Nuestros amigos de ACCIÓN LITÚRGICA han publicado en su blog un interesante artículo, que a continuación reproducimos, en el que hacen balance del inicio del Pontificado del Papa Francisco en relación a la liturgia tradicional, y del cual recomendamos su lectura.
“Con la elección del Santo Padre Francisco recibimos en nuestra web algunos correos profetizando la debacle de todo lo que defendemos, e incluso diciéndonos que lo mejor que podríamos hacer es cerrar nuestra página. También otros lectores, con mejor intención, expresaron su profunda preocupación a través de comentarios en esta página.
Lo que suceda mañana, solo Dios puede saberlo. El pontificado de Francisco I aún es breve. Pero lo cierto es que la Liturgia tradicional sigue gozando de “buena salud”, y el magisterio y el ejemplo de Benedicto XVI han dejado su poso en la Iglesia, que va asimilando todo lo bueno de cada Vicario de Cristo, como sin duda ocurrirá en su momento con el Papa Francisco.
En las últimas semanas siguen sumándose nuevos templos a la celebración de la Misa tradicional y hemos visto que continúa oficiándose en diversas universidades católicas, sobre todo norteamericanas, por la demanda de los jóvenes, y también en los lugares más remotos como Japón, Filipinas o Afganistán. Los obispos continúan disponiendo iglesias para la Forma Extraordinaria, como en la última semana el Arzobispo de San Francisco.
Los obispos siguen oficiando pontificales con la Forma Extraordinaria, como los Arzobispos de Nottingham, de Vaduz y de Denver, o asistiendo en coro como el Cardenal Sandoval, los Arzobispos de Louisville y de Ferrara, los Obispos de San Miniato y de Kansas-City, el Nuncio del Papa en Irlanda, los Obispos auxiliares de Sidney y de Detroit o los Obispos eméritos de Christchurch, de Lincoln y de Fiesole. O se reúnen gozosamente con los fieles tradicionales como el Obispo de Trenton.
Las celebraciones con el Novus Ordo siguen en muchos casos el ejemplo del Papa Emérito: crucifijo central, ornamentos cuidados. Lo hemos visto recientemente con los Arzobispos de Zaragoza, de Valencia, y de Monreale, el Nuncio del Papa en Colombia, los Obispos de Córdoba (España) y de Frederico Westphalen, y tantos sacerdotes. Al nuevo Papa no le atrae oficiar ad Orientem, pero lo hacen otros, como recientemente el Prefecto para la Doctrina de la Fe.
La Pontificia Comisión Ecclesia Dei continúa desempeñando sus funciones, y con una sensibilidad favorable a la liturgia tradicional. Por ejemplo, para solventar las disputas en el Instituto del Buen Pastor, ha nombrado un Comisionado Plenipotenciario, eligiéndolo dentro de la tradición: el abad emérito de Fontgombault.
Los clérigos afectos a la Liturgia con la Forma Extraordinaria, no parecen sufrir ninguna persecución con el nuevo Pontífice. Se rinde homenaje al Cardenal Bartolucci -que jamás ha oficiado el Novus Ordo- con un concierto en su honor en el aula Pablo VI del Vaticano. Y el antiguo secretario de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei, conservando su cargo más bien honorario de Limosnero Pontificio, es incorporado a la Congregación para la Doctrina de la Fe.
El Cardenal Comastri abrirá de nuevo, el próximo mes de octubre, las puertas de la Basílica de San Pedro a una gran peregrinación tradicional, apoyada por los Cardenales Cañizares y Brandmüller.
En definitiva, no quiero decir con ésto que estemos ante el mejor escenario posible para la Liturgia tradicional. Las negociaciones con la Fraternidad de San Pío X están congeladas, por ejemplo, y no sabemos las determinaciones que puede tomar Roma en los próximos meses y años. Simplemente constato que el escenario actual es el de una sana y fraternal convivencia, y no el de la batalla campal que algunos pronosticaban“.