una demostración científica clara. Llegó en 1925, cuando el erudito alemán P. Schnabel descifró anotaciones neobabilonias de escritura cuneiforme acuñadas en una tabla encontrada entre las ruinas de un antiguo templo del sol, en la escuela de astrología de Sippar, antigua ciudad que se encontraba en la confluencia del Tigris y el Éufrates, a unos cien kilómetros al norte de Babilonia. La tablilla se encuentra ahora en el Museo estatal de Berlín.

Entre los numerosos datos de observación astronómica sobre los dos planetas, Schnabel encuentra en la tabla un dato sorprendente: la conjunción entre Júpiter y Saturno en la constelación de Piscis tiene lugar en el año 7 a.C., en tres ocasiones, durante pocos meses: del 29 de mayo al 8 de junio; del 26 de septiembre al 6 de octubre; del 5 al 15 de diciembre. Además, según los cálculos matemáticos, esta triple conjunción se vio con gran claridad en la región del Mediterráneo.

Si este descubrimiento se identifica con la estrella de Navidad de la que habla el Evangelio de Mateo, el significado astrológico de las tres conjunciones hace sumamente verosímil la decisión de los Magos de emprender un largo viaje hasta Jerusalén para buscar al Mesías recién nacido. Según explica el prestigioso catedrático de fenomenología de la religión de la Pontificia Universidad Gregoriana, Giovanni Magnani, autor del libro «Jesús, constructor y maestro» («Gesú costruttore e maestro, Cittadella, Asís, 1997), «en la antigua astrología, Júpiter era considerado como la estrella del Príncipe del mundo y la constelación de Piscis como el signo del final de los tiempos. El planea Saturno era considerado en Oriente como la estrella de Palestina. Cuando Júpiter se encuentra con Saturno en la constelación de Piscis, significa que el Señor del final de los tiempos se aparecerá este año en Palestina. Con esta expectativa llegan los Magos a Jerusalén, según el Evangelio de Mateo 2,2». «¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle» preguntan los magos a los habitantes de Jerusalén y después a Herodes.

La triple conjunción de los dos planetas en la constelación de Piscis explica también la aparición y la desaparición de la estrella, dato confirmado por el Evangelio. La tercera conjunción de Júpiter y Saturno, unidos como si se tratara de un gran astro, tuvo lugar del 5 al 15 de diciembre. En el crepúsculo, la intensa luz podía verse al mirar hacia el Sur, de modo que los Magos de Oriente, al caminar de Jerusalén a Belén, la tenían en frente. La estrella parecía moverse, como explica el Evangelio, «delante de ellos» (Mt 2, 9).

Tomado de  Zenit

¡Gloria y paz!

 Jesusito, amor de Una Voce Cuba :

 Cuidad Vos de nosotros, que nosotros cuidaremos de Vos y de vuestra gloria.

"El pueblo que andaba en tinieblas vio una luz resplandeciente. Sobre los  que vivían en sombras, brilló una luz. Porque un niño nos ha nacido, un hijo se nos ha dado. Estará el señorío sobre su hombro y su nombre será: Maravilla de Consejero, Dios Fuerte, Siempre Padre, Príncipe de Paz". (Is 9)

 

¡Feliz Navidad y Santo Año Nuevo 2011!