Cuadro de texto: Escriba la consigna aquí.
Cuadro de texto: Página principal

San José, Esposo Castísimo de María Virgen.

 Dulce Padre y Protector Nuestro.

 

INTRODUCCION:
Por encima de los mártires y de las vírgenes santas, más encumbrado que los patriarcas y los profetas, y aun mas elevado que los apóstoles y los coros angélicos, se encuentra en singular trono de gloria San José. Pues así como en la tierra no hubo nadie después de la Santísima Virgen, más próximo a Jesús, que él, así tampoco después de la Virgen María,  en los cielos lo hay más cercano a Dios que San José. Y es precisamente, en proporción con esta gloria tan excelsa, de donde deriva su tan poderosa intercesión. Ntro. Sr. Jesucristo que en la
tierra le estuvo sometido, rindiéndole obediencia y respeto como a verdadero Padre, no dejará de conceder en el cielo todo aquello por cuanto San José le ruegue. Bien enseña Santo Tomas de Aquino, que le esta concedido el socorrer en toda necesidad y negocio, el defender y favorecer y tratar con paternal afecto a todos los que acuden a él. A propósito de lo cual decía Santa Teresa de Ávila: “Parece que algunos Santos han recibido de Dios la gracia de socorrer en una necesidad particular; este en cambio socorre en todas, según lo sé por experiencia, y quien no se fiara de mis palabras que lo ponga a prueba…” Sin embargo sorprende y contrasta que aun hoy en día San José continué siendo el santo olvidado de muchos.

 

 

 

San José es el varón justo y dichoso que toco a María por esposo, al que le fue concedido ver y oír, alimentar y sostener, educar, llevar en brazos, besar, vestir y custodiar a Jesús, el Verbo eterno del Padre, a quien tanto los profetas anunciaron, a quien la humanidad entera por siglos espero y  a quien los reyes y los sabios murieron deseando conocer. San José es el carpintero humilde y decidido que acepta el plan de Dios y como María también brinda un si generoso.

Ser padre de Jesús y esposo castísimo de la Virgen María son los principales títulos de la grandeza de san José, sin excluir otros, claro esta, pero solo a partir de estos se supone un caudal asombroso de gracias y santidad; directamente proporcionados a la excelsitud de su misión. En el hogar y taller de Nazaret San José es cabeza y guía de la Sagrada Familia, maestro de la vida interior, que nos enseña caminos concretos, modos humanos y divinos de acercarnos a Jesús, a tratar a Nuestro Dios a ser limpios; dignos de ser otros Cristos… Trabajador empeñado en su tarea, servidor fiel de Dios en relación continúa con Jesús, que experimento lo que es ser de Dios y estar plenamente entre los hombres, santificando el mundo. Con el homenaje de su veneración, los magos ofrecieron a Jesús oro, incienso y mirra; San José en cambio le había dado, por entero su corazón joven y enamorado. Coloca el dulce nombre de Jesús al Salvador y derrama lágrimas de dolor al perderle en el templo. Arriesga y sacrifica todo, por estar junto a Jesús y a María, salvando la vida del Niño al huir a Egipto, para terminar luego de toda una vida a su lado muriendo tranquilo en sus brazos.

“Ite ad Joseph”, acudid a San José, como ha dicho la tradición cristiana con una frase tomada del Antiguo Testamento porque la devoción a San José no pueden faltar en ninguna alma cristiana. Pedir e imitar sus elevadas virtudes, solicitar su auxilio, implorar su patrocinio es prenda segura de bienaventuranza. La misma Iglesia nos brinda ejemplo, pues no ha querido transitar por el mundo moderno, sin antes confiarse a su cuidado, mandando colocar su nombre en el Canon de La Misa, y declarándole su solicito patrono universal. Que la devoción al Santo Patriarca, este presente en nuestra vida diaria de cristianos, particularmente durante el mes de Marzo y cada miércoles del año, día especialmente dedicado a su culto y honra. Y nunca olvidemos invocarle en toda necesidad, pero sobre todo a favor de los agonizantes y moribundos de quien es especial protector. En las apariciones de Fátima bien que se nos presenta con el Niño Jesús en brazos bendiciendo al mundo, prueba que desde la gloria no olvida a la débil humanidad caída de quien un día formo parte y es padre solicito, dispuesto siempre a mediar por ella.

San José es ejemplo especial para los solteros, por su castidad; para los casados, como padre de la Sagrada Familia; para los religiosos por su entrega a Jesús y María; para los sacerdotes por su respeto al tratar a Cristo; para los trabajadores, pues fue siempre un trabajador ejemplar, para los seminaristas; al ser el educador de Cristo y por las controvertidas decisiones que tuvo que tomar antes de aceptar la decisión de recibir a María como esposa y ser padre custodio de Jesús. Además es el patrono de la buena muerte, ya que murió en los brazos de Jesús y María y de la Iglesia Universal, pues el hogar de nazaret fue en verdad Iglesia domestica.

 

Hemos querido con esta página difundir oraciones y plegarias dirigidas a San José solicitando su intercesión y protección. Muchas de ellas han sido compuestas por Santos Hombres y Mujeres presentes a lo largo de la historia eclesial, otras provienen del magisterio pontificio, de la liturgia de la Iglesia y de personas anónimas que han querido elevar su plegaria al Santo Protector de la Iglesia Universal. Una Voce Cuba conocedora de su valimiento y especial poder ante Ntro. Sr., atestiguado en los milagros por su medio alcanzados y abalados por el testimonio de innumerables santos le profesa singular devoción y acogiéndose tambien ella a su intercesión, le toma y elige por patrono.

San José ayúdanos a hacer y a enseñar como Cristo, los caminos divinos –ocultos y luminosos- diciendo a los hombres que pueden tener de continuo aquí en la tierra una eficacia espiritual extraordinaria. Se tú mismo nuestro camino, porque tu conoces la senda y el atajo cierto, que llevan por tu amor al amor de Jesucristo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Novena en honor del Glorioso Patriarca San José

 

Oración preparatoria:

 

Santísimo Patriarca San José, Padre adoptivo de Jesús, virginal Esposo de María. Tesorero y dispensador de las gracias, del Rey de la gloria; a Vos elijo desde hoy, por mi verdadero Padre y Señor en todo peligro y necesidad, a imitación de vuestra querida hija y apasionada devota Santa Teresa de Jesús. Enseñadme oración, Vos que sois maestro de tan soberana virtud, y alcanzadme de Jesús y María , que no saben negaros cosa alguna, la gracia de vivir y morir santamente como Vos, y la que os pido en esta novena si es para mayor gloria de Dios y bien de mi alma. Así sea.

 

DIA PRIMERO

 

Amor de San José al prójimo.

 

Los ejemplos de amor al prójimo que veía el Santo, en Jesús y María, bastaban para inflamarlo en este amor. La prueba más subida de amor es orar y perdonar a los que mal nos quieren, o nos han hecho daño. Dotado el Santo de un corazón noble y compasivo, socorría con larga mano a los menesterosos, repartiéndoles sus bienes y salario. -¡Oh Santo mío! haz que yo te imite, y ejercita tu caridad con mi alma, que está harto necesitada.

 

 

 

Ahora se rezan siete Padrenuestros, Avemarías y Glorias, en memoria de los siete principales dolores y gozos de San José.

 

Pídase con toda confianza la gracia que se desea alcanzar en esta novena.

 

ORACION FINAL

 

Acordaos, santísimo Esposo de María, dulce Abogado San José, que jamás se ha oído decir que ni uno solo de los que han acudido a vuestra protección e implorado vuestro socorro, haya quedado sin consuelo. Animado con esta confianza, vengo a vuestra presencia en este día y me recomiendo fervorosamente a vuestra bondad. ¡Oh Padre adoptivo de mi Redentor Jesús! no desatendáis mis súplicas, antes bien acogedlas propicio, despachadlas favorablemente y socorredme con piedad. Así sea.

 

DIA SEGUNDO

 

Fervor de San José

 

San José fue prontísimo en todo lo relaconado con el servicio de Jesús Hijo de Dios. Siervo bueno y fidelísimo, siempre vivió, padeció, trabajó y murió por hacer con prontitud la voluntad de Dios. Para un corazón que ama, como el de San José, los sacrificios son, cuanto más costosos, más apetecibles.

 

¡Oh devoto josefino! Aprende del Santo la verdadera devoción. Mira como dejas tus ejercicios de piedad, como dejas para lo último tus buenas obras. ¡Oh devotísimo y fervorosísimo San José! alcanzadme una centella de vuestro fervor.

 

DIA TERCERO

 

Prudencia de San José

 

Dotado San José de todas las virtudes, en grado heroico, no podía faltarle la que es reina de todas. Como oveja en medio de los lobos, se guardó y guardó a su Hijo Jesús y a su Esposa María sin recibir ningún daño. En todo resplandeció la prudencia celestial del Santo.- Mira y practica lo que te enseña San José. No seas fácil en prometer, ni precipitado en hablar y obrar, y el Señor te ayudará y bendecirá tus proyectos. Así nos enseña el glorioso y prudentísimo San José. Imítale.

 

DIA CUARTO

 

Fortaleza de San José

 

San José sentía en el alma las penas e incomodidaes de Jesús y de María y procuraba suavizarlas con su diligencia y ardiente amor, enteramente olvidado de sus penas.

 

Imita la fortaleza de San José. Acógete a su poderoso patrocinio, y serás con él fuerte con la fortaleza de Dios, vencerás a todos tus enemigos, y morará tu alma en la región serena de la paz, preludio de la eterna que has de gozar en el cielo.

 

DIA QUINTO

 

Paciencia de San José

 

La vida de San José fue un prolongado y continuo martirio. Mas ¡cómo padeció el Santo! Con resignación, con paz, con alegría, completamente sumiso a la voluntad del Altísimo.- Sufre, devoto josefino, todos los trabajos que Dios te envíe, si no con alegría, a lo menos con paciencia y resignación cristianas. Mira que todo pasa y con estos trabajos momentáneos, si bien los sufres, te ganas la gloria del cielo.

 

DIA SEXTO

 

Pobreza de San José

 

Vivió pobre San José, y se hizo pobre dando todos bienes que tenía. Pobre, voluntario y santísimo obrero es San José, para ser en verdad el padre de los pobres, el consuelo de los indigentes y el socorro de huérfanos y desvalidos. ¡Qué felices seríamos en este mundo si imitásemos tan divinos ejemplos!- Seas dadivoso o limosnero por amor de Jesús, María y José, devoto Josefino, y no te pesará jamás.

 

DIA SEPTIMO

 

Mansedumbre de San José

 

San José fue perfectísimo en esta virtud. San José fue manso en su trato con el prójimo, afabilísimo y dulcísimo en la conversación, grave y suave en su porte exterior. Su templanza en acciones y palabras, y su aspecto que reflejaban una santidad y vida celestial, fue el imán suavísimo que cautivó los ánimos de cuantos le trataban.- Admira en silencio tan hermosa virtud en el Santo, confúndete o imítale.

 

DIA OCTAVO

 

Pureza de San José

 

San José, por su pureza angelical, mereció ser esposo de la más pura de las vírgenes. Los dos lirios de virginal fragancia son María y José, con quienes Jesús moró y conversó familiarmente como hijo por espacio de treinta años.- ¿Eres puro y casto devoto Josefino? Sólo siendo puro y casto, serás admitido en el reino de los cielos. Pídelo al castísimo Esposo de María, San José.

 

DIA NOVENO

 

Conformidad de San José con la voluntad de Dios

 

Toda la vida de San José esta resumida en estas palabras: “Hágase siempre en mi y de todas mis cosas vuestra santísima voluntad”.- Has, devoto Josefino, de la necesidad virtud: conforma en todas las cosas tu voluntad con la de Dios, y tu corazón morará en abundancia de paz y reinará eternamente con Jesús, María y José en la gloria.

 

 

Pío IX, por rescripto de la S. C. de Indulgencias, de 26-XI-1876, concedió 300 días de indulgencia por cada día de la novena y plenaria una vez en el decurso de la misma, con cualquier fórmula aprobada por la competente autoridad eclesiástica.

 

 

María amaba a Dios sobre todas las cosas, a José sobre todas las personas; Ella es obra maestra de la gracia de Dios y José obra maestra del amor de María.

Eres patrono de la familia: te pido por las familias felices para que realicen el regalo que Dios les hace y sepan transmitirlo a los que le siguen. Por las familias desgraciadas que inevitablemente acaban rompiéndose dada la imposibilidad de una convivencia normal, consecuencia lógica de la anormalidad que nos envuelve. Por los que no tienen familia, por los solitarios, por los abandonados, por los tristes sin nadie con quien compartir  ni siquiera su tristeza. Por los padre y madres de familia que tienen hoy en día el papel mas difícil en el reparto. Por los hijos de familias rotas o muertas que nacen secos que quizás nunca puedan llegar a florecer. Por el concepto mismo de la familia al que están tratando de mil modos de aniquilar y hacerlo desaparecer.

                                                                                                                                                                                       Mª Teresa Conde.

                                                                                                                                                                                Meridiano Católico.

+ Ad Maiorem Dei Gloriam +

Esta página es obra de La Sociedad Pro Misa Latina -Una Voce Cuba-

TODOS  LOS DERECHOS RESERVADOS.

Oración a San José (Papa Pío X)

San José, nos acercamos a ti con confianza
a pedir tu protección. Reconocemos en ti
a un poderoso intercesor ante Dios.

Te pedimos nos ayudes a nosotros, pecadores,
a obtener del Señor toda la gracia y misericordia
que necesitamos para trabajar celosamente
por el Reino de Dios, y servir a nuestro prójimo
en todas sus necesidades.

Te lo pedimos por Cristo, Nuestro Señor, Amén.

Recomendamos vehementemente el Libro:

SAN JOSÉ EN LA HISTORIA DE LA SALVACIÓN


La Plenitud del Tiempo por el Padre Tarcisio Stramare, O.S.J.
Oblatos de San José, Lima 2002, 110 pp.

En esta breve pero a la vez interesante reflexión, el Padre Stramare
desarrolla de manera sencilla y progresiva las líneas fundamentales de la Exhortación Apostólica Redemptoris Custos, de S.S. Juan Pablo II. A través de cortas reflexiones se nos introduce en la misión de San José, "especial ministro de la economía de la salvación" y lo pone como modelo para la Iglesia de cara al nuevo milenio cristiano. El autor nos invita a estudiar con detenimiento la Redemptoris Custos y nos propone sus principales elementos doctrinales para ello.