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NO ES PECADO PARTICIPAR DE MISAS DE "LEFEBVRISTAS"

 

Pontificia Comisión Ecclesia Dei confirma oficialmente: La Sociedad de San Pío X está dentro de la Iglesia, no en cisma formal; los Católicos no cometen pecado ni incurren en ninguna pena canónica por asistencia a Misas.

Brian Mershon

Julio 11, 2008

Msr. Camille Perl, Vicepresidente de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei (PCED) ha respondido recientemente con una carta fechada Mayo 23, 2008, a preguntas que Yo he invocado con respecto al status canónico oficial de la Sociedad de San Pío X y de aquellos Católicos que asisten a sus capillas para cumplir su precepto Dominical.

Este artículo por cierto generará muchos comentarios de ambas partes, desde los reaccionarios de línea fuerte partidarios de la SSPX, quienes no pueden soportar creer que sus matrimonios y confesiones podrían ser inválidos, hasta los conservadores “más Católicos que el Papa”, quienes siguen interpretando torcidamente la clara enseñanza de la PCED, el Cardenal Castrillón y de la Iglesia Católica respecto a los laicos que asisten a las capillas de la SSPX para cumplir su precepto Dominical.

En verdad, las repetidas afirmaciones públicas del Cardenal Castrillón que la SSPX no está en cisma formal, ciertamente rebasan el nivel de una opinión privada de un clérigo en materias fuera de su competencia. Sus declaraciones pueden ser vistas por todos los Católicos como reflejo de la actual posición de la Iglesia Católica sobre estas materias. Mientras algunos canonistas, de buena fe, pudieran estar en desacuerdo, el Cardenal Castrillón y las respuestas de la PCED a correspondencia privada, ciertamente sobrepasan el nivel de autoridad de la opinión de simples canonistas.

Las respuestas a la carta de abajo, pueden ser planteadas con certeza moral.

Su Eminencia

Darío Cardenal Castrillón Hoyos

Presidente, Pontificia Comisión Ecclesia Dei (PCED)

Palazzo del Sant’Uffizio

00120 Ciudad del Vaticano

Lunes de Semana Santa

Anno Domini 2008

 

Su Eminencia,

He recopilado como referencia, numerosas entrevistas públicas, tanto impresas como televisivas, en donde es Ud. citado afirmando que el caso de la Sociedad de San Pío X “no está en cisma formal” y otras palabras a tal efecto.

P: ¿Es esta su mera opinión privada, o [es] la enseñanza oficial de la Iglesia Católica en su capacidad oficial como jefe de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei?

PCED: “Las afirmaciones hechas por el Cardenal Castrillón necesitan ser entendidas en un sentido técnico, canónico. Declarar que la Sociedad de San Pío X “no está en cisma formal” es decir que no ha habido declaración oficial de parte de la Santa Sede de que la Sociedad de San Pío X está en cisma. Hasta ahora, la Iglesia ha buscado mostrar el máximo de caridad, cortesía y consideración por todos aquellos implicados, con la esperanza de que tal declaración no sea eventualmente necesaria.”

¿Podría Usted, por favor, clarificar lo siguiente por mí en esta correspondencia privada, así me podría asegurar que mi familia y Yo estamos siguiendo la actual enseñanza de la Iglesia en esta materia especifica?

P: ¿Sostiene actualmente la Iglesia Católica que los sacerdotes y obispos de la Sociedad de San Pío X están en cisma formal con la Iglesia Católica?

PCED: “Los obispos de la Sociedad de San Pío X están excomulgados de acuerdo con la prescripción del canon 1382 del Código de Derecho Canónico que afirma que “Un Obispo que confiere a alguien la consagración episcopal sin mandato pontificio, así como el que recibe de él la consagración, incurren en excomunión latae sententiae reservada a la Sede Apostólica.” Al Arzobispo Lefebvre se le recordó debidamente de esto antes de su conferimiento de la ordenación Episcopal del 30 de Junio de 1988 y de que el Santo Padre confirmara que se había incurrido en esta pena en su Carta Apostólica Ecclesia Dei # 3 [cf. AAS 80 (1988) 1495-1498; traducción española en L’Osservatore Romano, edición semanal en lengua española del 8 de Julio de 1988, p. 1]

“Los sacerdotes de la Sociedad de San Pío X están validamente ordenados, pero suspendidos, eso es: prohibidos de ejercitar sus funciones sacerdotales porque no están propiamente incardinados en una diócesis o instituto religioso en plena comunión con la Santa Sede (cf. Código de Derecho Canónico, canon 265) y también porque aquellos ordenados después de las ordenaciones Episcopales fueron ordenados por obispos excomulgados.

“Concretamente, esto significa que las Misas ofrecidas por los sacerdotes de la Sociedad de San Pío X son válidas, pero ilícitas, i.e., contrarias a la Ley Canónica. Los Sacramentos de la Penitencia y del Matrimonio, sin embargo, requieren que el sacerdote goce de facultades de la diócesis o tenga delegación propia. Como ese no es el caso con estos sacerdotes, estos sacramentos son inválidos. Queda cierto, sin embargo, que, si los fieles son genuinamente ignorantes que los sacerdotes de la Sociedad de San Pío X no tienen la facultad propia para absolver, la Iglesia suple estas facultades para que así el sacramento sea valido (cf. Código de Derecho Canónico, canon 144)

“En tanto es cierto que la participación en la Misa en las capillas de la Sociedad de San Pío X, no constituye en sí misma “adherencia formal al cisma” (cf. Ecclesia Dei 5, c), tal adherencia puede acaecer en un periodo de tiempo en el que uno embeba una mentalidad cismática que lo separe a uno mismo de la enseñanza del Supremo Pontífice y de toda la Iglesia Católica. Mientras esperamos y oramos por una reconciliación con la Sociedad de San Pío X, la Pontificia Comisión “Ecclesia Dei” no puede recomendar que miembros de los fieles frecuenten sus capillas por las razones que hemos arriba expuesto. Lamentamos profundamente esta situación y oramos para que una reconciliación de la Sociedad de San Pío X con la Iglesia pueda llegar, pero hasta tal tiempo, las explicaciones que hemos dado permanecen en vigor.”

P: ¿Sostiene actualmente la Iglesia Católica que la situación de la Sociedad de San Pío X no es una [situación] para el diálogo ecuménico porque la Sociedad de San Pío X es un asunto interno dentro de la Iglesia Católica?

PCED: “Hasta ahora la Iglesia Católica ha actuado como si la situación de la Sociedad de San Pío X fuera un asunto interno dentro de la Iglesia Católica y no un asunto de diálogo ecuménico.”

P: ¿Los Católicos que frecuentan las capillas de la Sociedad de San Pío X, más o menos frecuentemente, incurren en algún pecado o delito canónico haciéndolo, si sólo lo hacen por devoción a la tradición litúrgica latina de la Iglesia y no por separase de la comunión con su Ordinario diocesano o pastor local?

PCED: “Los Católicos que frecuentan las capillas de la Sociedad de San Pío X no incurren en ningún pecado o delito canónico por hacerlo. Sin Embargo, lo referimos más aun a lo que ya hemos afirmado arriba en el # 4.”

P: ¿Qué nivel de autoridad tienen sus respuestas a esta correspondencia privada?

PCED: “Como ya le hemos afirmado en nuestra carta del 4 de Julio de 2007: “Esta Pontificia Comisión hace lo mejor que puede para transmitir respuestas que estén en pleno acuerdo con el magisterio y las prácticas canónicas presentes de la Iglesia Católica. Uno debe aceptarlas con docilidad y poder plantearlas con certeza moral.” Aun más, añadiríamos que ningún dicasterio de la Santa Sede dará otras respuestas que aquellas que hemos dado aquí.”

Por favor, sepa que Usted y su equipo y el Santo Padre están en las constantes oraciones de mi familia mientras nos preparamos para celebrar la Semana Santa y el tiempo Pascual.

Pax Christi in Regno Christi,

Brian C. Mershon

 

EJEMPLO A IMITAR: EL OBISPO DE LISIEUX ABRIÓ LAS PUERTAS DE SU CATEDRAL A LOS LEFEBVRIANOS.


5 de Octubre del 2010: En un honroso gesto, Monseñor Boulanger, Obispo de Bayeux-Lisieux (en la fotografía) permitió, el pasado 2 de octubre, que los peregrinos de la Fraternidad de San Pío X pudieran oficiar la Santa Misa tradicional en la Catedral de Lisieux. Dios premie a los buenos obispos que ayudan al Papa en el camino de reconciliación y unidad.

 

Messa in Latino

Comenzó el pasado lunes el debate teológico entre la FSSPX y la Santa Sede con el Vaticano II como problema de fondo

Tal y como estaba previsto desde hace algunos meses, han comenzado por fin las discusiones doctrinales entre la Santa Sede y la Fraternidad Sacerdotal San Pío X (FSSPX), tal y como ha confirmado la Oficina del Vaticano que, hace unos días ha hecho público un comunicado, que señala el propósito que tendrán estos encuentros: "examinar las dificultades doctrinales que siguen existiendo entre la Fraternidad y la Sede Apostólica".

 

"En un clima cordial, respetuoso y constructivo, se ha hecho hincapié en las mayores cuestiones de carácter doctrinal que se tratarán y discutirán durante los coloquios de los próximos meses, que probablemente tendrán lugar cada 15 días. En particular, se examinarán las cuestiones relativas al concepto de Tradición, al Misal de Pablo VI, a la interpretación del Concilio Vaticano II en continuidad con la Tradición doctrinal católica, a los temas de la unidad de la Iglesia y de los principios católicos del ecumenismo, de la relación entre el cristianismo y las religiones no cristianas y de la libertad religiosa. A lo largo del encuentro, también se ha precisado el método y la organización del trabajo".

Así, el Sínodo Vaticano II y sobre todo, su ulterior intrepretación y aplicación, será el asunto principal de este diálogo, querido por el Papa y buscado por los cuatro obispos "lefebvrianos" en aras a satisfacer las dificultades que este grupo encuentra en relación a la Tradición magisterial precedente. De hecho, son grandes los frutos que se esperan para el conjunto de la Iglesia universal, ya que sin la presión ejercida por los hijos de Macel Lefebvre los grandes asuntos a tratar, y que afectan a aspectos centrales de la Fe, se hubieran diluido sin más.

De ahí, que la actitud de la Fraternidad, más que empecinamiento o soberbia intelectual, como muchas veces sus detractores ponen de manifiesto, es más bien lo contrario. En ellos existe una gran necesidad de profundizar en el misterio de la Fe y contribuir al esclarecimiento de algunas doctrinas y presupuestos teológicos confusos que se encuentran bajo los textos aprobados por el Santo Sínodo y que juzgan contarios a las enseñanzas de los papas anteriores a Juan XXIII.

 

Participan en este debate, por parte de la Comisión Ecclesia Dei, además del Secretario de la misma Comisión, Mons. Guido Pozzo, el Secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, S.E. Mons. Luis F. Ladaria Ferrer, S.I., y los expertos ya nombrados: el Rev. P. Charles Morerod, O.P., Secretario de la Comisión teológica internacional, Consultor de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Rev. Mons. Fernando Ocáriz, Vicario General del Opus Dei, Consultor de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y el Rev. P. Karl Josef Becker, S.I., Consultor de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

Por parte de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X participan, S. E. Mons. Alfonso de Galarreta, director del Seminario Nuestra Señora Corredentora de La Reja, Argentina, el Rev. P. Benoît de Jorna, director del Seminario Internacional San Pío X en Ecône, Suiza., el Rev. P. Jean-Michel Gleize, profesor de eclesiología en el Seminario Internacional San Pío X en Ecône, Suiza, y el Rev. P. Patrick de La Rocque, prior del Priorato Saint-Louis de Nantes, Francia.

 

“Yo estoy profundamente convencido de que precisamente por eso se debería agradecer a la Fraternidad, la cual, en un contexto de secularización ya en los márgenes de una era post-cristiana, y también de antipatía no disimulada hacia ella, ha tenido y tiene bien alta la antorcha de la Fe y de la Tradición.” Mons. Brunero Gherardini, canónigo de la Basílica de San Pedro.

 

 

 

MONSEÑOR FELLAY SOBRE EL DIÁLOGO ROMA/FSSPX.


9 de Octubre del 2010: Monseñor Bernard Fellay, Obispo superior de la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X, ha declarado en una entrevista (sobre las discusiones con Roma): "Viendo el desarrollo de las discusiones, pienso que no acabarán en una brusca ruptura o en una solución súbita. Dos mentalidades se reencuentran, pero la voluntad de dialogar -a nivel teológico- es bien real. Es por ello, incluso aunque el desarrollo pueda ser largo, que los frutos pueden ser prometedores".

 

La Porte Latine

Mons. Bernard Fellay, Superior de la Fraternidad San Pío X, concedió una entrevista a DICI, agencia oficial de la FSSPX, sobre las conversaciones doctrinales con la Santa Sede. Ofrecemos nuestra traducción al español, realizada a partir de la versión en lengua portuguesa del blog Frates in unum.

***

Monseñor, gracias por aceptar responder a nuestras preguntas. ¿Cuál es la diferencia entre estas conversaciones doctrinales y los intercambios que se llevaron a cabo anteriormente en vida de Mons. Lefebvre, por ejemplo, con respecto a las Dubia?

 

 

 

 


Anteriormente, los intercambios eran, en realidad, informales, excepto en algunas raras ocasiones, como al inicio del pontificado de Juan Pablo II. Mons. Lefebvre, presentando las principales objeciones a las novedades – y protestando enérgicamente contra los escándalos que sacudían a la Iglesia -, procuraba un acuerdo práctico: él pensaba que Roma podía dejarlo hacer “la experiencia de la Tradición” concediendo a la Fraternidad San Pío X una regularización canónica antes de cualquier debate de fondo. Después de 1988, él indicó claramente el paso a seguir: llevar la discusión al plano doctrinal, a la misma esencia de la crisis que hace tanto daño. Ahora, la Santa Sede nos ha concedido estas magníficas conversaciones doctrinales, de manera oficial. Ellas serán para nosotros ocasión de testimoniar la fe y de hacernos eco de 2000 años de Tradición, sin privarnos de retomar ciertos estudios, como las Dubia sur la liberté religieuse que, en aquel momento, no recibieron una respuesta satisfactoria.

*

Sólo la Fraternidad obtuvo estas conversaciones, serias y casi solemnes. Ninguna comunidad “Ecclesia Dei” las obtuvo. En su opinión, ¿esto es signo de la relevancia de nuestra actitud de resistencia y rechazo de un compromiso o reconocimiento canónico equívoco o, más bien, es signo de que las comunidades “Ecclesia Dei” no tienen en definitiva grandes cosas que las distingan de la línea conciliar?


Sin duda, es signo de ambas cosas.

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¿Podría darnos una lista exacta de los temas abordados, Monseñor?


Usted la encontrará en el comunicado de prensa que siguió al primer encuentro, el 26 de octubre pasado: “En particular, se examinarán las cuestiones relativas al concepto de Tradición, al Misal de Pablo VI, a la interpretación del Concilio Vaticano II en continuidad con la Tradición doctrinal católica, a los temas de la unidad de la Iglesia y de los principios católicos del ecumenismo, de la relación entre el cristianismo y las religiones no cristianas y de la libertad religiosa”.

*

La filosofía moderna y los nuevos conceptos (testimonio, diálogo, apertura, compromiso, experiencia, etc.), ¿estarán en la agenda de las discusiones?


Todos estos asuntos están detrás de muchos de los problemas que conciernen a la nueva eclesiología, y parece inevitable que sean planteados en estas conversaciones que, lo recuerdo, giran en torno al Concilio y a su aggiornamento.

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¿Es posible observar una discreción total en torno a estas conversaciones? ¿No hay rumores que ya se hayan filtrado?


No que yo sepa, a no ser algunos aspectos secundarios referentes a la organización general de estas conversaciones.

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¿Por qué razón el Vaticano y la Fraternidad quieren guardar tanta discreción en torno a las conversaciones doctrinales?


Es muy importante que el clima de las discusiones sea calmo y sereno. Vivimos en una época de mediatización y de democracia universal en que todos juzgan todo y dan su opinión sobre todo. Las cuestiones de teología y los desafíos son tales que es preferible dejar que las cosas sucedan con discreción. Llegado el momento, si es necesario, llegará el momento de informar públicamente.

*

Se dice frecuentemente que Roma y la Fraternidad no se comprenden porque no tienen el mismo lenguaje. ¿Esto es cierto respecto a nuestros actuales interlocutores romanos? ¿Cómo hacer para tener el mismo lenguaje?


Es demasiado pronto para responder. En todo caso, tenemos que tratar con mentes brillantes con las cuales deberíamos poder conversar. Una formación filosófica tomista es, evidentemente, la mejor manera de proceder.

*

En su opinión, los teólogos que Roma ha elegido, ¿representan la corriente general en la Iglesia actual? ¿O están más próximos a una tendencia en particular? ¿Su línea de pensamiento es cercana a la de Benedicto XVI?


Nuestros interlocutores parecen muy fieles a las posiciones del Papa. Se sitúan en lo que podemos llamar una línea conservadora, la de los partidarios de una lectura lo más tradicional posible del Concilio. Ellos quieren el bien de la Iglesia pero, al mismo tiempo, salvar al Concilio: allí está toda la cuadratura del círculo.

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Los teólogos elegidos por el Vaticano, ¿son tomistas? ¿O son de forma tradicional?


Veremos. En todo caso, debemos tratar con un dominico, por lo tanto, un gran conocedor de Santo Tomás de Aquino, pero también con un jesuita y con un miembro del Opus Dei.

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En las conversaciones, ¿cuáles serán los puntos de referencia, más allá de la Revelación, la Escritura y la Tradición? ¿Sólo la enseñanza anterior al Vaticano II? ¿O la posterior?


El problema se refiere al Vaticano II. Por lo tanto, es a la luz de la Tradición anterior que examinaremos si el magisterio post-conciliar es una ruptura o no.

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Algunos temen que nuestros teólogos, dejándose llevar por el ambiente de las oficinas del Vaticano, bajen la guardia en sus conversaciones. ¿Podría tranquilizarlos?


Nosotros vamos a Roma para testimoniar la fe, y el ambiente de las oficinas nos importa muy poco. Nuestros teólogos se reunirán cada dos o tres meses en una gran sala del Palacio del Santo Oficio, no en oficinas…

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Respecto a la duración de estas conversaciones, dada la dificultad de la mayor parte de los asuntos, que requieren por lo menos uno o dos años cada uno, ¿esta duración podría ser más breve que cinco o diez años?


Espero que no sea así… En todo caso, cuando se trata con una persona, cualquiera sea, la cuestión de la Misa, de la libertad religiosa y del ecumenismo, ¡no es necesario todo ese tiempo para convencerlo!

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¿No teme que, en el curso de las discusiones, Roma respondiese finalmente a nuestras objeciones (concernientes a la libertad religiosa y a la nueva Misa) con el argumento de autoridad: Roma decidió así, ella no se puede engañar, etc.?


Se podría temer, ciertamente, pero en este caso demostraría que Roma realmente no tiene intención de discutir. Ahora bien, el debate sobre el Vaticano II es ineludible. El reciente libro de Mons. Gherardini, reconocido teólogo romano, lo demuestra. El Vaticano II puede ser discutido; debe serlo.

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¿No podemos temer que estas conversaciones terminen en declaraciones conjuntas, en las que las partes se pongan de acuerdo sobre puntos comunes pero sin resolver los debates de fondo, algo así como la Declaración conjunta con los luteranos sobre la Justificación?


No es cuestión de declaraciones comunes.

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Supongamos que uno de los teólogos del lado romano, después de estas conversaciones, sea llevado a alinearse con esta o aquella tesis tradicional, por ejemplo, a juzgar la libertad religiosa como no conforme con la Tradición. ¿Qué podría ocurrir luego?


Lo que la Providencia quiera. Veremos, entonces, lo que se debe hacer. No estamos allí todavía.

*

Los fieles rezaron el rosario por el reconocimiento de la Misa tradicional y por el levantamiento de las excomuniones; actualmente, rezan por la consagración de Rusia por parte del Papa. ¿Usted cree que oran también por el buen resultado de las conversaciones doctrinales?


Vale la pena rezar por esta intención, como lo hicieron los niños de la Cruzada eucarística del mes de enero. De nuestro testimonio de fe puede resultar un gran bien para la Iglesia… De hecho, me parece que los objetivos de estas cruzadas del Rosario están conectados unos con otros: no habrá triunfo mariano sin restauración de la Iglesia y, por lo tanto, de la Misa con la enseñanza de la fe.

MONSEÑOR FELLAY: "ESTAMOS MÁS CERCA DEL PAPA DE LO QUE PARECE"

30/12/10. Entrevista a Monseñor Fellay, Obispo y Superior de la Fraternidad de San Pío X: "El Papa dice que hay solo un problema de orden méramente canónico. Es suficiente un acto de Roma que diga que esto se ha resuelto y regresamos a la Iglesia. Esto llegará. Soy muy optimista".

Les Nouvelles Caléddoniens

 

 

 

 

 

Les Nouvelles Caléddoniens

EL OBISPO DE NIZA VISITA LA FSSPX.

 

24/01/11. En un gesto de reconciliación sin precedentes, Monseñor Louis Sankalé, Obispo de Niza, ha visito la casa de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X en su diócesis, dentro de un programa de visitas pastorales. Recordamos que la FSSPX, fundada por el Arzobispo Lefebvre, está actualmente en conversaciones con el Vaticano para recuperar la plena comunión con Roma.

Mons. Bernard Fellay, en su homilía de Epifanía, criticó duramente el acto ecuménico que se llevará a cabo en Asís con ocasión del 25 aniversario de la “Jornada Mundial del Rezo por la Paz”. Publicamos un fragmento de dicha homilía:

                               

 

"En la teoría conocen, en la teoría ellos creen. Pero, en la realidad, ¿creen? ¿Realmente creen que Nuestro Señor es Dios? ¿Realmente creen que la paz entre los hombres, entre las naciones, está en su mano? ¿Realmente creen en todas las consecuencias inmediatas de su divinidad? ... ¿Van, como los Magos, los Tres Reyes a adorar al Dios verdadero y a buscar a Dios para alcanzar la paz y para pedirle por ella? ¿Van al Rey de la Paz: Rex pacificus?

¡Oh, cómo la historia se repite!, ¡ay!

Sí, estamos profundamente indignados, protestamos con vehemencia contra la repetición de los días de Asís. Todo lo que hemos dicho, todo lo que Mons. Lefebvre había dicho en el momento [de la primera Jornada Mundial de Oración por la Paz en Asís en 1986], lo repetimos en nuestro propio nombre. Es evidente, mis queridos hermanos, que tal cosa exige reparación. ¡Qué misterio!

Sí, a adorar: ¿qué significa eso? Adorar significa en primer lugar: reconocer, reconocer la divinidad. La adoración es dada sólo a Dios. Y el reconocimiento de su divinidad implica inmediatamente la sumisión, una declaración de sumisión a la soberanía de Dios. Es reconocer que Dios tiene todo derecho sobre nosotros, que estamos realmente en completa y absoluta dependencia de Dios para nuestra existencia, nuestra vida, nuestra habilidad de actuar, pensar, el desear y querer. Todo bien, todo lo bueno que nos sucede, viene de la bondad de Dios. Y esto no es cierto-sólo para los creyentes, no sólo para los cristianos-esto es cierto para todas las criaturas, absolutamente todas las criaturas.

Dios, el Creador de todas las cosas, visibles e invisibles, es el mismo que también gobierna este mundo, el que sostiene todas las cosas por el poder de su Palabra, a Aquel en quien todo tiene su estabilidad ¡Señor de la vida y la muerte, de los individuos y las naciones! ¡Dios todopoderoso y eterno, a quien todo el honor y la gloria le es debida! Sí, adorar es ponerse en esta postura de humildad que reconoce los derechos de Dios.

Vayamos, entonces, vamos a Nuestro Señor, aunque Él oculta su divinidad, a pesar de que Él es un niño pequeño en los brazos de su Madre, ¡Él es verdaderamente Dios! Él es verdadero Dios, enviado por la misericordia del buen Dios para salvarnos. Porque Él se hizo hombre, y al convertirse en un hombre que se convirtió en el Salvador, y su nombre, dado por el mismo Dios, es Jesús: ¡el Salvador! El único nombre que se ha dado bajo el cielo, por el cual podamos ser salvos. ¡El único Salvador! El único Santo, “Tu solus Sanctus” [como decimos en el Gloria], que viene a traer algo inaudito: la invitación a la felicidad eterna de Dios.

¿Cómo puede la gente depositar la esperanza de recibir sus bendiciones cuando lo insultan, cuando lo ignoran, cuando lo disminuyen? ¡Es una locura! ¿Cómo puede alguien tener esperanza de paz entre los hombres cuando se hace una burla de Dios?

Y aquí el pensamiento moderno hace realmente extraños tipos de proyecciones: se pretende que todas las religiones, en última instancia, adoramos a un solo y mismo Dios verdadero. Eso es absolutamente falso, está incluso en el Apocalipsis, lo encontramos ya en los salmos, en el Salmo 96:5, “¡Todos los dioses de los gentiles son demonios!” Son los demonios. ¡Y Asís estará lleno de demonios! Esta es la Revelación, es la fe de la Iglesia, lo que enseña la Iglesia.

Ahora, ¿dónde está la continuidad? Ahora, ¿dónde está la ruptura? ¡Qué misterio!

Sí, mis queridos hermanos, si queremos ser salvos, hay una sola manera, y ella es el camino de Nuestro Señor Jesucristo".

 

+Mons. Bernard Fellay 

 

Homilía de Epifanía, París, 6 de Enero de 2011. 

 

Tomado de “Panorama Católico Internacional”.

 

Habla Don Massimo Sbicego, el sacerdote Vicentino pasado a la FSSPX

 

 

 

Traemos aquí nuestra traducción de este artículo aparecido en la web hermana Messa in Latino.

 

Don Massimo Sbicego, el párroco vicentino que ha entrado a formar parte de la Sociedad de San Pío X, ha tenido la amabilidad de remitirnos una copia de la carta enviada a sus antiguos feligreses, y también de las cartas con la que explicó su decisión a la Curia de Vicenza. Cuál es la opinión personal acerca de la decisión, dolorosa y deliberada, del sacerdote, creo que es muy apreciable su tono amable y respetuoso a las autoridades diocesanas y a los feligreses,  acompañado de la justa  firmeza y claridad sobre las cuestiones doctrinales y litúrgicas que lo han llevado a dar este gran paso. 


Enrico

 

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  11 de enero 2011

Queridos fieles,
 
Creo que es apropiado, después de unos días, fuera de la reserva que ha caracterizado mi partida: en primer lugar lamento no haberos saludado personalmente testimoniando el aprecio que tengo hacia vosotros.
La decisión de entrar en la Sociedad de San Pío X, junto con las motivaciones que la impulsan, no es de hoy: hace dos años hablé con Mons. Nosiglia, entonces Obispo de Vicenza, para obtener el permiso de pasar un año "sabático" en una casa de dicho Instituto.
A mediados de diciembre que nuevamente me manifesté abierta y francamente acerca de mi decisión con Monseñor Furian; el Aministrador
Diocesano me recibió y escuchó con la mayor benevolencia expresandome el deseo de que  dejase gestionar a la autoridad diocesana la tarea de dar explicaciones. Esta intención se me manifestó más tarde a mí también por el Vicario Foráneo. La solicitud parecía razonable y acogerla me parecía que era un signo de buena voluntad para con mis superiores que tenía la intención de dejar libre para manejar mejor la situación que se creó: me he ido tan en silencio, sin embargo, con el fin de evitar vuestra participación directa en este delicado asunto de conciencia. Eso es todo.
 

Lo que encontrarán a continuación es la misma carta y el billete de acompañamiento, que envié a Monseñor. Furian, después de nuestra reunión personal a mediados de diciembre; son textos que expresan no sólo la conciencia de una situación eclesial, sino también la interioridad de mi persona.

 

Agradezco a todos aquellos que en los últimos días me han expresado su cercanía;  Os saludo con afecto y pido al Señor que os bendiga.

 

Don Massimo

 

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  Pedemonte, 21 de diciembre de 2010

 Estimado don Ludovico,

 

Muchas gracias por el paterno coloquio del 14 de diciembre y por tu última carta; en la que he sentido el vivo aprecio, la comprensión, y la humanidad que es mutua.

 

La elección de la Sociedad de San Pío X, así como la opción de conciencia, se basa en profundas creencias doctrinales, una búsqueda de la Verdad, que es Nuestro Señor, que me han interrogado, a veces inquietado,  durante años para poner en discusión el Ministerio recibido. En la fraternidad he encontrado el significado más profundo del sacerdocio católico tanto que me atrevo a decir: "a muchos les parecerá que yo he abandonado la Diócesis, como Católico, vuelvo a casa". 

Don Massimo

 

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A Mons. Ludovico Furian

Administrador Diocesano

 

Voy a escribir estas pocas líneas para dar razones de una elección que es una elección de conciencia, de fe, y sobre todo de coherencia con la llamada de Nuestro Señor al sacerdocio y con el ideal sacerdotal.

 

 A menudo a nosotros los Sacerdotes nos preguntan si habemos encontrado a Jesús; yo hoy puedo decir: "¡Sí! Yo lo he encontrado". Lo he encontrado a los pies de una cruz que colgaba sobre un viejo altar, mientras ofrecía la Víctima Santa e Inmaculada, por mis pecados, por los que estuvieron presentes en la Santa Misa, por todos los fieles cristianos vivos y difuntos. Lo he encontrado a través de un rito litúrgico, el mismo de siempre, aquel que el Santo Padre quiere revalorizar a pesar de mil obstáculos, que significa mucho más que una ceremonia exterior: que hace que esté realmente el Calvario y el Sacrificio de la cruz en mis manos, en un modo misterioso pero está claro que me hace sentir y estar unido a Cristo, especialmente por el deseo de imitarlo como sacerdote, pastor y también como víctima de alguna manera, ofreciendo mis cruces diarias en unión con Él.

 

Celebrando el Santo Sacrificio el Señor mismo ha despertado en mí una semilla latente, casi asfixiado por la pastoral y por el "giro antropológico", la semilla de su llamada al sacerdocio: "te quiero para  Mí para la salvación de las almas" es la idea que mana del Santo Sacrificio de la Misa, la única, la Santa Misa de todos los tiempos. Misa de siempre. Para mí es increíble e insoportable que la Santa Misa, el corazón vivo y respiración de la Gracia en la Iglesia, sea examinada por quienes la consideran "aburrida", que sienten la exigencia de "considerar la forma de mejorar los signos" de una manera creativa, con lo que de la vida y del sacrificio Nuestro Señor tiene poco o nada que ver. Por otro lado me doy cuenta de que este problema está relacionado con el carácter relajado del Novus Ordo: la cena si no es atractiva, alegre, emocionante,  es llamada inoportuna; y creo que el verdadero riesgo consiste en construir una iglesia y una celebración de adolescentes, dirigida a "participar" en lugar de "santificar".

 

Una voz autorizada habló de "apostasía silenciosa": esto he experimentado que se difunde entre nuestros niños y jóvenes en la enseñanza media y superior, encontrándolo en la parroquia en vez de en la calle; creo que esto se deriva de asumir  la mente inconsciente del mundo contemporáneo con su egoísmo, la falta de espíritu de sacrificio, de la mortificación, la negación o la ignorancia de lo sobrenatural, el relativismo religioso y ético, etc.  El punto dolens sin embargo es que los cursos de catecismo, los grupos, el IRC, favorecen todo esto, donde la doctrina católica se ha olvidado, no enseñada, y a veces incluso ridiculizada en favor de la "dimensión humana" que nunca llegan al punto de: desarrollar una elección consciente e incondicional de fe  y de vida Católica. 

 

En esto la Santa Misa Tridentina impone, con la fuerza de la Gracia y de la Tradición, una misa en discusión con nuestra indiferencia, una reforma personal de vida, unida a una eclesiología sensata donde los fieles  sigeuen su lucha en el mundo, en el trabajo, en familia, en el deporte, descubriendo que el mundo no los ama porque  son de Cristo y de la Iglesia Católica; los Sacerdotes se dedican a Dios, en la oración en el apostolado, para sostener, exortar, para madurar, dando la Gracia sacramental que es Cristo mismo. 

 

Una lucha pacífica, no pacifista, ciertamente no de "perfil bajo"; siento la urgencia de una Iglesia que tiene el valor de la verdad, de darla hoy, porque la Doctrina no es de su propiedad pero representa el Buen Depósito que Cristo le ha dado: la Unicidad de la Salvación de Nuestro Señor; el sentido de la vida orientada a los Novísimos; el sentido del Sacrificio de Cristo del cual cada uno puede recibir la Gracia que salva; el sentido de compromiso serio, hecho de ascetismo y de caridad que el Señor retribuirá en el momento oportuno; el sentido de la Presencia Verdadera, Real de Cristo en la Hostia; el sentido de la Esperanza para todos los crucificados de la historia porque Cristo ha sido el primero de ellos y continúa siéndolo cotidianamente en el Altar; el sentido de una iglesia que todavía puede enseñar a los jóvenes a arrodillarse para rezar el Santo Rosario; el sentido de una Palabra al servicio del Santo Sacrificio;  una Palabra iluminada por la Tradición constante en lugar de abandonarla a las interpretaciones actuales, efímeras, al "magisterio" subjetivas, en lugar de lo improbable que el xegeta de,  formula en contra del Magisterio de la Iglesia.

 

Cuánto me  hace pensar el pasaje de San Pablo: "Vendrá el día, infausto,  en que no se soportará la sana doctrina, pero por la comezón de oír cualquier cosa, los hombres se rodean de maestros para satisfacer sus propios deseos, negándose a escuchar la verdad para volverse a las fábulas" ... y cuánta confusión siento, cuánta banalidad,  cuántos disparates, cuantá "teología" a la carta.

 

Hoy estoy presto para seguir a nuestro Señor, tal vez más que cuando fui ordenado hace diez años, porque veo la historia que Él ha hecho conmigo; aunque triste que tantos hermanos, también recientemente, han dejado el ministerio, con un poco de nostalgia de la Diócesis que sigo queriendo y a la que sigo muy unido, hoy decido continuar mi vida de consagración, donde Él está presente con Verdad, Fe, Doctrina, Esperanza por un futuro de reconstrucción de la Iglesia: la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X.

 

Pido humildemente a un hombre sencillo, de una sonrisa sincera, un Obispo de una altura enorme, Mons. Bernard Fellay, de acogerme en la lucha contra la demolición de la Iglesia, para que Cristo resurja de nuevo en los corazones y la sociedad.

 

Con la presente donde pido la dimisión como Párroco de la unidad  pastoral  del Alto Valdalisco, al mediodía del 30 de diciembre, orando por usted, Mons. Vicario, pidiéndole que proporcione cuidado pastoral a mis amados los feligreses.

 

"Me quedé allí hasta que yo di mi corazón y yo traté de transmitir un poco de la fe católica, sin embargo, sin la Misa de todos los tiempos, la Tridentina, el cielo está cerrado y el resultado es inevitable". ( M. Devies, "La reforma litúrgica Anglicana").

 

Convencido del respeto mutuo por una decisión de conciencia tan trabajada y de la mutua oración para que nos une a la Única Iglesia Católica, ruego al Señor que: "Corpus Domini nostri Iesu Christi custodiat animam nostram in vitam æternam " ("El Cuerpo de Nuestro Señor Jesucristo guarde nuestras almas para la vida eterna").

 

Pedemonte, 14 dicembre 2010

 

con confianza

Don Massimo Sbicego

SOBRE LA FRATERNIDAD  SACERDOTAL  SAN PIO X