+ Ad Maiorem Dei Gloriam +

Esta página es obra de La Sociedad Pro Misa Latina -Una Voce Cuba-

TODOS  LOS DERECHOS RESERVADOS.

Sociedad descristianizada.

¡Vuelva Cristo de su destierro y del olvido a la vida pública y social, surja del fondo de las conciencias individuales en que se le ha querido arrinconar! ¡Reine Jesús por siempre, reine su Corazón, en cada alma, en la sociedad, en nuestra patria, en nuestro suelo; sea de María la Nación!

 El mundo moderno es una sociedad atea y descristianizada, hija de la revolución francesa cuyo principio como su fin, es eliminar el cristianismo entero, la revelación divina y el orden sobrenatural, para atenerse únicamente a lo que sus teorizantes llaman los postulados de la naturaleza y  la razón…. La modernidad es la sociedad descristianizada; es el Cristo arrinconado en el fondo de las conciencias individuales, desterrado de todo lo que sea publico y social, desterrado del estado que ya no busca  en Su autoridad la consagración de la suya propia; desterrado de las leyes, pues la suya no es ya la regla soberana; desterrado de la familia, constituida fuera de su bendición; desterrado de la escuela, en donde su enseñanza no es ya el alma de la educación; desterrado de la ciencia, en donde ya no obtiene por todo homenaje mas que una especie de neutralidad no menos injuriosa que la misma contradicción; desterrado de todas partes, salvo en un rincón del alma en donde se ha consentido en dejarle en resto de domicilio.

la lucha entre el bien y el mal, entre la luz y la oscuridad de las  tinieblas no supone cosa fácil, Primero el pecado que trata de socavar nuestro espíritu y busca sacarle de nuestras almas. Luego las mentalidades racionalistas y ateas, de pequeños grupos y sectores, que tratan de imponerse estableciendo un orden desacralizante y liberal, bajo falsas excusas de respeto, tolerancia, libertad y bien común. ¡Engaños! Y solo engaños..., la sociedad

moderna, progresista y asesina desprecia a la Iglesia que engendro con su fe y con su esfuerzo titánico la cristiandad que se regia por la Ley de Dios. La modernidad luciferiana ha generado una sociedad amorfa y hedonista soberbiamente encerrada en si misma que, grita frenéticamente: ¡“No serviam”!, antiguo grito rebelde, que recoge el eco de los labios de los que crucificaron a Cristo: ¡ No queremos que este reine sobre nosotros”! Son los mismo, ayer unos; otros hoy. Hoy los parlamentos que legalizan el aborto, la eutanasia, el divorcio, la homosexualidad, la pornografía y la prostitución como oficio. Que bien puede haber en ausencia del sumo bien, que libertad y respeto puede existir, sin aquel que es el camino, la verdad y la vida, de aquel que siendo Dios se hizo hombre y muriendo en una cruz a precio de su sangre nos rescato de la muerte y del pecado. De a aquel que es el amor y que nos a amado hasta el extremo.

Los hijos de la Iglesia a las órdenes del Sumo Pontífice debemos combatir los nobles combates de la fe, (1 Tm.  ) hasta conseguir que Cristo reine en los corazones, en las familias, en las naciones y en el mundo entero.

La necesidad de este reinado, es la base de nuestra felicidad, de la felicidad del género humano, por lo que ha de ser empeño de todos y cada uno de nosotros, el que Cristo reine, y que nuestro mundo sea un mundo cristianizado. Solo así podrá llegar a ser una sociedad mas justa, más equiparable, más fraterna para todos.

San Pío X decía “no está por inventar ni por construir en las nubes sino que ha existido y existe, es la civilización cristiana, es la ciudad católica”. Esta es nuestra firme convicción. La ciudad católica tradicional y sacra del mismo tipo, en cuanto a su esencia que aquella que conoció el Medioevo, sólo nos puede salvar de un mundo que muere por laicista y ateo.

   Soy una “esclava.”

 

Leí hace poco una entrevista a una ex ministra, de cuyo nombre no quiero acordarme. Ha escrito un libro titulado “Solas” en el cual se cantan las excelencias de la mujer “liberada”; que vive solita en su casa, una vez se ha liberado del yugo del marido (está divorciada) y de los  hijos (ella no tiene). Se proclama por fin libre: entra y sale cuando quiere, tiene la casa a su gusto, se hace las comidas que ha ella le placen, sin tener que pensar en nadie mas. Compadece a aquellas que, como yo, tenemos un marido al que queremos y que nos quiere, y unos hijos que nos quitan intimidad, como una “amiga” suya , -qué concepto tendrá de la amistad cuando habla con ese menosprecio de ella-, que, para tener un rato de intimidad, se encierra en el lavabo, “!pobrecilla!”.

 

Ella, desde hace años pasa muchas horas fuera de casa, trabajando. En resumen, es una mujer realizada. No como yo que soy una esclava.  Curiosamente, cuando comento a otras madres de familia -que por necesidad tienen que trabajar- que puedo estar en casa cuidando de mi familia me suelen decir: “¡Qué suerte! Quien pudiera hacerlo.”

Curiosamente, también, tengo la casa a mi gusto, a saber adaptada para tener niños pequeños, totalmente deseados –palabra tan de moda hoy en día- porque mi deseo es hacer la voluntad de Dios. Entro y salgo cuando quiero, la única diferencia es que no salgo sola, sino con los pequeños o con los cuatro, los sábados, los domingos.

Según ésta señora yo no trabajo, ya que por lo visto, tener la casa limpia y en orden, cuidar de los niños, hacer la comida, lavar la ropa, etc., no es trabajar. Mi sueldo son: el amor y la felicidad de mi marido; las sonrisas de mis hijos; oírles decir “mama” y “papa” por primera vez, verles dar los primeros pasos…. Sueldo que, por cierto, no cambiaría por nada del mundo. Sin duda, debo de ser una pobre desgraciada, aunque la verdad, nunca me había dado cuenta, por tener que oír llantos de bebe, en vez de chillidos de jefes y de discusiones políticas.

Pero, claro, ella llega a su casa del trabajo, y no hay nadie que le dé la lata, mientras que yo, llego a casa, de comprar, por ejemplo, y me encuentro con la lata de cinco sonrisas radiantes, y de voces que dicen: “!Hola Mama!!’ que bien que has vuelto.” Y claro, ella tiene intimidad, y ya que para ella, la intimidad es vivir sola, mientras que, para mí, la intimidad es mi relación de amor con los seres que configuran mi familia.

¡Ay, qué pena mas gorda le doy! Ella es una mujer liberada, y yo, solo soy una pobre esclava. Pero os confesaré un secreto: leyendo esta entrevista, no puedo menos que exclamar: Pues si mi vida es la de una esclava, ¡viva la esclavitud!

 

Gema Silva.

Ave María

Matrimonio indisoluble.

 

Corren ríos de tinta reclamando el aborto (asesinato de niños inocentes), como un derecho humano mas. El capitalismo salvaje y su democracia liberal-socialista no son precisamente instituciones sociales basadas en la ley de Dios, sino estructuras de pecado, que no retroceden ni ante el infanticidio. También se tiene como un “derecho fundamental” del ciudadano democrático el divorcio. De esta ley antinatural y anticristiana dijo uno de los mas grandes intelectuales del siglo pasado, Alvaro d’Ors, lo siguiente: “La proliferación del divorcio, como fenómeno social, es casi mas grave que la despenalización del aborto, porque este es un crimen y así lo ha advertido cualquier conciencia no deformada; el divorcio en cambio, destruye el mismo tejido de la sociedad.” Psicólogos, sociólogos y policías saben mucho acerca de esta calamidad. La promulgación de la ley del divorcio trajo a España la degradación moral y la disolución de la familia. El divorcio no ha sido la solución de un mal menor, sino el desbordamiento de males mayores.

 

 

 

 

 

 

 

Así  lo definió la Iglesia, Madre y Maestra, en el Concilio de Trento: “Si alguno dijese que la Iglesia yerra cuando enseñó y enseña que, conforme a la doctrina del Evangelio y los apóstoles, no se puede desatar el vínculo del matrimonio por la razón de adulterio de uno de los cónyuges… sea anatema’ (canon 7)

Yerra quien dice lo contrario, y confunde todavía mas si lo hace –con falsedad- en nombre y como portavoz de la Iglesia. Se da entonces lo que han denunciado recientemente nuestros obispos: “el mal también está dentro de casa.’

Cierto es que hay casos terribles en la vida. No obstante, el matrimonio queda indisoluble. Y esta es la realidad: con el matrimonio indisoluble, fiel hasta el sepulcro, o, por el contrario, movedizo, está en pie o cae también la sociedad humana.

 

José López Ayala.

Ave María

La Modernidad

La modernidad significa mucho “más” : más coches, más televisores, más autopistas, más bienestar económico, más información, más universitarios. Pero también mas delincuencia, más cárceles, más policía, más droga, más sida, más enfermos depresivos, más suicidios, más eutanasias, más abortos, más divorcios, y otros menos: menos natalidad, menos fecundidad, menos nupcialidad, alcanzando niveles tan ínfimos en algunos casos, que ponen en peligro la supervivencia misma de la sociedad.

 

 

Contracorriente: Mis hijos me han liberado.

 

…Dios me ha dado la gracia de ser feliz en esta tierra viviendo mi vocación al matrimonio. Me ha dado un  esposo que me quiere con locura y el don de la maternidad, alegrando nuestro hogar nada menos que con once hijos y otro que viene en camino. Mi marido es profesor de un colegio.

Ser madre te cambia la vida. A mi me la ha cambiado y he salido ganando con el cambio. Si hago un balance de los cambios que ha experimentado mi vida  he de decir que  no tengo ni un momento libre, mi vida social es tener largas conversaciones con mis hijos sobre sus ilusiones, sus estudios, sus juegos y pequeños problemas. Casi siempre estoy muy cansada, pues duermo poco. Mi vida transcurre dentro de las paredes de las habitaciones de mis hijos, entre sus juegos y jugar yo con ellos, en cambiar pañales  dar biberones; en fin, mi vida no es en absoluto monótona o aburrida. Y a pesar de todo este ajetreo, soy mucho mas feliz ahora que antes que naciera el primero. El solo hecho de pensar en ellos, en sus sonrisas, en la expresión de sus ojos cuando me preguntan sus cosas, en sus logros diarios, ect. Me llena de alegría. Si, puedo afirmar rotundamente que me siento muy afortunada puesto que, aunque la vida no haya sido un camino de rosas, cada vez que Dios me ha enviado a cada uno de ellos me ha servido para hacerme un poco mejor persona cada día.

 

 

 

 

Cuando a menudo oigo que otras mujeres no quieren tener hijos para no sentirse esclavas, para realizarse, para alcanzar eso tan cacareado de la liberación de la mujer, poniendo por delante el trabajo, la diversión u otras cosas antes que a sus propios hijos, esos hijos que pudieran hacer tenido pero a los que han negado la existencia pienso que nunca como ahora la mujer había tenido tan poca libertad a pesar de que crea ser mas libre. Al trabajo de la casa se le añade el trabajo que realiza fuera del hogar, con la carga extra de las preocupaciones que todo empleo lleva consigo. Esas preocupaciones laborales se suman a los problemas de la convivencia diaria con el marido y se añaden a las obsesiones en que una se enreda cuando solo piensa en sí misma. Pero a mi, mis hijos me han liberado. Me han liberado de obsesiones individuales o egoístas, me han liberado de preocuparme exclusivamente de mis cosas, me han liberado de centrar todo mi mundo y mi insistencia en mi, en mis problemas, en mi egoísmo y mis caprichos de niña.

Hoy en día se valora mucho al esfuerzo al que se entregan muchas mujeres para conseguir sus objetivos, largas horas entregadas al estudio y al trabajo, sacrificando el sueno y el disfrute de la familia, de la diversión y del ocio o de las vacaciones. Y todo esto para conseguir cosa muy loable, llegar a ser una buena abogada, medico o profesora. Cunado en cambio, todas esas renuncias se deben al hecho de ser madre, a esa mujer se la “compadece” se habla de ella en un tono de lastima: “pobrecita,  ¡tiene tantos hijos!” Pues que sepan estos “compasivos” que estas madres escogen libremente como la juez o la bióloga su modo de vivir la maternidad buscando en Dios su apoyo y sostén. Haciendo el uso mas libérrimo de su libertad y poniéndose en las manos del Señor, han optado por la generosidad en contra del egoísmo. Y  Dios les ha dado en ciento por uno.

Mucha veces pienso que dios me ama mucho, pues si tuviera que ganarme el cielo con mis propias fuerzas y meritos lo tendría bastante difícil, pero el siempre viene en nuestra ayuda y a cada uno le da aquello que necesita de dificultades y penalidades para mas y mejor avanzar por el camino de la santificación. Según decía San Bernardo: “ Los hijos son los peldaños que Dios concede a los Padres par que se construyan la escalera que ha de llevarles al cielo.’ A mi esposo y a mi nos han concedido el don de tener muchos hijos par así tener muchos peldaños para esa escalera que nos lleve al cielo.

 

Otro pensamiento muy consolador que acude a mi mente, y con el que me gusta meditar y comentarlo con mi marido, es el pensar que los padres colaboramos en la obra creadora de dios y si no nos negamos sin motivos fundados a aumentar el numero de los hijos, le “permitimos” al mismísimo dios que pueda crear mas almas para que le alaben y le glorifiquen en la tierra y después en el cielo.

Cada nuevo hijo que llega me produce nuevas ilusiones, distintas a las ilusiones con que esperé el nacimiento de los anteriores, pero casi puedo asegurar que esas ilusiones y esperanzas y deseos de ver sus caritas aumentan con el paso de los años, aumentan con el paso de los hijos, y a veces pienso con un poco de tristeza que tal vez sea el ultimo. Entonces procuro vivir la maternidad con mas intensidad y vivo y desfruto cada minuto de la compañía, las risas, los enfados y las caricias y besos de mis hijos.

¡Que feliz me siento de ser madre!

María de Lourdes Vila Morera.

Ave María.

 

 

 

 

CONTRA LOS “MATRIMONIOS” GAY

por Elida Z. Solórzano, Nicaragua.

 

Llamar la unión de dos homosexuales con el término de “matrimonio” no es aceptable a nadie más que, por supuesto, a los militantes gay y sus aliados que confunden sus pretensiones, deseos y agendas con lo que ellos califican como “derechos”. Es tiempo que los nicaragüenses nos pongamos a pensar sobre el significad de reconocerle un “derecho” a un determinado grupo y cómo esto afectaría a todo el resto de la sociedad. Hay mucho que decir sobre las cosas que hoy en día se están llamando “derechos” por ciertos grupos pero por el momento pensemos un poco en este supuesto “derecho” que los gay reclaman.

En primer lugar aclaremos que al tener el resto del mundo, los no gay (alrededor de noventa y siete porciento), ideas diferentes sobre el matrimonio, no significa que estamos queriendo imponer nuestra moralidad sobre nadie, sencillamente vemos una verdad. El matrimonio ha sido el fundamento de la civilización por miles de años en culturas alrededor del mundo. El matrimonio es la institución social más importante, constituye la base de la familia, sitio propio para la procreación y la protección de la niñez. Aquellos que están redefiniendo el matrimonio y la familia son los que están tratando de imponer sus valores en el resto de la sociedad. El resto no somos los agresores sino que estamos defendiendo la moralidad básica que ha sostenido la cultura judeo-cristiana de un ataque que proviene de un pequeño grupo de radicales. Ya cansa su manipulación en hacerse pasar por “víctimas”.

Porque dicen que se aman y deberían poder “casarse”... Cierto que existe esa idea de “amor” que por supuesto no es la cristiana que busca el bien del otro, pero además, la unión homosexual no puede ser la base del matrimonio porque este requiere la presencia de los dos sexos. Si la definición de matrimonio se llegara a cambiar por los sentimientos de unos cuantos...¿qué podremos esperar en una sociedad? Ya no habría razón por qué no permitir a otros grupos de personas “casarse” porque “se aman”. ¿Por qué no permitir el “matrimonio” entre un padre y su hija, o el matrimonio entre dos hermanos? ¿Y por qué no un matrimonio “complejo” de una mujer con dos hombres o qué les parece un harem? ¿Y para qué los requisitos de una edad mínima?

Algunos entrevistados han expresado que no ven por qué no reconocer a esas uniones como matrimonios “ya que no le hacen daño a nadie.” Creo que les ha faltado pensar un poco antes de dar esa respuesta.

Además de lo dicho, al darle un gobierno de una nación, el mismo rango a las uniones homosexuales que al matrimonio estaría diciéndole a millones de personas católicas, evangélicas y judías que sus creencias ya no son válidas y usarían las leyes civiles para agredirlos. Así mismo, nuestros niños y niñas tendrían que ser enseñados en las escuelas que la unión sexual de dos personas del mismo sexo es igual que un matrimonio entre un hombre y una mujer.

Y desde luego también, a los gay se les tendría que abrir la puerta de la adopción. Olvidando que la adopción es para “el bien superior del niño” y no para satisfacción de los caprichos de un grupo.

Y por último, aunque es cierto que el matrimonio sí proviene de una tradición religiosa porque tiene una base bíblica y esto es el argumento de muchos pro-gay, esta institución, sobretodo está basado en la ley natural, e ir contra la naturaleza jamás trae bien ni a las personas ni a la sociedad.

Francamente, parece un disparate tener una consulta nacional sobre este tema como propone la Comisión de la Mujer, Niñez y Familia de la Asamblea Nacional, pero sin duda sobrará dinero para financiarla porque hay muchos ONG cuyo personal es pagado tiempo completo por organismos internacionales precisamente para andar cabildeando en la Asamblea, buscando qué inventar para promover la destrucción del matrimonio, la identidad de los sexos y la familia. Basta leer la “propuestas de la ley de igualdad de oportunidades” y “código de la familia” que se están elaborando en esa comisión para ver un producto terminado de toda la agenda oculta de la Organización de Naciones Unidas: “ideología de género”, “derechos sexuales y reproductivos (que significan cualquier perversidad y aborto)” y una nueva definición de familia abierta a todo tipo de “arreglos” para incluir al matrimonio homosexual.

Infancia indefensa.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Si existiera un mínimo de sensibilidad moral en esta sociedad amoral, que predomina, pondríamos inmediato y ejemplar remedio al acoso y derribo que, ante la indiferencia de la mayoría de los adultos sufren los mas pequeños.

Ellos son el futuro, la esperanza de un mundo mejor, lo mas hermoso, limpio, inocente y noble que hay en la ciénaga que entre todos –por acción o por omisión-, estamos haciendo de nuestro entorno. Por doquier dentro y fuera de casa los pequeños sufren toda clase de incitaciones al mal y a la corrupción. En la calle, prolifera la pornografía en kioscos y escaparates. En casa la TV emite programas inadecuados para ellos, ante la impasibilidad de la mayoría para evitarlo. En Internet, pedófilos, pederastas, y gente sin escrúpulos los asechan y engañan para hacerlos objetos de su corrupción. Las leyes protectoras de la infancia, en la mayoría de los casos, son papel mojado. Buen futuro no aguarda. Luego, nos llevaremos las manos a la cabeza al ver las consecuencias familiares, sociales y de todo tipo de lo que ahora se está sembrando. Como cristiano que soy no tengo otro referente a esta situación que las palabras de Jesús: “Es inevitable que halla escándalos; pero, ¡ay de aquel por quien vengan” mas le valdría que le atasen al cuello una rueda de molino y lo arrojasen a lo profundo del mar!

                        Miguel Rivilla San Martín, pbro.

“Esta es la pretensión de los referidos seguidores del liberalismo; según ellos no hay en la vida practica autoridad divina alguna a la que haya que obedecer; cada ciudadano es la ley de si mismo.”

                                                                                                                                                                                            (León XIII)

“Jesucristo en las naciones modernas, es oficialmente el gran ausente, cuando no el gran proscrito. Parece que basta llevar en la frente su signo y en el corazón su amor para ser declarado fuera de la ley.”   

P. Giuseppe Calot. sj

Hablando Claro

 

El pasado 11 de Octubre era canonizado en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano el  entonces Beato Hno. Rafael. Al tiempo que SS Benedicto XVI lo proponía como modelo en el seguimiento de Jesucristo Ntro. Sr. a los jóvenes católicos del mundo entero.

Leyendo su obra, la cual vivamente recomendamos a todos, pero muy particularmente a los jóvenes, he encontrado una carta  fechada el 2 de agosto de 1936 que luego de leerle me ha parecido conveniente reproducir y ofrecer a los lectores de Una Voce Cuba por la actualidad que pese a los años en que fue escrita conserva. Lo cual que nos hará meditar a todos sobre la realidad y el futuro eminente de España. Sin más le dejo con ella:

 

Ave-María.

Estamos en época de revolución, de guerras sangrientas entre hermanos de una misma nación.

Al Monasterio llegan noticias del mundo que hacen poner en la paz conventual una nota de tristeza. España esta en guerra.

Nuestros hermanos allá en el mundo se matan  unos a otros. Los hay enemigos de Dios y los hay que limitan bajo la bandera de Cristo.

Unos y otros bajo la mirada del Rey del mundo… Todo estaba dispuesto por el Amo y Señor de los hombres. Nadie llagara más halla de lo que El permita. Aquí en el Monasterio trapense hay almas que se ofrecen a Dios por la paz de España. Almas que alejadas de las luchas políticas piden a Dios la paz entre los hermanos, el triunfo para los seguidores de cristo, y el perdón para los enemigos de Dios.

Todo lo que en España esta pasando es una prueba de la misericordia de Dios.

La impiedad entre los malos reinaba a cara descubierta, la apatía y tibieza se apoderaba de los buenos, y por todos lados se filtraba la inmoralidad y el paganismo.

España necesitaba una sacudida…necesitaba una limpieza, necesitaba una reacción…, necesitaba incluso mártires que mueran por ella.

Y la misericordia de Dios hace desencadenar la guerra.

Quizás queden destruidas ciudades enteras. Quizás mueran los españoles por miles…Quizás sea esta la ruina material de la nación.

Pero no importa si con ello se consigue purificar a los cristianos de sus pecados, se logra desterrar en parte la inmoralidad de costumbres, y se eleva el nivel espiritual de España.

Dios trata a los pueblos según merecen, y si a unos les manda la guerra y la desolación por castigar sus pecados, a otros los azota con el dolor para hacerles recordar que el existe…, para hacerles ver su ingratitud, para sacarles de su tibieza.

España que tanta gloria ha dado a la Iglesia de Cristo, patria de santos, y tierra privilegiada por su catolicismo, esta dormida, y Dios con esta guerra, la esta dando un toque de atención.

¿Responderá?

Los trapenses de Venta de Baños le piden a la Virgen María, por España.

Que la virgen del pilar de Zaragoza haga que vuelva a Espada la fe…, pero si el triunfo no nos sirve para ser mejores, es preferible no triunfar…, y si hacen falta mártires, que los haya; todo antes de seguir ofendiendo a Dios.

Pero no será así.

La Virgen vela por los españoles, y el Corazón de Jesús no nos abandonará

Hoy día 2 de agosto de 1936, tenemos toda la comunidad vela al Santísimo para pedir la paz , pedirle por los que mueren, repara muchos pecados, y para que nos conceda a todos conformidadcon los Divinos designios.

Y Dios nos tiene que oir…, porque Dios es muy bueno…

No bastan desde luego, muchas disciplinas , ayunos y oraciones…, todo eso es un granito de arena en el mar…, la muerte de todos los hombres no serviría para pagar un solo pecado mortal…, ofensa infinita al que es Infinito.

Pero no debe cundir el desdiento en el corazón.

Cuando pedimos a Dios piedad y  perdón, lo hacemos como David…

Secundum multitudinem miserationum tuarum. (Ps 50)

Es decir no por nuestros pobres meritos, sino por la multitud y grandeza de su misericordia borrara nuestros pecados y los del mundo entero.

¡Que grande es Dios!

¡Que locos los hombres!

San María Rafael Arnaiz Barón.

          Monje Trapense.

 

Ciertamente, España continúa en guerra… Los enemigos de todo bien -y digo de todo bien porque en ausencia de Dios que es el sumo bien posible, no puede existe bien alguno-  nuevamente se han dado cita en España, mientras se frotan las manos con esta idea: fraguar el fracaso de Cristo. Es un sueño largamente acariciado… no conseguido a fuerza de las armas y ahora implementado a fuerza de engaños.

Desterrar de las almas y de la entera sociedad el nombre de Cristo,  es su principal y único afán. Para lo que no cesan de empeñar  tiempo, esfuerzos y recursos. Maquinan toda clase de leyes “aprobadas” por parlamentos inicuos que distorsionan la voluntad del pueblo, y que llevan al rechazo de Dios y de su Santa Ley. Como si la verdad estuviera sujeta a la democracia y Dios mismo tuviera que someterse a ella.

Dios esta por encima de la democracia, de los partidos políticos y gobernantes; e incluso, por arriba de los pueblos. La existencia de Dios, su poder y majestad, su derecho sobre todas las cosas creadas, así como las leyes divinas y naturales  no dependen de la democracia ni son objeto de discusión. ¡Dios es Dios! A quien debemos obediencia y respeto, a quien debemos amar y honrar con todo el corazón. Condenar la verdad a la tolerancia es forzarla al suicidio.

Pero para dominar al ser humano y esclavizarlo es preciso sacar de la esfera pública a Dios y acallar la voz de la Iglesia Católica, no permitiéndole  ni siquiera un rincón olvidado en el fondo de las conciencias. La sociedad humana que se intenta edificar hoy en España, con menoscabo y destrucción de la civilización cristiana, que nuestros padres, mártires y santos, guiados por la Iglesia construyeron con esfuerzo titánico no es vida, sino perdición, ruina y desgracia eterna.

A lo que tocaría preguntarnos ¿por qué precisamente el infierno descarga sobre España toda su furia y odio? Porque es precisamente España tierra de María, donde acaeció su primera aparición y donde se alzó el primer templo en su honor. Es la antigua enemistad entre el dragón y la mujer que se extiende a todos sus hijos. Es España la que concibió un mundo para Cristo y como ninguna otra nación o pueblo sobre la faz de la tierra se dio a empresa tan extraordinaria. Es España la nación de los más puros y nobles ideales, de los más santos y mártires aportados a la cristiandad como ejemplos del amor y fidelidad a Cristo. Es preciso destruir a España para que no continué con su obra adelante, para que no continué enseñando y predicando a Cristo, al tiempo de ensanchar las fronteras del reinado del Corazón de Jesús.

Ignoran los enemigos de Cristo, sus promesas:

   “Reinaré, a pesar de mis enemigos y de los que a ello se opongan.” “Reinaré en España con más veneración que en cualquier lugar del mundo.” Promesas que no se dejarán de cumplir. “España se salvara por la oración”, confío el Señor A Santa Maravillas de Jesús y nada ni nadie podrá retrazar o impedir el triunfo glorioso de Cristo. Oremos sin cesar y no dudemos en entablar recio combate contra los enemigos de la Inmaculada. Precisamente a Ella se alce nuestra suplica confiada por España.

Nuestra sociedad, es víctima de mil divisiones: de ello nos lamentamos todos los días. ¿De dónde proviene ese debilitamiento de los afectos, ese enfriamiento de los corazones? ¿Cómo podrán estar próximos los corazones allí donde los espíritus están tan alejados? Porque cada uno de nosotros se aísla en su propio pensamiento, cada uno de nosotros se encierra también en el amor de sí mismo. ¿Queremos poner fin a esas innumerables disidencias, que amenazan destruir pronto todo espíritu de familia, de ciudadanía y de patria? ¿Queremos no ser más extraños los unos para los otros, adversarios y casi enemigos? Volvamos a Cristo, y encontraremos pronto la concordia y el amor.

Todo símbolo relativo a las cosas de aquí abajo está bien lejos de nosotros: miles de opiniones nos dividen y no hay más verdad humana desde hace mucho tiempo, y no se si se reconstituirá jamás entre nosotros. Felizmente el símbolo religioso, el dogma divino se ha mantenido siempre en su pureza en manos de la Iglesia, y de ese modo un germen precioso de salud nos ha sido conservado.

El día en que todos los españoles digan: "Yo creo en Dios, en Jesucristo y en la Iglesia Católica", todos los corazones no tardarán en acercarse, y encontraremos la única paz verdaderamente sólida y duradera, la que el Apóstol llama la paz en la verdad.

 Mártires, vírgenes, confesores. Santos y Santas de Dios rogad por España.

Inmaculado Corazón de María libra a España de todos sus enemigos.

 

                                                            Javier Luis Candelario Diéguez.

 

           Una mirada crítica sobre la actualidad Española.

 

Cada día vamos escuchando y viendo noticias que nos preocupan y alarman sobre el estado de las cosas en España. España y en consecuencia toda Europa esta perdiendo sus raíces cristianas. Es una realidad espantosa e inexplicable; cuyo principio es: España ha dejado de ser fiel a los mártires de la última persecución religiosa desatada en su seno, la más numerosa y sangrienta de toda la historia de la Iglesia, sola comparada con la de los primeros tiempos del cristianismo. Pero resulta que ahora hablar de aquellos días terribles y gloriosos es tabú. Digo terribles por la persecución religiosa y la guerra civil que desangro al país, gloriosos por los ejemplos de fe y altísimos testimonios de amor que tuvieron lugar, como la prueba más alta de la catolicidad de una nación. Una relectura  de la historia libre de filias y fobias, únicamente anclada en la verdad nos permitirá una mirada crítica y acertada sobre la actualidad española, capaz de revelarnos la verdadera realidad de las cosas y potenciar el cambio tan necesario.

Comencemos por decir que la persecución religiosa en suelo español comenzó prácticamente en mayo de 1931; luego estuvieron también los mártires de la revolución de Asturias en 1934. Para no crear confusión, debemos distinguir entre los muertos. Todas las personas muertas merecen el máximo respeto, pero no todos los muertos son iguales. No se puede comparar a quien muere en un accidente de carretera con quien es víctima, por ejemplo, de un atentado terrorista. Por desgracia en las guerras hay caídos que mueren en los campos de batalla. Y están luego las víctimas de la represión política, es decir, personas que son asesinadas por motivos ideológicos: en la guerra de España la represión fue durísima en ambos frentes. Por último, están los que fueron asesinados por motivos religiosos, por motivos de fe: estos son los mártires, que no se han de confundir con los caídos ni con las víctimas de la represión política, porque los mártires  no empuñaron nunca las armas, no hicieron la guerra contra nadie, no manifestaron nunca sus ideas políticas ni formaron parte de grupos o movimientos políticos, murieron perdonando y perdonaron amando, a imitación de Cristo en la cruz. No fueron asesinados por sus ideas políticas sino por su fe cristiana; de lo contrario, no se explica por qué se les invitaba antes de morir y como condición para salvar sus vidas, renunciar a su fe, a blasfemar, a profanar con actos indignos y sacrílegos  crucifijos o a imágenes de la Virgen; de lo contrario, no se explica por qué tanto ensañamiento incluso contra los símbolos de la religión: iglesias, conventos, imágenes y objetos sagrados.

 El Estado democrático tiene el derecho de recordar y honrar a los caídos en la guerra y a las víctimas de la represión política, tanto de la parte nacional como de la parte republicana. Pero la Iglesia tiene el derecho y el deber de mantener vivo el recuerdo de quienes dieron su vida con el martirio por defender su fe y, por tanto no beatifica a los mártires de una u otra parte, sino simplemente a los que fueron asesinados in odium fidei, in odium Ecclesiae, sin ningún rencor hacia los perseguidores y ninguna intención política, porque los mártires no tienen color político.

La persecución religiosa en España durante la década de 1930 fue la página más bochornosa de la República española, y ha dejado en la memoria una huella difícil de borrar. Esta República se ha convertido en un mito para cierta izquierda, que vive anclada en el pasado ya lejano y no logra arreglar las cuentas con su propio pasado. En cambio acusó de oscurantismo y revisionismo  al Vaticano cuando tuvo lugar la beatificación de 498 mártires en España. Algo semejante aconteció el 11 de marzo del 2001 con ocasión de la beatificación de 233 mártires de Valencia, asesinados por odio a la fe por los social –comunistas y los anarquistas durante la guerra civil. En esta ocasión algunos periódicos hablaron incluso de “legitimación implícita del franquismo y del horror fascista”. Pero un editorial del “Wall Street Journal “habló de “un golpe de maestro” que, desde una perspectiva histórica marcaba tal vez “el inicio  de la verdad de los hechos”  ¿Cuáles? Los que hemos descrito, es decir, acerca de los 7000 eclesiásticos y muchos miles de católicos asesinados  durante la guerra española, sin contar la siniestra anticipación en Asturias. En cambio, lo extraño es que, a decenios de distancia, recordar estos episodios haya provocado y provoque escándalo.

Es curioso, Alemania ha “pasado página” con Hitler, Italia ha hecho lo mismo con Mussolini, pero en España la figura de Franco sigue despertando un enconamiento muy grande, ¿a que se debe esto? La respuesta es simple: Porque hay un interés político de que triunfe la izquierda, y hay que presentar a los vencidos de 1939 como vencedores. Y la única explicación que cabe dar a eso es que los que entonces ganaron la guerra eran malos, perversos, los que bajo ningún concepto debieron haber ganado, y por consiguiente hay que recordar esto a la gente y mantener el odio…Además, creo que la izquierda española es mas radical que la Alemana, y no digo de la Francesa pues esta ha ido perdiendo fuerzas poco a poco.

En España hay que destruir todo lo que ellos llaman “derecha” que es PP, o/u la Iglesia Católica, para poder afirmar el predominio suyo, y para ello necesitan una memoria histórica inventada. Una memoria histórica que sea una selección. Hay que seleccionar las cosas que convienen y eliminar las que no convienen, por tanto es un prejuicio de valor, que se ha convertido en ley –cosa, que es tremenda-. También es curioso que en estos tiempos la izquierda, al menos la española, se ha inventado una legitimidad democrática que evidentemente nunca ha tenido. Esto convendría que se le explicara a los más jóvenes: En España el procurador a Cortes o el diputado o senador no puede tomar decisiones por su cuenta, tiene que obedecer antes al partido. Y si no vota lo que el Partido le manda, le echan, le sustituyen. Claro que eso en Norteamérica –“los padres de la democracia”- es absolutamente inconcebible. En realidad uno de los principios  positivos de la democracia es que el representante sea representante, en todo el sentido amplio y real de la palabra, no un Señor que se sienta en una silla, dice lo que le mandan y después vota lo que le obligan, y sino a la calle… Eso es una falsificación de democracia, no hay una legitimidad, eso es evidente, y en otros muchos aspectos es igual. No se cumple la Constitución se ha convertido en un mero montón de palabras, donde no se respetan las libertades del ciudadano que hay quedado reducidas a muy poca cosa. Así los partidos políticos atestados de masones, hombres sin Dios y toda clase de desalmados, descaradamente “en nombre la mayoría  y del pueblo” han consentido  toda clase de males, e incluso les han legislado otorgándoles derecho de ciudadanía. Y hablo concretamente de la Ley del divorcio, del aborto, de las uniones homosexuales y de eso último que llaman educación para la ciudadanía. Es un verdadero lavado de celebro que busca socavar las raíces de la civilización cristiana y plantar en su lugar el germen del desprecio a todo lo que sea genuinamente bueno y virtuoso. ¿Y en nombre de quién y con que derechos? En nombre de la democracia liberal y de la manipulación que esta hace objeto.

Estamos viviendo en unas sociedades donde la mayoría tiene la razón. Si conseguimos que la mayoría vote que ahora es de noche, pues es de noche; es un absurdo, claro… Nunca la mayoría ha tenido la razón, es absolutamente imposible que las mayorías tengan la razón, pues esta no se basa en un consenso de opiniones, sino en la verdad. Las mayorías son las beneficiadas de lo que las minorías crean. Por ejemplo: ¿Cuántos santos hay?  Pocos. ¿Cuántos sabios hay? Muy pocos. Pero ellos son los que tienen el deber de trabajar en beneficio de la sociedad y la sociedad recoge los buenos resultados de ello. Ahora, en España esto se está negando: “No, la mayoría tiene la razón”. Bueno la mayoría quiere que ahorquen al árbitro del fútbol porque ha perdido su equipo….

¿Por que triunfan ideas como las de Juan José Ibarretxe?  Porque hay un desconocimiento total de la historia, es decir la historia ha sido barrida y en el mejor de los casos adulterada. ¿Acaso podemos encauzar el presente en la base del desconocimiento o la tergiversación de la memoria histórica?

Hay una cosa que llama la atención: cuando los periódicos anuncian los libros mas vendidos, es decir los best seller, asombra no hallar ninguno de historia, cuando en otros tiempos los best seller que no eran de ficción en su mayoría eran de historia. Hoy no hay ni un solo libro de historia en la lista de los best seller. Se ha conseguido que la gente no lea historia, y que no se escriba historia, al menos

una historia imparcial, puesto que el historiador debe esforzarse por buscar la máxima objetividad en la materia, luego de tener claro que  al historiador no le corresponde juzgar, sino estudiar para comprender y ayudar a otros a entender. Sin embargo, prácticamente casi todos los libros de historia han sido escritos por autores partidarios, de derecha o de izquierda. Y así solo se hace ideología.

Ahora la gente lee otra cosa, lee ensayo, le atraen otras cosas como la TV o la Internet. Yo no digo que haya una manipulación o una falsificación, no se trata de eso. Simplemente que a la hora de comprar libros de historia no tienen valor, por lo que han pasado a ser los menos vendidos. La gente no tiene interés en conocer la historia porque se ha abusado de ella y porque le interesan actualmente más los libros de fantasías, -por ejemplo Harri Poterr-, antiguas leyendas celtas y toda clase de fábulas que los libros de historia. Partiendo del principio que se les ha hecho creer que al evadir las realidades terrenas –como la muerte están van a desaparecer, o al ignorar las verdades eternas como Dios , el cielo, la condenación eterna en el infierno; estas van a desaparecer, lo que no me obliga o exonera  a conformar mi vida según ellas. De ahí que el hombre contemporáneo piensa que vivir en la ficción y en la mentira es mejor que vivir en la realidad. La historia se ha vuelto un saber minoritario, por lo que hay que brindar a la gente lo que sabemos de la verdad, pero dándonos cuenta de que no es algo que alcanza a todos…

Por ejemplo: El País Vasco nunca pasó de ser la suma de tres elementos diametralmente opuestos: un señorío; Vizcaya, una provincia; Guipúzcoa, y una Hermandad; Álava. Y nunca tuvieron un organismo común. Ahora es cuando se ha creado e inventado todo esto, porque estamos viviendo en un mundo que la mayoría tiene la razón. ¿Más cual es la causa, el principio motor de todo esto?

Resulta que el Presidente del Gobierno español considera que España es un concepto discutido y discutible (!)

Artificialmente se intenta romper a España, porque de esa manera se consigue el poder político, lo cual le conviene a muchos políticos, porque lo que quieren es ser jefes de un estado, y para conseguir eso tienen que partir el estado y hacerlo pequeño. Pues, entonces lo parto y lo hago pequeño, pero yo soy el jefe del gobierno.

España es una nación, es una cultura, es una estructura jurídica que ha tenido varias formas políticas a través del tiempo por las circunstancias que se han producido.  España no ha de ser otra cosa que: “Una unidad de destino en lo universal”. Lo único que supondría acabar con España es la avaricia de los políticos y la inmigración masiva proveniente del oriente, son ellos los que privan a España de sus elementos fundamentales, de su identidad… para crear otra cosa que es todo menos España.

Es la gran España, que surge de la reconquista y guiada por los Reyes Católicos la que rompe las olas del Atlántico y se instala al otro lado del mar, y hace de la cultura europea una cultura occidental. Esto es un hecho, un mérito, un logro que ahora no se quiere reconocer. Como explicar que siendo Isabel la Católica; quien por primera vez en la historia de la humanidad, fuese quien abolió la esclavitud, haya proliferado después la Leyenda Negra en España y en todo el mundo promovida por los protestantes ingleses y holandeses, de ser la Corono Española los  mayores esclavizadotes. Claro ellos fueron los que restablecieron la esclavitud. Y mientras firmaban tratados regulándola o prohibiéndola, eran precisamente los que no le cumplían, mientras que España si. Pero eso sucede mucho con la memoria histórica, es decir, el vencedor fabrica después una historia que no tiene que ver nada con la realidad y atribuye al enemigo, al contrario todas las cosas malas que el hizo. Pero quizás lo más triste es que la Leyenda Negra haya podido tener tanto éxito, sobre todo en España, es algo vergonzoso, ¿no? Bueno de seguro conocéis ese chiste que se cuenta… Si conoces a un hombre que hable bien de Inglaterra es inglés; si habla mal de Alemania es francés y si habla mal de España es español. La envidia igualatoria, que definía Gonzalo Fernández de la Mora, es el gran defecto de España, así como el de Francia es la avaricia y el de Cuba la mentira. Y es la envidia la que mueve en España a despreciar constantemente sus grandes figuras. Están como arrepentidos de haberles tenido.

Indudablemente España tenía una misión que cumplir, lo vio Adenauer claramente, y era aportar a la Unión Europea los valores que ella solo posee. Pero no se ha hecho una Europa como Honrad Adenauer, Schumann y Alcide de Gasperi querían. O sea no se ha hecho una Europa como cultura, sino como mercado; y ahí ya España tiene  muy poco que aportar. La frase de la “unidad de destino en lo universal” no la invento José Antonio Primo de Rivera, lo aporta un pensador francés, pero a este le pareció una frase muy acertada y lo es para definir a España. En esa unidad de destino España tendría que ser la defensora del catolicismo, que a fin de cuentas piensa, habla y escribe en español, pues el 80% de los católicos del mundo hablan en español, y piensan según la cultura heredada de España.

No nos dejemos engañar y desenmascaremos toda falsedad, para que únicamente resplandezca la verdad. No permitamos que nos utilicen y manipulen como a tontos ignorantes. ¡No somos incautos!

Trabajemos para que España continué siendo tierra de María.  Para que de su suelo sigan  brotando como en siglos y décadas a través, los más nobles ideales y santos ejemplos de vida y virtud que edificaron toda una cultura y tanta gloria dieron a Dios. España ha de continuar siendo: Una, Grande y Católica, cual la soñó Dios y la quisieron nuestros padres…

 

 

                                                                                 Javier Luis Candelario Diéguez.

 

 

* Bibliografía utilizada

Entrevista al historiador Luis Suárez.

Dormidos ante el mal.

 

Mientras los cristianos duermen, el mal avanza. Esto lo demuestra la historia. 

En la segunda mitad del siglo XIX, Friederich Nietzsche declaró: "Dios está muerto".  Sus palabras manifestaban el sentir de muchos intelectuales y luego fueron puestas en práctica por Hitler y los nazis.   Marx y Engels, por su parte, elaboraron el comunismo ateo. Comunismo y Nazismo: dos grandes fuerzas  que se presentan como antagónicas pero que en realidad son dos cabezas de la misma bestia infernal. Embriagada de arrogancia y odio contra Dios y no pudiendo contra El, la bestia persigue a Sus hijos en la tierra.  

Apocalipsis 12:17
Entonces despechado contra la Mujer, se fue a hacer la guerra al resto de sus hijos, los que guardan los mandamientos de Dios y mantienen el testimonio de Jesús.

¡Cuanto engaño, destrucción y muerte ha causado la bestia en el siglo XX!. Guerras, holocaustos, la miseria de innumerables países con millones y millones de sus habitantes. Sin embargo, ¡Cuantos cómplices tiene la bestia! También son culpables los que duermen. La Virgen desde Fátima y los Papas nos han advertido la urgencia de unirnos en la batalla a Cristo y Su Iglesia. Pero muy pocos comprenden el peligro de la fiebre del pecado que obstina la razón. El demonio no descansa. Ya lo dijo Jesús:  Lucas 16:8  -los hijos de este mundo son más astutos con los de su generación que los hijos de la luz.

Siendo así las cosas, mientras los seguidores de Sigmund Freud propagaban sus teorías equiparando la moral cristiana a una represión dañina, muchos cristianos dormían. 

El Dr. Benjamin Spock, entonces dijo que no debíamos corregir a nuestros hijos cuando se porten mal porque podríamos herir su personalidad y dañar su auto estima. Después de todo, si Freud había desechado la religión, ¿quién podía decir que existiese bien o mal?  Los cristianos en general callaron para no parecer fuera de moda o intransigentes.  

Más tarde alguien dijo a los maestros que no debían disciplinar pues eso sería interpretado como abuso contra menores. Nadie se atrevió a disciplinar porque daba mala publicidad y podía incurrirse una demanda...  Muy pronto se olvidaron de la diferencia fundamental entre corregir o disciplinar y golpear o humillar... Hoy día los niños llevan armas a la escuela y la escuela es un lugar incontrolable de terror. Los cristianos siguen durmiendo.

Los ateos se organizaron y la señora Madeline Murray O Hare de los Estados Unidos protestó contra la oración en las escuelas. Los cristianos dormían pensando que aquello no iba a ningún lado. Pero el gobierno terminó cediendo ante quienes más gritaban y la oración en la escuela fue prohibida.  

El movimiento ateo fue creciendo. Bajo pretexto de que no se debe forzar la religión, exigieron que ni siquiera se mencione la Biblia en las escuelas.  La mayoría de los cristianos pensó que aquello no tenía importancia. Pronto la Biblia desapareció de las escuelas y hasta se prohibió poner el pesebre de Navidad en los edificios públicos. El pesebre también era "ofensivo".  

Entonces atacaron el principio de la ley natural como fundamento de la ley civil. Argumentaron que no hay bien ni mal que se pueda conocer objetivamente y por lo tanto la ley no debería fundamentarse en principios inalterables. La ley entonces se comenzó a cambiar para satisfacer las nuevas demandas de una cultura fundamentada en el placer.

Los comerciantes de pornografía aprovecharon las nuevas libertades para sofisticar sus revistas. Estas se insertaron en todos los ambientes como lectura respetable.  Después, estos magnates quisieron aumentar la  "apreciación del cuerpo" y proliferó la pornografía infantil.  A esto le llamaron libertad de expresión. Los cristianos dormían. 

Otro "experto" en la educación declaró: "Los menores van a tener relaciones sexuales de todas maneras.  Vamos a facilitarles todos los condones que quieran para que puedan divertirse sin contraer enfermedades. Se los daremos en la escuela y, para proteger los derechos de privacidad del niño, no informaremos a los padres". Pronto tuvimos más inmoralidad que nunca antes, más enfermedades venéreas y más jóvenes incapaces de las responsabilidades del matrimonio. 

La industria del "entretenimiento" dijo: "En este ambiente hay grandes oportunidades para hacer dinero. Hagamos películas y shows que promuevan la profanación, violencia y sexo ilícito. Lo único que es sagrado es nuestro derecho a hacer lo que queramos"  Pronto descubrieron que tenían aun mas éxito si se burlaban de la Iglesia Católica, la calumniaban y falsificaban su mensaje.  Mientras tanto, los católicos seguían dormidos. Al que no le guste que no las vea...

Las compañías de "música" decidieron: "Vamos a grabar música que incite a la lujuria y todo tipo de explotación del sexo. Fuera toda represión impuesta por la Iglesia.  Invitemos también a drogarse, al asesinato, al suicidio, a cometer violaciones y adorar al demonio. Y los católicos se resignaron pensando: Son los tiempos, sólo se divierten, no dañan a nadie, tan solo es música, el que no lo quiera que no escuche...  

El gobierno entonces declaró que no importa lo que uno haga en privado mientras cumpla con su trabajo. Aceptamos esa farsa como si fuera la nueva Biblia.  Pocos quedaban para entonces en la sociedad capaces de comprender que el corazón humano no se puede dividir. O servimos a Dios o al mundo.  

Entonces la mayoría repetía: "No importa a quien elijamos para que nos gobierne, no importa si es un depravado, mientras diga lo que nos gusta escuchar"  Contra más demagogia, contra más insolencia, más populares son los candidatos. Hasta muchos que se dicen católicos votaron a favor del aborto, la homosexualidad y todo lo demás que representa el espíritu del mundo, al que San Pablo nos advirtió que nunca nos acomodemos.  

Luego se anunció que hay que acabar con la discriminación contra los homosexuales.  Al no existir ni ley natural ni revelación divina, toda pasión es lícita.  Se declaró que quien se oponga a los "derechos" de los homosexuales a "instruir" a la juventud en las escuelas, a ser directores de scouts infantiles o adoptar niños, tiene una enfermedad llamada "homofobia".   

La rebelión contra las enseñanzas de Dios se infiltró en la Iglesia. Comenzaron a presionar para que se elimine toda enseñanza divina que se opone a la mentalidad del mundo.  Repetían una gran verdad: "Dios nos ama como somos".  Pero falsamente deducían que Dios no requiere conversión.  Se interpretó El amor de Dios como complacencia divina ante nuestro estado de pecado.  Se propuso que toda actividad sexual, sea cual fuese, antes o después del matrimonio debía ser aceptada mientras que los participantes "se amen". Muchos católicos adoptaron el estilo de vida del mundo: los anticonceptivos, el aborto, la infidelidad conyugal. La "liberación" no solo ocurrió en el ámbito sexual.  Se llegó a creer que ya no existe ningún pecado (excepto, claro esta, el pecado de "homofobia").  Por lo tanto no hay necesidad de dominar los instintos bajos ¿Que instintos bajos?.

Se cambió la definición de lo que antes era pecado: Al robo se le llama "saber aprovechar la situación"; al aborto: "una interrupción"; al mentir: "el derecho a mi opinión"; a la charlatanería: "elocuencia"; a la arrogancia: "saber imponer criterios"; a la cobardía: "prudencia"; a la gula se le llama "apetito"; a la avaricia: "ser emprendedor"; a la vagancia  se le llama "descanso".   

Esta incapacidad de discernir entre el bien y el mal es consecuencia de la impiedad y no tiene excusa:

En efecto, la cólera de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres que aprisionan la verdad en la injusticia; pues lo que de Dios se puede conocer, está en ellos manifiesto: Dios se lo manifestó. Porque lo invisible de Dios, desde la creación del mundo, se deja ver a la inteligencia a través de sus obras: su poder eterno y su divinidad, de forma que son inexcusables; porque, habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios ni le dieron gracias, antes bien se ofuscaron en sus razonamientos y su insensato corazón se entenebreció: jactándose de sabios se volvieron estúpidos, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible por una representación en forma de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos, de reptiles. Por eso Dios los entregó a las apetencias de su corazón hasta una impureza tal que deshonraron entre sí sus cuerpos; a ellos que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, y adoraron y sirvieron a la criatura en vez del Creador, que es
bendito por los siglos. Amén.  -Romanos 1,18-25

Ahora nos preguntamos por que tanta violencia, divorcio, depresión, suicidio, enfermedades mentales, caos...

Un joven escribió: Querido Dios, ¿por qué no salvaste a la pequeña niña que fue asesinada en su escuela? Firmó: "Sinceramente, Estudiante Preocupado".  Recibió una respuesta: "Amado Estudiante Preocupado: A mí no se me permite entrar en las escuelas. Cuidaré por ella en el cielo." 

¿Cuando despertaremos lo cristianos y comprenderemos la urgencia de nuestros tiempos? No es suficiente creerse bueno, hace falta amar lo suficiente a Cristo como para luchar por Su reino hasta entregar la vida. 

De la Palabra de Dios:

Porque vendrá un tiempo en que los hombres no soportarán la doctrina sana, sino que, arrastrados por sus propias pasiones, se harán con un montón de maestros por el prurito de oír novedades; apartarán sus oídos de la verdad y se volverán a las fábulas. Tú, en cambio, pórtate en todo con prudencia, soporta los sufrimientos, realiza la función de evangelizador, desempeña a la perfección tu ministerio.   -II Timoteo 4, 3-5

Pero tengo contra ti que toleras a Jezabel, esa mujer que se llama profetisa y está enseñando y engañando a mis siervos para que forniquen y coman carne inmolada a los ídolos. Le he dado tiempo para que se arrepienta, pero no quiere arrepentirse de su fornicación. Mira, a ella voy a arrojarla al lecho del dolor, y a los que adulteran con ella, a una gran tribulación, si no se arrepienten de sus obras.  -Apocalipsis 2, 20-21

I Tesalonicenses 5:5
pues todos vosotros sois hijos de la luz e hijos del día. Nosotros no somos de la noche ni de las tinieblas. Así pues, no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios.

P. Jordi Rivero.

LA PRACTICA HOMOSEXUAL NO CONSTITUYE UN DERECHO
Padre Jordi Rivero

Ante el reclamo de ciertos "derechos" por parte de algunos grupos homosexuales militantes, ofrecemos esta reflexión.

Las personas con inclinaciones homosexuales, como todas las personas, tienen derechos humanos y merecen ser amadas y respetadas. Sin embargo, cuando se habla de derechos, es necesario distinguir entre "persona" y "comportamiento":

Los derechos civiles pertenecen a todo ciudadano en virtud de ser persona pero no constituyen licencia para un comportamiento (sexual o de otro tipo) contrario a la moral.

TODOS los ciudadanos tienen justamente los mismos derechos civiles. La ley debe proteger a TODOS.  Nadie, sin embargo, puede crearse sus propios derechos contrarios a la moral, sobre todo cuando esta afecta el orden de la familia y la sociedad. Nos opondríamos a toda ley que viole los derechos humanos de cualquier persona, sea quien sea. Pero reconocemos el derecho del estado a establecer leyes que protejan la moral pública. Toda persona, sea cual fuese su inclinación sexual, debe respetar esas leyes. Nadie puede abrogarse derechos inexistentes. "Un desorden moral jamás debe ser considerado como un derecho civil" -Juan Pablo II. La Corte Suprema de Estados Unidos, en su decisión Bowers v. Hardwick, afirmó que, desde el punto de vista constitucional, "no existe un derecho fundamental a la sodomía homosexual".  

Es cierto que las personas y grupos tienen libertades pero esta no se puede separar de la responsabilidad y respeto por el bien común. No se debe utilizar la libertad para justificar comportamientos públicos gravemente inmorales. Nadie tiene libertad, por ejemplo, para andar desnudo por la calle o para tirar basura en la vía. Desde pequeños aprendemos que la libertad no es licencia para hacer lo que nos da la gana. Debe fundamentarse en valores morales constituyentes de la ley natural para la protección de todos especialmente de los niños y las familias.  

Cuando una sociedad pierde sus valores morales básicos cae en el error de creer que todo es admisible y pronto se deteriora. La misma libertad se convierte en la primera víctima. Se vive entonces a merced de los mas fuertes.     

La sociedad americana ya es ampliamente permisiva. Pero los activistas homosexuales buscan algo mas. Quieren establecer leyes especiales para imponer al público un desorden moral. Ya hemos visto, por ejemplo como, alegando que el sistema actual les "discrimina", han querido forzar a los Boy Scouts a tener líderes homosexuales para los niños. Igualmente quieren forzar una redefinición de la familia según sus intereses.

No podemos cruzarnos de brazo. Sin entrar en partidismo político debemos ayudar a comprender las batallas morales de nuestros tiempos. 

 

Una generación sin sueños por Miguel Vinuesa

Con la crisis galopante desatendida por nadie que no sea Cáritas y un puñado de buenas almas que dan de comer al hambriento en la calle, uno está tentado de desesperar, porque no se ve la luz al final del túnel. Y no solo en un plano macroeconómico, en el que decimos que todo está mal, sino en lo concreto, en el que todos vemos que alguien está en una situación profesional de paro, y que no hay certeza de poder salir de él en un plazo razonable.

Alguno de mis lectores puede creer que lo digo por mi, pero no es del todo cierto. El otro día leía una emocionante carta al director del Corriere della Sera, diario italiano con sede en Milán, en la que una madre narraba la historia de su hija. Tiene 30 años, 4 más que yo, y ya “no tiene sueños”.

Dice esta madre:

A su edad yo había hecho muchos sacrificios, pero tenía perspectiva concreta de crecimiento profesional y de poder hacer proyectos para la vida. Para mi hija y la gran mayoría de sus coetáneos los sacrificios no bastan: con estos jóvenes la realidad ha sido y es avara de ocasiones y ladrona de sueños. Pueden demostrar que valen, pero no tienen libertad para inventarse un futuro.

Nos vendieron que la preparación lo era todo. Fórmate en los mejores sitios, paga lo que sea por estudiar, haz un master, o varios, y habla cuantos más idiomas puedas. Eso abrió puertas a un mercado de becarios ávidos de experiencia. Mal pagados en la mayoría de casos, y haciendo el trabajo de uno o varios redactores en el caso de la prensa -que es el único del que os puedo hablar-. Total, es la única flexibilidad que permitía el marco laboral español.

De ahí se pasó al cinismo: “si no tienes padrino no te bautizas"… Hasta que un amigo, con más méritos y apoyos que nadie, intentó optar por una beca Fulbright y le fue denegada. Y hoy sale del paso dejándose la vida en varios curros para llegar a fin de mes… Si León XIII levantara la cabeza…

En poco más de un siglo las cosas no sólo no han ido a mejor, sino que hemos empeorado notablemente. Ya ni siquiera hay movimientos “obreros” que, dentro de lo erróneo de sus tesis defendían al trabajador de un liberalismo rapaz. Hoy solo existe la caricatura: unos líderes sindicalistas que llaman reiteradamente a la huelga general mientras se van de crucero o comen en exclusivos restaurantes de lujo.

En este páramo de esperanzas, los papas se han quedado solos predicando en el desierto. Es mucho más fácil hacer oídos sordos a los llamamientos que se han hecho en reiteradas encíclicas de temática social, última de ellas Caritas in Veritate, en la que se advierte claramente que la crisis económica hunde sus raíces en una crisis de identidad, de humanidad. Todo eso se puede ver sin fe, y de ahí que algunos hombres buenos, aunque no sean católicos, reconocen nuestra valía en asistencia social y en querer cambiar este mundo. Sin embargo, no me vale de nada que un empresario pertenezca a un gran movimiento de la Iglesia, tenga media docena de hijos, y rece mucho, si sigue perpetuando una política de empresa que lleva a ahondar más la fractura social. Pagando una miseria a sus asalariados, o dándoles parte de su sueldo en negro.

Y esos son los “bien intencionados". No quiero ya hablar de los abiertamente piratas. Al final, no nos quedará más remedio que volver a nuestras raíces. En la tradición que heredamos de nuestros mayores vamos a poder ver algo de luz, ya que en la ausencia de futuro que nos ofrece esta sociedad no hay salida. El “carpe diem", no me vale. Ya dejo atrás los años mozos y va siendo tiempo de labrarse un futuro, y encontrar con quien compartirlo.

Ese rito de madurez tiene un precio, y es que lo que deseamos pocas veces coincide con lo mejor para nosotros. Yo puedo querer hacer una cosa, pero si a todas luces eso no puede ser, si me obstino en desearlo no seré más que un infeliz el resto de mis días. Hay que saber renunciar a algunas cosas para tener mente y corazón preparados para lo que tenga que venir. Dios proveerá, pero también hay que poner los medios. Os dejo con un video que me motiva para buscar esa felicidad

Pax et Bonum

¡Besemos las manos consagradas!

Al tratar sobre el saludo cristiano, nos referimos a la laudable costumbre –desgraciadamente en vías de caer en desuso– de besar las manos consagradas de los sacerdotes. Hoy queremos abundar en este tema y referirnos a los ósculos como signos de reverencia y respeto.
El beso u ósculo es el acto de rozar algo con los labios. La palabra latina
“osculum” significa “boquita” (de "os": “boca” y “culum”: sufijo diminutivo) y alude a que para besar se hace la boca pequeña contrayendo los labios. De la misma raíz proviene la palabra “adorar”, es decir llevar “ad os”, a la boca algo para besar. Éste es el sentido de la “adoración” del Papa que hacían los cardenales después de su elección. Cada purpurado se acercaba al nuevo pontífice sentado sobre su trono en la Capilla Sixtina y “lo adoraba”, es decir le besaba sucesivamente la mula, la rodilla y el anillo, lo que no significaba en modo alguno un acto de culto de latría.
El beso ha sido siempre y en todas partes un signo de afecto y respeto. Por afecto, se besa filialmente a los padres, paternalmente a los hijos, cariñosamente a familiares y amigos, tierna
o pasionalmente a la persona amada, benévolamente a los animales domésticos… También se besa sus retratos u objetos que los representan o les pertenecen. Por respeto, se besa la mano de las señoras (antiguamente también la orla de sus vestidos) y, en los pueblos de cultura patriarcal, la mano del paterfamilias.
Una hermosa costumbre se refería al pan que se desechaba por haber caído en lugar sucio o por haberse endurecido. Antes de arrojarlo a la basura se lo besaba y la persona se persignaba como pidiendo perdón por tirar “el pan de Dios”, el que Él nos da respondiendo
a nuestra petición del Padrenuestro. En tiempos hodiernos las madres ya no enseñan a sus hijos esta señal de delicadeza, que encerraba un hondo significado de solidaridad para con los hambrientos.
En la Iglesia Católica existen dos clases de besos u ósculos: los litúrgicos y los reverenciales. Los besos litúrgicos se dan a las personas y objetos sagrados durante los actos del culto: la Santa Misa, la celebración de los sacramentos, bendiciones, procesiones, etc. Normalmente, se besa la mano del celebrante cuando se le entrega o se recibe algo de él y el objeto entregado y recibido. También se
besan las cosas bendecidas (palmas, candelas, pan bendito, etc.).
Los ósculos reverenciales se dan a las sagradas imágenes y a las estampas de Dios, la Virgen, los ángeles y los bienaventurados y a las reliquias de estos últimos; a los objetos piadosos y de devoción (cruces, rosarios, escapularios, agnusdei, etc.). También a las personas sagradas, empezando por el Papa, objeto de la
adoratio (según se ha explicado antes) y cuyo annulum piscatoris (el anillo del Pescador) se ha de besar en audiencia. Los prelados consagrados con el orden episcopal –ya sean cardenales, patriarcas, arzobispos y obispos– son acreedores del ósculo a su anillo pastoral, acto que en el pasado se hallaba indulgenciado. El beso tanto al anillo papal como al episcopal debe hacerse haciendo genuflexión.
A los prelados no constituidos en el orden episcopal y los sacerdotes, tanto seculares como regulares, se les besa la mano por razón de las unciones con que ésta ha sido consagrada para tocar el Cuerpo de Nuestro Señor Jesucristo. Y se hace en la mano
derecha porque ella es el vehículo de las bendiciones del buen Dios. El gesto se ha de acompañar con una inclinación. ¿Por qué al Papa y a los obispos se les besa el anillo y no la mano como a los demás sacerdotes? Porque el anillo es el signo externo de su autoridad apostólica y de su unión con la iglesia que presiden.
En el protocolo epistolar eran sólitas las siguientes fórmula de despedida del remitente de la carta:
“que besa la sagrada púrpura de Vuestra Eminencia” (en el caso de dirigirse a un cardenal) y “que besa el pastoral anillo de Vuestra Excelencia” (tratándose de un arzobispo u obispo). El ósculo a la púrpura de un Príncipe de la Iglesia es hoy meramente retórico, pero debió practicarse en el pasado besando la orla de la cauda cardenalicia, como se besaban las de las vestiduras de ciertos potentados y dignatarios civiles y religiosos y de las señoras.
El ósculo depositado en una mano consagrada es un acto a la vez de humildad, de piedad y de religión. Es un acto de humildad porque indica el reconocimiento de una subordinación, aunque no a la persona sino a la dignidad (de ahí que nunca hay
que substraerse a besar la mano de algún sacerdote aunque se lo considere indigno); es la subordinación del laico al clérigo, que está constituido en un orden superior. Es un acto de piedad porque el hijo rinde homenaje a su padre espiritual y también porque se reconoce y se muestra visiblemente respeto a lo sagrado. Es, en fin, un acto de religión, porque se honra a Dios honrando a sus ministros. En estos tiempos de descreimiento y de galopante apostasía también es de modo especial un elocuente acto de fe, por el cual se reverencia la mano que ha sido consagrada para ofrecer el santo sacrificio de la Misa.
Es una pena que se vaya perdiendo la costumbre del besamano a los sacerdotes, pero da aún más pena el que ellos mismos en muchos casos la retiren, rehusando esta muestra de respeto de parte de los fieles. A veces se debe a una actitud de humildad mal entendida porque no se comprende lo que se ha dicho antes: que el homenaje no es a la persona sino a la dignidad que ésta ostenta y representa. Escamotear el honor debido a su dignidad no hace más humilde a la persona
del sacerdote ciertamente, pero sí puede llegar a humillar al fiel que se ve retirar la mano que quiere besar, lo cual puede ser tomado como un rechazo. Otras veces esta actitud puede deberse –y esto sí es grave– a una concepción errónea sobre la identidad sacerdotal y sobre la naturaleza de lo sagrado.
Pensemos en un san Pío X o en un beato Juan XXIII: han sido reconocidos como modelos de modestia y humildad y, sin embargo, mantuvieron íntegra la etiqueta de la antigua corte pontificia, que hacía de la persona del Papa un objeto de constante pleitesía. ¿Puede
dudarse de la sinceridad o la virtud de estos papas? Lo que pasa es que eran perfectamente conscientes de su altísima dignidad y estaban convencidos de que su honra redundaba en el esplendor de la fe católica y en la gloria de Dios.
¡Besemos las manos consagradas!

 

Volvamos a saludar en cristiano

La paganización de nuestra sociedad es desgraciadamente un hecho: las referencias cristianas en la vida diaria van desapareciendo cada vez más y a las que quedan porque sería imposible desarraigarlas (como son la Navidad, las fiestas patronales de los pueblos, etc.) se las va vaciando de su contenido religioso para quedarse con los aspectos meramente mundanos (vacación, festejo, folklore, etc.). Este proceso se advierte últimamente en el trato social, especialmente por lo que toca al saludo.
Antaño se solía saludar por la mañana con un
“Buenos días nos dé Dios”. En Cataluña era común hasta no hace mucho dirigirse a alguien diciéndole “Deu vos guard!” (fórmula que tenía su correspondiente castellano en el antiguo “Dios os guarde”, ya en desuso desde hace tiempo). En España y las Indias, en la época del imperio católico, lo común era saludar a alguien con la jaculatoria “Ave María Purísima”, a la que el interpelado debía contestar “Sin pecado concebida”. Recordemos que los Reinos Hispánicos se distinguieron por su especial defensa del privilegio de la Inmaculada Concepción, bajo cuyo patronazgo se hallaban. Hoy esta forma de saludo sólo se reserva ya para el confesionario y para dirigirse a los eclesiásticos, aunque cada vez menos.
Para despedirse o al cruzarse por la calle sin detenerse se emplea la palabra
“Adiós”, que significa “quede con Dios” o “vaya usted con Dios”. En catalán se dice “Adéu” o la forma más larga (que data del siglo XIII) “Adéu-siau” (“Sea con Dios”). Todavía se oye esta última, aunque en boca de personas mayores o de comarca.
Sin embargo, de un tiempo a esta parte se ha venido generalizando la expresión
“Hasta luego” para despedirse, lo cual no tiene sentido la mayor parte de las veces en que se emplea, dado que los interlocutores no se van a ver de ahí a luego, sino hasta el día siguiente o en lapso aún más largo. Otros prefieren tomar prestado el “Ciao” de los italianos, castellanizado en “Chao” o “Chau” (como está en uso desde hace tiempo en muchos países hispanoamericanos). Todo con tal de no mentar a Dios. Lo peor es que la cosa se contagia imperceptiblemente y hasta gente por otra parte cristiana acaba por seguir la corriente general.
Si empezamos a claudicar con el saludo, que nada cuesta, no es extraño que se atrevan ya a cuestionar los crucifijos de los lugares públicos y pretendan quitárnoslos. Y más tarde será peor. A fuer de buenos católicos debemos contrarrestar esta marea laicista y anticristiana que nos quiere arrollar empezando por reivindicar el saludo cristiano. Volvamos a decir
“Adiós”. Nadie puede seriamente sentirse ofendido por que le deseemos lo que creemos que es lo mejor. Aunque no crea en Dios. De esta manera realizamos un acto de fe (por lo que nos toca) y de caridad (para con el prójimo).
Volvamos también a saludar a nuestros sacerdotes y religiosos con el
“Ave María Purísima” y acompañemos esta hermosa jaculatoria con el beso a la mano consagrada (sobre lo cual volveremos más adelante). Es una manera de recordarles lo que son en un tiempo en que también muchos de ellos olvidan el respeto que se deben a sí mismos y al estado al que han sido llamados.