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AVISO: NUEVA WEB UNA VOCE SEVILLA Y CESE ACTIVIDAD ESTE BLOG

Posted in Asociación Una Voce Sevilla, Liturgia, Misa Tradicional en el mundo, Misa Tradicional en España, Misa Tradicional en Sevilla, Summorum Pontificum with tags on 07/05/2015 by unavocesevilla

ESCUDO UVS COLORNos complace comunicar que, el pasado martes 05 de mayo, con ocasión de la Festividad de San Pío V, ha visto la luz, tras varios meses de trabajo, la nueva web de la Asociación Una Voce Sevilla, sustituyendo, por tanto, a nuestra primera web, nacida en 2007, y a este blog que la complementó desde 2011 hasta la actualidad. Para su diseño y elaboración ha contado con la inestimable ayuda de varios de nuestros asociados.

 

La Asociación Una Voce Sevilla, con su nuevo portal de internet, continúa con la vocación de servicio que le caracteriza en pos de la promoción de la liturgia tradicional de la Iglesia católica, y en concreto de la Misa según el Rito Romano tradicional o gregoriana, y aglutina en un mismo instrumento de comunicación, actual y renovado, por un lado, la publicación y archivo de libros, artículos, documentos, fotografías, videos…etc., relativos a dicha liturgia y misa, y, por otro lado, el dar cuenta de las principales noticias que sobre éstas se vayan produciendo a nivel mundial, preferentemente en España y Sevilla, encontrándose además disponibles para su consulta las publicadas por nosotros desde el Motu Proprio Summorum Pontificum del Papa Benedicto XVI en 2007 hasta el día de hoy, sirviendo de testimonio de todo lo acontecido en estos años.

 

También, en ella tendrán cabida todas las noticias y actividades relativas a la Asociación Una Voce Sevilla y a la Federación Internacional Una Voce a la que pertenece.

 

A partir de ahora para seguirnos deberás consultar tu nueva web: www.unavocesevilla.com

 

UNA VOCE SEVILLA

ARTÍCULO: “LA SANTA MISA TRADICIONAL LO ES TODO”

Posted in Asociación Una Voce Sevilla, Misa Tradicional en el mundo with tags on 27/02/2015 by unavocesevilla

WP_20141130_008(1)En esta ocasión traemos a colación un interesantísimo artículo del Rvdo. P. Juan Manuel Rodríguez de la Rosa, amigo de nuestra Asociación, en el que mediante unas breves reflexiones nos sumerje en lo más profundo del significado teológico y espiritual de la  Santa Misa según el Rito Romano tradicional:

LA SANTA MISA TRADICIONAL LO ES TODO, porque TODO en ella es del TODOPODEROSO. TODO, desde el más simple y elocuente AMEN, hasta la ceremonia más sublime, es para Dios.

La Santa Misa Tradicional es Obra perfecta del Santo Espíritu de Dios, es Obra de Dios. No es obra del pobre ingenio humano, ni de la ignorante sabiduría humana, es Obra de la Sabiduría de Dios. Es la Obra Santa del Cordero Divino, del Agnus Dei. Es Su Sacrificio. Y tal Sacrificio no podía, por menos, que estar acompañado de palabras, frases y oraciones santas, de ceremonias impregnadas del santo temor de Dios. Pues sólo el temor de Dios nos sitúa en nuestro lugar, dejando al Señor el suyo. Es el temor de Dios el que nos hace ser conscientes de nuestra verdadera realidad, de nuestra “nada”, ante la realidad de DIOS TODOPODEROSO.

Esta realidad nuestra, nuestra “nada”, ante la presencia del Cordero Divino, el Padre Eterno y del Santo Espíritu, junto con la Santísima Virgen y la Corte Celestial, hace que TODO en la Santa Misa Tradicional sea para la Gloria de Dios. Sacerdote y fieles “miran” al Cordero de Dios que se inmola en el altar, “miran” al Padre Eterno y al Divino Espíritu, y a toda la Corte Celestial. Pues TODO el Cielo está pendiente de la Santa Misa Tradicional.

Somos la “nada” ante el TODO.

La Santidad de la Santa Misa Tradicional hace vivir a los fieles y ser conscientes del pecado, la mentira, la falsedad y la traición que hay en el mundo; ahuyentando al maligno, quien no soporta tanta reverencia, respeto y adoración en las ceremonias; situándoles ante la pureza, virginidad y castidad perfectísima del Altísimo, avivando en todos el deseo de vivir esa perfección.

La Santa Misa Tradicional al ser toda de Dios, es TODO de la Iglesia. Es un verdadero compendio de la Fe católica, de las verdades profesadas por la Iglesia. El primado de Pedro, la Comunión de los Santos, el dogma del Purgatorio, el Sacrificio expiatorio de Nuestro Señor, el aumento de la Gracia, la oración de intercesión…, son verdades vividas y enseñadas en la Santa Misa Tradicional. Verdades que no varían, como no varía la Santa Misa Tradicional. Característica, ésta, esencial de la Santa Misa Tradicional, que al no poderse manipular ni alterar nos da la garantía de que las verdades que contiene permanecen ante TODO.

La Santa Misa Tradicional al ser toda de Dios, es, consecuentemente, de todo lugar y de toda época. Es universal, como universal es la VERDAD que contiene: el Sacrificio de Cordero Divino.

Al situarnos ante la Santa Misa Tradicional, ante el Sacrifico del Agnus Dei, sentimos el compromiso que adquirimos, ante tal divino Sacrificio, de la fidelidad a nuestra Fe católica recibido a través de la Tradición.; la responsabilidad, al ser testigos de la Sangre del Cordero derramada y Su Santísimo Cuerpo entregado por nuestros pecados, de defender la fe de todos los ataques contra ella; y la fortaleza de que somos revestidos, que es la fortaleza del Sagrado Corazón de Jesús, cuya obra perfectísima es el Sacrificio del Agnus Dei, perpetuado en el altar hasta el fin de los tiempos.

Porque el TODO, es el TODOPODEROSO”.

Padre Juan Manuel Rodríguez de la Rosa

Fuente: Adelante la Fe

F.I.U.V.: EL USO DEL VELO EN LA MISA TRADICIONAL

Posted in Asociación Una Voce Sevilla, Misa Tradicional en el mundo, Summorum Pontificum with tags on 19/02/2015 by unavocesevilla

LOGO FIUVLa Federación Internacional Una Voce ha dedicado su informe número 22 a la costumbre tradicional del uso del velo por la mujer en la Misa en su Forma Extraordinaria, el cual, a continuación, transcribimos parcialmente:

” Introducción.- La costumbre de que la mujer se cubra la cabeza y el hombre la tenga descubierta, según se indica en el Código de Derecho Canónico de 1917 (Canon 1262 §2), es una tradición de origen apostólico recalcada por San Pablo. Esta tradición se conserva en las iglesias orientales, y es observada por muchos en el Rito Romano Extraordinario; en el contexto cultural occidental, la mujer puede cubrirse con sombrero, gorro, bufanda, capucha o mantilla. Aunque el Código de 1983 no alude al tema, el cardenal Raymond Burke, a la sazón prefecto del Tribunal de la Signatura Apostólica, describió la mencionada tradición como algo que se esperaba en la celebración del Rito Extraordinario. En el motu proprio Summorum Pontificum S. S. Benedicto XVI cita la Instrucción general sobre el Misal Romano:

“Desde tiempo inmemorial, y también para el futuro, es necesario mantener el principio según el cual «cada iglesia particular debe concordar con la Iglesia Universal, no sólo en cuanto a la doctrina de la fe y los signos sacramentales, sino también en cuanto a los usos universales aceptados por la tradición apostólica y continua. Éstos han de observarse no sólo para evitar errores, sino también para transmitir la integridad de la fe y para que la ley de la oración de la Iglesia se corresponda a la ley de su fe.»

En vista de ello, se podría decir que mantener la tradición es en gran medida congruente con la antigua liturgia, y a la vez una loable expresión de fidelidad a la tradición apostólica. El presente informe tiene por finalidad proporcionar argumentos en favor de dicha costumbre, que es prácticamente desconocida en el Rito Ordinario.

Lo que dice San Pablo sobre la complementariedad de los sexos

La explicación paulina de la costumbre en cuestión gira en torno a la complementariedad de los sexos.

Pues bien: quiero que sepáis que la cabeza de todo varón es Cristo, y la cabeza de la mujer, el varón, y la cabeza de Cristo, Dios. Todo varón que ora o profetiza velada la cabeza, deshonra su cabeza. (…) El varón no debe cubrir la cabeza, porque es imagen y gloria de Dios; mas la mujer es gloria del varón. v.7

Este pasaje se debe leer teniendo en cuenta la manera en que describe el Apóstol de las gentes la relación conyugal en su carta a los efesios:

Las casadas estén sujetas a sus maridos como al Señor; porque el marido es cabeza de la Iglesia y salvador de su cuerpo. Y como la Iglesia esta sujeta a Cristo, así las mujeres a sus maridos en todo.

La autoridad de Cristo sobre la Iglesia, con la que guarda analogía la del marido sobre la esposa, da a entender a su vez una analogía de la relación de la cabeza con el cuerpo. Que la mujer sea el “cuerpo” de la familia, y analógicamente el cuerpo de la Iglesia, tiene que ver con la idea de Nuestra Señora como imagen o tipo de la Iglesia, en frase de San Ambrosio citada en Lumen Gentium y reiterada por S. Juan Pablo II en Mulieris Dignitatem. Una vez más, siendo la mujer esposa del marido, es símbolo también de la Iglesia en cuanto esposa. S. Juan Pablo II enseñó:

En esta dimensión esponsal, propia de toda la vida consagrada, es sobre todo la mujer la que se ve singularmente reflejada, como descubriendo la índole especial de su relación con el Señor.

Compendiando esta larga tradición, Manfred Hauke señala lo siguiente después de referirse a la bienaventurada Virgen María como arquetipo de la Madre Iglesia:

En un sentido analógico, la mujer también es representiva de la Iglesia y además personificación de ella. Al contrario del hombre y el sacerdocio masculino, simboliza una realidad a la que ella misma es idéntica.

En resumidas cuentas, la costumbre de que la mujer se cubra en la iglesia es una afirmación simbólica de la complementariedad de los sexos en el matrimonio y de la subordinación de la Iglesia a Cristo. La Iglesia, representada por las mujeres de la congregación, oculta su propia gloria –la belleza natural de la cabeza– a fin de glorificar a Dios. Las cabezas descubiertas de los varones manifiestan la autoridad de Cristo, a la que, como miembros de la Iglesia, ellos mismos están sujetos.

El velo como representación de lo sagrado.- San Pablo da a entender su concepto del sentido que tiene cubrirse en un pasaje posterior de la 1ª Espístola a los Corintios donde presenta una vez más analogía de la Iglesia como cuerpo.

Y a los [miembros] más viles los rodeamos de mayor honor, y a los que tenemos por indecentes los tratamos con mayor decencia.

Aunque cubrirse la cabeza es símbolo de estar sujeto a una autoridad –San Pablo escribe que la mujer “debe llevar sobre la cabeza una señal de sujeción” (I Cor 11,10)–, cubrirse es no obstante una forma de honrar aquello que se cubre. La Iglesia, representada por la mujer, se cubre en señal de sujeción y de santidad: como esposa sin mancha de Cristo.

El velo de santidad es muy familiar para los que tienen apego a la liturgia latina tradicional. Al mismo tiempo que oculta, el velo también atrae en cierto modo la atención hacia aquello que oculta, poniendo de relieve su importancia. Así, de un modo obvio en extremo, el Santísimo Sacramento está oculto en el copón dentro del Tabernáculo; otro ejemplo sería la palia que cubre el Cáliz.[ Como Esposa, la Iglesia se cubre para recalcar, además de su sujeción a Cristo, su pureza y santidad.

En la cultura occidental moderna, así como en otras, este simbolismo sigue vigente, destacando en particular en la ceremonia nupcial. El velo de la novia es señal de recato, y a la vez de pureza y belleza. Alice von Hildebrand subraya la importancia del velo como símbolo de lo sagrado,concepto que existe también en el mundo islámico. En contraste con ello, la vergüenza y la humillación se simbolizan descubriendo o desnudando: exponer a la vista es afrenta y deshonor.

¿Deben cubrirse los hombres?.- Desde un punto de vista intercultural, es mucho más sorprendente que los hombres se cubran la cabeza en la iglesia en vez de las mujeres. Como en Occidente ya no es tan frecuente que hombres y mujeres lleven sombrero u otros cubrecabezas, no es tan evidente como antes que quienes tenían que descubrirse al entrar en un templo eran los hombres, y eso a lo largo de casi toda la historia de la Iglesia, mientras que las mujeres no tenían que cubrirse porque ya llevaban la cabeza cubierta.

Con relación a esto, vale la pena mencionar que mientras que todavía en el siglo XX los protestantes cumplían en general las instrucciones de San Pablo en este sentido (y hay una minoría que todavía lo hace), se observaba un notable contraste en la práctica: dado que los protestantes no aceptaban que un edificio pudiera estar consagrado, los hombres sólo se descubrían la cabeza para orar.

Importancia moderna del velo.- Mantener esta tradición apostólica en Occidente, aunque sólo sea en el contexto del Rito Extraordinario, establece un valioso vínculo con la Iglesia primitiva y es señal de solidaridad con las iglesias orientales. La Instruction Il Padre lo expresa con estas palabras:

Por motivos históricos y culturales, han mantenido una continuidad más directa con el ambiente espiritual de los orígenes, prerrogativa que incluso en Occidente se considera con cada vez más frecuencia, no una señal de estancamiento y atraso, sino una preciosa fidelidad a las fuentes de la salvación.

La fidelidad de las iglesias orientales y de las adeptas al Rito Extraordinario en la Latina puede ser un signo y una motivación para toda la Iglesia, del mismo modo que la fidelidad de los recabitas a su tradicción constituyó un signo para Israel en tiempos de Jeremías.

En Occidente, la naturaleza contracultural de la tradición aumenta su eficacia como testimonio de la tradición y de la sacralidad del contexto en que se practica.

Con relación a las sociedades no cristianas que han mantenido o redescubierto la utilidad de cubrirse, la costumbre tradicional católica supone una apertura al verdadero diálogo. Precisamente en el contexto de una campaña en pro de la modestia y respeto en los templos de todas las religiones realizada en 2011, se volvieron a exigir una vez más que la mujer se cubriera la cabeza en la catedral de Santa Lucía de Colombo, la capital de Sri Lanka.

A lo largo y ancho de Europa, así como en los países de tradición islámica, se ha vuelto habitual ver a mujeres musulmanas con la cabeza cubierta en público, y las críticas de islamistas en el sentido de que la mujer occidental carece de recato, y por tanto de dignidad, han llegado a ser moneda corriente. Que las católicas se cubran con un velo en la iglesia no deja de ser indicación –por pequeña que sea– de que las muestras de preocupación por parte de las críticas islámicas hacia Occidente no son del todo incomprensibles para los católicos, así como de que no aprobamos la pérdida de la dignidad femenina, que es ciertamente la pérdida del sentido de la sacralidad femenina surgido a raíz de la revolución sexual.
Por estar razones, al recuperar las jóvenes la tradición de cubrirse, responden a las palabras de Benedicto XVI:

La palabra griega que se traduce por conversión significa repensar, replantearse la propia y común manera de vivir. Dar cabida a Dios en los criterios de la propia vida. No juzgar por las meras opiniones en boga. Por consiguiente, convertirse significa no vivir como los demás, no hacer lo que hacen todos, no sentirse justificados en realizar acciones dudosas, ambiguas, malas, solo por lo que los demás hacen lo mismo. Empezar a ver la propia vida desde la perspectiva de Dios, y por lo tanto aspirar al bien, por incómodo que resulte. No aspirar al criterio de la mayoría, de los hombres, sino a la justicia de Dios. Dicho de otro modo: buscar una nueva forma de vida, una vida nueva”.

Para leer el informe completo pinche aquí.

[Traducido al español por J.E.F. para Adelante la Fe]

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CARD. BURKE: LA MISA TRADICIONAL Y LA NUEVA EVANGELIZACIÓN

Posted in Asociación Una Voce Sevilla, Liturgia, Misa Tradicional en el mundo, Summorum Pontificum with tags on 10/02/2015 by unavocesevilla

Cardenal BurkeLa web recomendada Secretum meum mihi ha traducido al español un interesante extracto de una entrevista realizada por The Wanderer al Cardenal Raymond Leo Burke, Patrono de la Soberana Orden de Malta, en la que afirma que la Sagrada Liturgia, y en concreto la Misa tradicional o Forma Extraordinaria, pueden desempeñar un papel significante en la Nueva Evangelización:

Por favor, comente sobre la conexión entre la Sagrada Liturgia y la Nueva Evangelización. ¿Es la Sagrada Liturgia una cuestión periférica a la predicación del Evangelio? ¿O la Sagrada Liturgia juega un papel esencial en el imperativo evangélico de proclamar a Jesucristo? Si las dos actividades de la Iglesia están en efecto esencialmente conectadas, ¿cómo pueden estas conexiones ser mostradas más claramente y vividas más convincentemente dentro del ambiente parroquial ordinario? ¿La celebración más amplia de la Forma Extraordinaria de la Misa tiene algún papel que desempeñar en los esfuerzos de la Nueva Evangelización?

La Sagrada Liturgia es absolutamente el primer acto de la Nueva Evangelización. A menos que adoremos a Dios en espíritu y en verdad, a menos que celebremos la Sagrada Liturgia con la mayor fe posible en Dios y fe en la acción divina, la cual tiene lugar en la Santa Misa, no vamos a tener la inspiración y la gracia para llevar a cabo la Nueva Evangelización.

La Sagrada Liturgia nos muestra la forma de la Nueva Evangelización porque es un encuentro directo con el misterio de la fe: La Encarnación redentora de Cristo en aras de vencer el pecado en nuestras vidas y ganar para nosotros la gracia de la vida divina, la participación en la vida de la Santísima Trinidad a través de la efusión del Espíritu Santo en nuestros corazones. 

Los tres primeros mandamientos tienen que ver con la adoración a Dios. Es la Sagrada Liturgia lo que establece una relación correcta con Dios y con los demás, a lo cual estamos llamados a vivir en nuestra vida cotidiana.

La forma en que esta conexión puede ser convincentemente vivida en la vida parroquial es celebrar la sagrada Liturgia de tal manera que todos los fieles entiendan que el sacerdote actúa en la persona de Cristo. Tienen que entender que es Cristo mismo quien desciende a nuestros altares para hacer realmente presente Su sacrificio; que Ellos tienen que unir sus corazones a Su propio Corazón traspasado glorioso para limpiarse del pecado y de esta manera los fortalezca para el amor de Dios y el amor del prójimo. 

Si la Sagrada Liturgia se celebra de una manera antropocéntrica, de una manera horizontal en la cual ya no es evidente que se trata de una acción divina, se convierte simplemente en una actividad social que puede ser relativizada junto con cualquier otra cosa, eso no tiene ningún impacto duradero en la vida de uno.

Creo que la celebración de la Forma Extraordinaria puede tener una parte muy significante que desempeñar en la Nueva Evangelización debido a su énfasis en la trascendencia de la Sagrada Liturgia. En otras palabras, hace énfasis en la realidad de la unión del Cielo y la tierra a través de la Sagrada Liturgia. La acción de Cristo a través de los signos del sacramento, a través de sus sacerdotes, es muy evidente en la Forma Extraordinaria. Nos ayuda, pues, a ser más reverentes también en la celebración de la Forma Ordinaria.”.

FIUV: EL RITO ROMANO TRADICIONAL Y LOS RITOS ORIENTALES

Posted in Asociación Una Voce Sevilla, Liturgia, Misa Tradicional en el mundo with tags on 03/02/2015 by unavocesevilla

LOGO FIUVLa Federación Internacional Una Voce ha publicado un interesante informe sobre la actitud de la Santa Sede hacia las Iglesias Orientales y sus tradiciones liturgicas y su importante relación con la Misa tradicional o Rito Romano Extraordinario, que a continuación transcribimos para nuestros lectores:

La conservación y promoción en Occidente de la antigua tradición litúrgica reviste considerable importancia para los cristianos de otras tradiciones litúrgicas ancestrales, tanto para los que están en plena comunión con Roma como para los que no lo están. El respeto y la práctica continua del Rito Extraordinario son una consecuencia práctica necesaria de la tradicional política de respeto a las tradiciones orientales por parte de la Santa Sede.

Promoción de la unidad y la reverencia hacia los ritos orientales

Su Santidad León XIII aclaró y subrayó cuál debe ser la debida actitud de respeto hacia los ritos orientales, en particular en su encíclica de 1894 Orientalium dignitas. Refiriéndose a la relación de la Santa Sede con los católicos orientales, afirma:

Tampoco fue la última expresión de su actitud vigilante guardar y conservar para siempre las costumbres y las diversas formas de administrar los sacramentos que en su sabia autoridad había declarado legítimos.

Y una vez más:

A decir verdad, es más importante de lo que parece conservar los ritos orientales. Su augusta antigüedad aporta nobleza a los diversos ritos, constituye una preciado tesoro para la Iglesia y confirma la unidad que ha dado Dios a la fe católica.

Las disposiciones prácticas de la encíclica apuntan a revertir el proceso de latinización de los católicos orientales, ya fuera sustituyendo totalmente o en parte su rito por el latino, o asimilando el rito oriental al latino por parte de personas individuales o de grupos, procesos que ocasionalmente habían sido aprobados por la Santa Sede.

Las palabras de León XIII se reflejan con bastante fidelidad en el decreto Orientalium Ecclesiarum del Concilio Vaticano II, que expresa seguidamente la necesidad de purificar los ritos orientales de los elementos latinos que puedan haberse desafortunadamente introducido en ellos:

Sepan y tengan por cierto todos los orientales que pueden y deben conservar siempre sus legítimos ritos litúrgicos y su organización y que no deben introducir cambios sino por razón de su propio y orgánico progreso. Todo esto deben cumplirlo con la máxima fidelidad los mismos orientales, quienes deben adquirir un conocimiento cada día mayor y una práctica cada vez más perfecta de estas cosas; y si se hubiesen apartado indebidamente por diversas circunstancias de tiempo o de personas, procuren con empeño volver a sus antiguas tradiciones.

El Concilio reconoce además que las diversas tradiciones orientales han conservado aspectos teológicos particulares valiosos para toda la Iglesia.

En su ferviente carta apostólica Orientale Lumen, publicada con motivo del centenario de Orientalium dignitas, S. Juan Pablo II exigió el pleno respeto de la dignidad de los demás sin afirmar que el conjunto de los usos y costumbres latino fuese más completo o más adecuado para mostrar la plenitud de la recta doctrina.

El Concilio Vaticano II destacó la importancia de esta norma para las relaciones con las iglesias ortodoxas. Orientalium Ecclesiarum abogaba por la promoción de la unidad entre los católicos de rito oriental y otros cristianos orientales , entre otras cosas mediante ‘con la religiosa fidelidad a las antiguas tradiciones orientales’.[La instrucción Il Padre, incomprensibile (21), de la Congregación para las Iglesias Orientales reiteró la importancia de ello:

Por consiguiente, en todo intento de renovación litúrgica debe tenerse en cuenta la costumbre de los hermanos ortodoxos, conociéndola, respetándola y apartándose lo menos posible de ella a fin de no incrementar más la separación.

Este pasaje nos recuerda una conocida frase de San Pío X: la liturgia de los católicos de rito no latino debe ser ‘nec plus, nec minus, nec aliter’ (‘ni más, ni menos, ni diferente’) a consecuencia de reintegrarse a la plena comunión con la Sede petrina.

La reforma litúrgica latina

La reforma litúrgica que tuvo lugar después del Concilio Vaticano II creó una nueva situación con respecto a los ritos orientales. a partir de entonces, las tendencias latinizantes se basarían en los ritos reformados, que en ciertos aspectos se apartan más de los auténticos principios litúrgicos de Oriente que la antigua tradición litúrgica latina. Es más, explicaciones teológicas generalizadas de la reforma y el ímpetu tras numerosos abusos litúrgicos en Occidente se expresaban con frecuencia de tal manera que daban a entender que las costumbres orientales adolecían de graves defectos.

Por ejemplo, la reforma latina sufrió el abandono prácticamente universal de la orientación tradicional, en la al celebrar la Misa el sacerdote miraba hacia oriente. Salvo en el caso de unas pocas iglesias muy excepcionales, esto quería decir que miraba en la misma dirección que los fieles La promoción de este cambio de orientación, que no se discutió en las sesiones del concilio Vaticano II ni ha sido jamás obligatoria en la Iglesia Latina, ha venido acompañada de polémica en torno a la práctica tradicional. Se dice despreciativamente que “el sacerdote le da la espalda al pueblo”. Esta polémica no está respaldada por documentos oficiales de la Iglesia y ha sido objeto de críticas frecuentes, en particular por parte de S. S. Benedicto XVI. A pesar de ello, está muy generalizada, y se aplica indudablemente de la tradición de celebrar ad orientem en los ritos orientales. La Congregación para las Iglesias Orientales consideró necesario abordar el tema en Il Padre (107):

No se trata, como tantas veces se ha afirmado, de presidir la celebración dando la espalda a los fieles, sino de guiar a estos en su peregrinación hacia el Reino, que es invocado en oración hasta que vuelva el Señor.

Dicha práctica, amenazada en numerosas iglesias católicas orientales por renovada y reciente influencia latina reviste un profundo valor y debe por tanto ser salvaguardada por ser ciertamente coherente con el espíritu de la liturgia oriental.

De modo parecido, la misma instrucción considera necesario defender tradiciones orientales como que la comunión sea administrada exclusivamente por sacerdotes, un ayuno eucarístico más prolongado que el actualmente vigente en la Iglesia latina, una ‘orientación penitencial’ de la liturgia, y el empleo del arte sacro y las formas arquitectónicas tradicionales en los templos. Todas estas características de la tradición latina han sido objeto de críticas, denigración y hasta ridículo en los debates en torno a la reforma litúrgica.

Un documento anterior de la Congregación para las Iglesias Orientales, la instrucción Observaciones sobre el ordinario de la Santa Misa en en la Iglesia Siromalabar, fechada en 1984, contiene más ejemplos todavía del mismo fenómeno. Se hace alusión a las frecuentes críticas a las oraciones que se rezan en silencio durante el Canon de la Misa.

Se dice a veces que todas las oraciones litúrgicas deben rezarse en voz alta para que todo el mundo las oiga. Tanto histórica como litúrgicamente, este principio es falso. Hay oraciones que han sido formuladas expresamente para rezarse durante el canto, en una profesión o mientras el pueblo realiza otras actividades, o bien son apologías pro clero. Del mismo modo que los sacerdotes no tienen por qué cantar todo lo que canta el pueblo, tampoco es necesario que los fieles oigan todas las oraciones. De hecho, rezar todas las oraciones en voz alta interrumpiría la debida marcha de la estructura litúrgica .

Benedicto XVI también se opuso firmemente a los ataques contra las oraciones en silencio durante la misa.  En modo alguno forma parte de la teología oficial de la reforma, y desde luego el Misal de 1970 contiene varias oraciones en silencio para que las rece el oficiante. A pesar de ello, es cierto que la reforma y su aplicación han conducido a un considerable alejamiento de las oraciones en silencio por parte de la Iglesia latina, lo cual ha suscitado una polémica teológica, hasta el punto de llegarse a afirmar que dichas oraciones excluyen indebidamente a los fieles de la participación litúrgica.

Una instrucción de 1981 exhorta asimismo a los obispos del rito siro-malabar a oponerse a las tendencias latinizantes que incorporarían a su liturgia oraciones que no figuran en las rúbricas, la lectura de las Escrituras desde un atril en lugar del altar, complejas procesiones durante el ofertorio y oraciones espontáneas. Con respecto a esta última cuestión, refiriéndose a los experimentos litúrgicos de la Iglesia latina, señala: ‘No hay necesidad de imitar los errores ajenos.’

Establecer un paralelo general entre las tradiciones litúrgicas orientales y la Forma Extraordinaria del Rito Romano sería una forma de entender la participación en la liturgia que no depende de ver y oír todo lo que hace y dice el celebrante. Como señaló S. Juan Pablo II:

La larga duración de las celebraciones, las continuas invocaciones, todo expresa un progresivo ensimismarse en el misterio celebrado con toda la persona.

Función del Rito Extraordinario en el Rito romano

Las polémicas teológicas generalizadas en torno a numerosos aspectos de la tradición compartida de la Iglesia, y aun la noción misma de tradición, socavan el programa de conservación y restablecimiento de los Ritos Orientales urgida por el Concilio Vaticano II, así como las manifestaciones de respeto a las tradiciones de los cristianos de Oriente que no están en comunión con Roma.

Una manera importante de situar estas cuestiones en su debido contexto y de concretar a nivel local la verdadera enseñanza de la Iglesia sería dar la tradición litúrgica de Occidente el lugar adecuado que exigía para ella el papa Benedicto. Cuando el Rito Extraordinario logra hacerse sitio en la vida litúrgica normal de las parroquias y diócesis, gozando de respaldo visible por parte de la jerarquía, socava la idea de que los erróneos principios teológicos arriba mencionados forman parte del magisterio oficial de la Iglesia. Es más, cuando los católicos conocen por experiencia esta forma del Rito romano están en mucha mejor situación para apreciar el valor de los ritos orientales, la naturaleza de la participación de los seglares en ellos y el valor litúrgico de la propia tradición.

La creación de congregaciones católicas de rito oriental en países donde predomina la tradición latina añade valor a estas consideraciones. S. Juan Pablo II recomendó que, en dicho contexto, los católicos latinos se familiaricen con la liturgia de sus hermanos orientales; en muchos aspectos, el Rito Extraordinario puede tender un puente que conduzca al entendimiento mutuo que deseaba.

En este contexto, no es de sorprender que el motu proprio Summorum Pontificum de Benedicto XVI tuviera tan buena acogida por parte del patriarca Alexis II de Moscú. Ciertamente los practicantes de los ritos católicos latinos no pueden esperar que se los tome en serio al afirmar el valor de las tradiciones orientales si ellos mismos no tratan con respeto a su propia tradición”.

Joseph Shaw

Fuente: F.I.U.V. y traducido para Adelante la Fe por J.E.F.

REFLEXIÓN: EL CALVARIO PERPETUADO EN LA MISA

Posted in Asociación Una Voce Sevilla, Misa Tradicional en el mundo with tags on 10/01/2015 by unavocesevilla

MT 19A continuación, transcribmos unas profundas reflexiones acerca de la Santa Misa del Beato J. H. Newman:

“Te adoro, Señor y Dios mío, con el más profundo temor reverencial por tu pasión y crucifixión, en sacrificio por nuestros pecados. Tú sufriste ciertamente dolores incomunicables en tu alma sin pecado. Fuiste expuesto en tu cuerpo inocente a tormentos ignominiosos, mezclados de dolor y vergüenza. Fuiste desnudado y fieramente flagelado, vibrando tu sagrado cuerpo bajo el azote como los árboles bajo las ráfagas de la tempestad. Así destrozado, fuiste, suspendido de la Cruz, desvestido, un espectáculo para todos los que te veían temblar y morir. ¡Cuánto implica todo esto, Dios Poderoso! ¡Qué profundidad vemos aquí que no podemos penetrar! Mi Dios, sé bien que pudiste habernos salvado con tu Palabra, sin sufrir tú mismo, pero elegiste adquirirnos al precio de tu sangre. Contemplo en ti la víctima elevada sobre el Calvario, y sé y declaro solemnemente que esa muerte tuya fue una expiación por los pecados del mundo entero. Creo y sé que tú sólo pudiste haber ofrecido una expiación meritoria, porque era tu divina naturaleza que otorgaba dignidad a tus sufrimientos. Antes que yo pereciera de acuerdo a lo que merecía, tú fuiste clavado al Árbol y moriste”.

“Semejante sacrificio no podía ser olvidado. No iba a ser, no podía ser, un mero acontecimiento en la historia del mundo, que fuera hecho y terminado, muerto excepto en sus oscuros efectos no reconocidos. Si esa gran muerte fue lo que creemos que fue, lo que sabemos que es, debe permanecer presente aunque ya pasó, debe ser un hecho establecido para todos los tiempos. Nuestra propia reflexión cuidadosa sobre el mismo nos dice esto, y entonces, cuando se nos cuenta que tú, Señor, aunque has ascendido a la gloria, has renovado y perpetuado tu sacrificio hasta el fin de todas las cosas, no sólo es la noticia más conmovedora y gozosa porque da testimonio de un Señor y Salvador tan compasivo, sino que lleva consigo el pleno asentimiento y simpatía de nuestra razón. Aunque no hubiéramos podido ni siquiera atreveros a anticipar una doctrina tan maravillosa, ahora que se nos comunica, adoramos su misma conveniencia a tus perfecciones, así como su infinita compasión para nosotros. Sí, mi Señor, aunque has dejado el mundo, eres ofrecido en la Misa diariamente, y, aunque no puedes sufrir dolor y muerte, te haces sujeto de indignidad y limitación para llevar hasta la plenitud tu misericordia hacia nosotros. Te humillas diariamente, pues, siendo infinito, no puedes finalizar tu humillación mientras existan aquellos por quienes te sometiste e ella. Por eso permaneces sacerdote para siempre”.

Meditaciones y Devociones, Ed. Agape Libros, Buenos Aires 2007, p 303-305.

Fuente: El Búho escrutador

LA MISA TRADICIONAL: OH BELLEZA, SIEMPRE ANTIGUA Y SIEMPRE NUEVA

Posted in Asociación Una Voce Sevilla, Liturgia, Misa Tradicional en el mundo with tags , , , on 16/12/2014 by unavocesevilla

EmberSaturday2FLATOfrecemos a nuestros lectores un magnífico artículo sobre la Misa tradicional que ha sido publicado en inglés por el prestigiso blog tradicionalista internacional RORATE CÆLI, y en español por el recomendado blog español ADELANTE LA FE, del cual lo transcribimos.

El articulista nos hace reflexionar sobre la antigüedad del Rito Romano tradicional y el valor de celebrar al día de hoy la Santa Misa como lo hicieron nuestros antepasados.

“Leyendo el Comentario de Santo Tomás sobre las Sentencias de Pedro Lombardo, me di cuenta de que hace un argumento basado en la Colecta para el Domingo de Pascua. Fui a mirar mi Baronio Misal y encontré que, en efecto, la oración que utilizamos hoy en el usus antiquior es idéntica a la que citó alrededor del 1250.

A veces, durante la Misa o cuando leo a los Padres y Doctores de la Iglesia, quedo a menudo poderosamente impresionado por cuán vasto es el legado de la historia, la cultura y la oración que está imbuido y preservado en la liturgia Romana tradicional. Nuestras oraciones y ceremonias se remontan en muchos casos al primer milenio de la Iglesia. El Rito tradicional Romano habla en el mismo idioma, respira la misma atmósfera que los Padres y Doctores de la Iglesia y todo el ejército de los santos, y nos lleva a su presencia.

La mayoría de nosotros estamos bajo la influencia del nombre equivocado de: “Misa Tridentina”, – una frase que, aunque defendible como lo es, lleva a algunas personas a la implicación de que esta forma litúrgica se inventó alguna manera o masivamente se cambió en la era del Concilio de Trento. Como los estudiantes de la historia litúrgica saben, sin embargo, la realidad es muy diferente: la sustancia del Misal de Pío V ya había estado presente durante muchos siglos, y, de hecho, si nos remontamos al tiempo de San Gregorio el Grande (m. 604), encontraremos el “núcleo” del Rito Romano ya ahí (por eso la preferencia que algunos tienen para llamar el usus antiquior el “Rito Gregoriano”). Como el Padre Hunwicke ha señalado, el Canon Romano es tan antiguo que su teología de la consagración precede a la controversia sobre la divinidad del Espíritu Santo, y por lo tanto carece de una epíclesis de la clase que la liturgia Bizantina, para combatir esta herejía e insertada en una fecha posterior. El Canon Romano opera en la creencia mas antigua de que todo lo que el Padre aprueba y ratifica se llevará a cabo – incluso la renovación del sacrificio de su Hijo bajo el pan y el vino consagrados. El Padre lo quiere, y se hace.

(Creo que, por cierto, el P. Hunwicke merece el apodo de “Canonista romano” por sus muchos finos artículos en defensa de la antigüedad, la primacía, la pureza y la rectitud del Canon Romano para los ritos litúrgicos Occidentales que deben su origen a Roma, y sus críticas apuntadas a la calamitosa innovación de la introducción de múltiples oraciones Eucarísticas).

Volviendo al punto de partida: ¿Cuál es el valor de simplemente hacer lo que hicieron nuestros ancestros? ¿Cuál es el valor de participar en una Misa que es, en gran parte de su formulación y ceremonias, la misma que la que oraba Santo Tomás de Aquino o San Francisco de Asís, San Carlos Borromeo o Santa Teresa de Lisieux? ¿Cuál es el valor de ir llevando en la mente y en el corazón de uno, susurrando en nuestros labios, o cantando con nuestra propia voz, las oraciones que se remontan, sin cambios, siglo tras siglo tras siglo?

Aunque puede ser difícil expresar este valor sutil en palabras, no es difícil ver por qué tal oración, a través de los siglos, a través de los continentes, a través de las culturas, de la profundidad llamando a la profundidad, de época a época y de santo a santo, tenga tan grande atractivo para los jóvenes que están descubriendo o redescubriendo su fe. Hay fuerza en saber que te sujetas de una gigante e indestructible cuerda que te conecta a un sinnúmero de santos hombres y mujeres antes de nosotros, todos los cuales están ahora en la gloria celestial, para los cuales esta misma liturgia los preparó en la tierra. Hay consuelo en sentir que, en medio de un mundo de constante cambio, en efecto un mundo moderno de casi neurótica movilidad, desplazamiento, y desperdicio, las cosas más importantes no cambian, de hecho nunca cambiarán. Hay una inmensa paz en volver, semana tras semana, a las lecturas, las oraciones, las antífonas, las ceremonias, que han sobrevivido a cada guerra, hambre, peste, y persecución, y llevar con ellos el aura de atemporalidad, el ardor de la adoración, el sabor de la santidad, la dulzura de la salmodia. Uno viene a Misa, y se encuentra que es verdaderamente, simplemente, puramente la Misa – como era, como debería ser, como será hasta el fin de los tiempos.

, ha habido cambios, pero estos cambios son como ondas en la superficie de un vasto mar, tranquilo en sus profundidades. La identidad y la integridad de la liturgia se reducen incluso a nosotros, cada generación manteniendo lo que se le entregó mientras lo embellece con ofrendas de su propia devoción.

Aun cuando no podemos ponerlo en palabras, esta realidad, esta sensación de inmensa profundidad y amplitud, del colapso del tiempo y la distancia a medida que entramos en comunión con una innumerable multitud de fieles, es parte de la experiencia indefinible de asistir a la Misa Tradicional en latín. Bendito sea Jesucristo, “el mismo ayer, hoy y siempre”, que ha plasmado su amor eterno en una liturgia que es su despejado espejo.

Si pienso en Dios tengo que gemir; si cavilo, mi espíritu desfallece.
Tu mantienes insomnes mis ojos; estoy perturbado, incapaz de hablar.
Pienso en los días antiguos y considero los años eternos.
Por la noche medito en mi corazón, reflexiono y mi espíritu inquiere:
¿Es que nos desechará el Señor por todos los siglos? ¿No volverá a sernos favorable?
¿Se habrá agotado para siempre su bondad? ¿Será vana su promesa hecha para todas las generaciones?
¿Se habrá olvidado Dios de su clemencia? o ¿en su ira habrá contenido su misericordia?
Y dije: “Este es mi dolor: que la diestra del Altísimo haya cambiado”.
Recordaré, pues, los hechos de Yahvé; sí, me acuerdo de tus antiguas maravillas;
Medito todas tus obras y peso tus hazañas.
Santo es tu camino, oh Dios, ¿Qué Dios hay tan grande como el Dios nuestro?

(Salmos, 76: 4-14 Biblia Mons. Straubinger)”

[Traducido por Eduardo Alfaro Robles. Posteado por ]

UNA VOCE SEVILLA: UNA DÉCADA PROMOVIENDO LA MISA TRADICIONAL PARA MAYOR GLORIA DE DIOS

Posted in Asociación Una Voce Sevilla, Escuela de Cristo, Iglesia Señor San Jorge, Liturgia, Misa Tradicional en el mundo, Misa Tradicional en España, Misa Tradicional en Sevilla, Salesas, Santa Caridad, Schola Iubilate Deo, Summorum Pontificum with tags , on 23/11/2014 by unavocesevilla

Escudo UVS-pintado-Se cumple una década de aquel 23 de noviembre del año del Señor de 2004, festividad de la toma de Sevilla por el rey san Fernando, en que un pequeño grupo de católicos sevillanos –en su mayoría jóvenes- amantes de la Tradición y la liturgia de la Iglesia, en concreto de la Misa tradicional o gregoriana, se reunió para fundar una asociación cuyo fin principal fuese promoverla y celebrarla en dicha Ciudad, por considerarla un bien espiritual para toda la Cristiandad, un legado de nuestro antepasados en la Fe, y un tesoro que merecía ser custodiado y difundido, todo ello para mayor gloria de Dios. Como resultado de esa iniciativa fue el nacimiento de la Asociación Una Voce Sevilla, que más tarde se incorporó a la Federación Internacional, que aglutina a todas las asociaciones Una Voce del mundo desde 1967.

Desde entonces, la Asociación empezó trabajar sin escatimar esfuerzos por ese ideal, convencidos de que, lo que en principio podía ser tachado de utópico, moda pasajera, y contrario al discurrir de los tiempos, con la ayuda de Dios se haría realidad y daría sus frutos, principalmente espirituales. Y así fue, de conseguir en principio que se autorizara en Sevilla por la autoridad eclesiástica –con la cual se ha mantenido siempre unas relaciones cordiales- la celebración esporádica de la Santa Misa “ad experimentum” a lograr –lo que ninguno de sus fundadores pudieron pensar tan siquiera- la consolidación y estabilidad de ésta en la actualidad y tener garantizada su celebración, al menos, todos los Domingos y días de precepto.

Para lograr esto, la Asociación Una Voce Sevilla ha contado desde sus inicios hasta el día de hoy con un grupo de personas, fieles y con un alto grado de compromiso, inasequibles al desaliento que, a base de sacrificio y perseverancia, han solventado cada uno de los obstáculos y restricciones que se han ido presentando a lo largo de estos diez años, anteponiendo para ello cuestiones e intereses personales al bien común de la Misa. También ha contado con la inestimable ayuda de sus dos capellanes, otros sacerdotes y fieles –sevillanos y de otros lugares de España y el mundo- amantes de la Misa tradicional.

Sin lugar a dudas el mayor respaldo e impulso a la Misa tradicional se debe a S.S. Benedicto XVI, que el 7 de julio de 2007, con la promulgación del motu proprio Summorum Pontificum, logró normalizar su uso en el seno de la Iglesia universal, la consideró como un tesoro que merece ser conservado, reconoció que no se encontraba abolida, y  la legitimó como un derecho para sacerdotes y fieles. Esto supuso para la historia de la Asociación un antes y después, ya que a partir de la entrada en vigor del referido documento, más concretamente, el 16 de septiembre de ese año, la Misa gregoriana pudo empezar a celebrarse en Sevilla todos los Domingos y días de precepto.

Desde ese momento, y en estos últimos siete años, la Misa “en latín”, como es conocida por muchos sevillanos, en su peregrinar fue acogida de manera fraterna en cuatro templos de la Ciudad: La Parroquia de San Bernardo, el Convento de la Visitación de las monjas salesas, la Iglesia del Señor San Jorge-Capilla de la Sala del Cristo del Hospital de la Santa Caridad, y por último y en la actualidad en el Oratorio de la Escuela de Cristo. Con ello, han sido muchos los sevillanos y visitantes los que han tenido la oportunidad de asistir a su celebración, en unos casos volviendo a revivir la Misa que conocieron en su juventud, y en otros, los más jovenes, acercándose por primera vez a la Misa de siempre, creciendo en los últimos meses la asistencia de fieles sevillanos y en ocasiones de turistas españoles y extranjeros, que buscan alimento espiritual en la Misa para afrontar estos tiempos difíciles que corren.

También, en esta década, la Asociación Una Voce Sevilla ha experimentado un crecimiento importante de sus miembros, los cuales contribuyen principalmente a la promoción, difusión y organización de la Santa Misa, a la dirección de la Asociación, a servir en el altar como acólitos, y a armonizar aquella con cantos gregorianos. Cuenta para ello con la ayuda de la Junta Directiva, la escuela de acólitos Servite Dómino, que además colabora en la tarea de formación de los más jovenes, y la Schola Gregoriana Iubilate Deo, que en las ocasiones más solemnes es acompañada por organista. Hay que destacar también  como los miembros de la Asociación se han ido incorporando junto sus familias a la Misa dominical, siendo cada vez más numerosa la presencia de niños en ésta, haciendo posible su transmisión de generación en generación.

En definitiva, diez años de historia viva de una humilde Asociación de fieles que, a pesar de sus imperfecciones, consiguió el retorno y celebración dominical de la Misa tradicional a la Ciudad de Sevilla, para adorar y alabar al Señor e ir a Su encuentro a través de aquella.

Es por ello, que la Asociación Una Voce Sevilla agradece de corazón a todas aquellas personas de buena voluntad que con su esfuerzo y ayuda han hecho y siguen siendo haciendo posible esta realidad eclesial.

Que Nuestro Señor Jesucristo y su Santísima Madre nos sigan bendiciendo y nos ayuden a seguir custodiando y promoviendo esta riqueza espiritual y litúrgica de la Iglesia Católica que es la Santa Misa tradicional.

 

Juan L. Ferrari

Presidente

UNA VOCE SEVILLA

 

Primera Misa tradicional UVS

Primera Misa tradicional Una Voce Sevilla. Año 2004. Capilla Divina Pastora

Primera Misa tradicional San Bernardo 2007

Primera Misa tradicional en la Parroquia de San Bernardo. Año 2007

Primera Misa tradicional Salesas 2010

Primera Misa tradicional Convento de las Salesas. Año 2010

Primera Misa tradicional Caridad 2012

Primera Misa tradicional en Iglesia de la Caridad. Año 2012

Primera Misa tradicional Escuela de Cristo 2013

Primera Misa tradicional Oratorio Escuela de Cristo. Año 2013

FIUV: COMUNICADO DE PRENSA EN RELACIÓN A LAS AMENAZAS DE EXCOMUNIÓN A LA FSSPX

Posted in Asociación Una Voce Sevilla, Misa Tradicional en el mundo with tags , , , , on 11/11/2014 by unavocesevilla

LOGO FIUVLa Federación Internacional Una Voce (FIUV) emitió el pasado 04 de noviembre un comunicado de prensa, que publicó en su web en español, y  que por ser de interés nos hacemos eco y a continuación transcribimos:

Federación Internacional Una Voce:
Amenazas de excomuniones a la FSSPX pueden ser ilegales”

LONDRES, 4 de noviembre de 2014 – La Federación Internacional Una Voce, que busca promover las tradiciones, particularmente las tradiciones litúrgicas de la Iglesia Católica Romana dentro de las estructuras oficiales de la iglesia, cuestionaron hoy la legalidad de una “notificación” fechada el 14 de octubre de 2014 emitida por la Sede Romana de Albano, Italia, donde afirma la excomunión de quienes reciban los sacramentos de, o asistan a servicios religiosos por la Sociedad de San Pío X (SSPX).
La Federación cuestiona la legalidad de otra “notificación”, en términos similares, de S.E.R. Mons. Óscar Sarlinga, obispo de la Diócesis de Zárate-Campana en la Argentina, publicada el 3 de noviembre de 2014.

La Federación, que es un movimiento laico independiente de cualquier comunidad sacerdotal o religiosa, cree que la preservación de la doctrina, legislación y justicia, así como buena práctica pastoral, dentro de la iglesia es importante. La Federación cree que estas “notificaciones” tienden a implicar que cualquier persona que haya asistido a los servicios de la SSPX no es o no será bienvenida en las parroquias en estas diócesis.
Este punto de vista es claramente contradictorio con el énfasis del Sumo Pontífice, Papa Francisco, respecto a la misericordia y perdón, así como la “apertura de corazón”, solicitada por el Papa Benedicto XVI como un preludio a una sanación o reparación de divisiones “en el corazón de la iglesia”.

El obispo de Albano, Italia, es S.E.R. Mons. Marcello Semeraro, portavoz de prensa de la Conferencia Episcopal Italiana y Secretario del Consejo interno Pontificio compuesto por 9 consejeros.

La Federación está solicitando a la Santa Sede que aconseje que estas “notificaciones” están parcialmente incorrectas y que requieren ser modificadas con el fin de cumplir con la ley canónica y las decisiones de la Santa Sede.

TRASFONDO
El 14 de octubre de 2014, la Cancillería de la Diócesis de Albano emitió una notificación a los párrocos afirmando que quien asiste a los servicios de la SSPX, incluyendo, al parecer, los niños, tal modo “rompen a comunión con la iglesia católica” y sólo pueden ser readmitidos a la Iglesia después de “un camino personal adecuado de reconciliación”. La notificación dice:

“Los fieles católicos no pueden participar en la misa, ni solicitar o recibir los sacramentos de o en la Sociedad (SSPX). Actuando lo contrario significaría romper la comunión con la iglesia católica. Por lo tanto, cualquier fiel católico que solicite y recibe los sacramentos en la Sociedad de San Pío X, se colocará él mismo, de facto, en la condición de no estar en comunión con la Iglesia Católica. Una readmisión a la Iglesia Católica debe ser precedida por una trayectoria personal adecuada de reconciliación, según la disciplina eclesiástica establecida por el Obispo.”

S.E.R. Mons. Óscar Sarlinga, obispo de Zárate-Campana en Argentina, en una carta a su diócesis con fechada el 3 de noviembre de 2014, establece:

“No es lícito para los fieles católicos participar en la celebración de la Misa en estas condiciones, ni solicitar ni recibir los sacramentos por parte de los sacerdotes de la mencionada “Sociedad de San Pío X”, incluyendo en lugares privados convertidos en lugares de culto, y sin excluir, en caso de obstinación, también incurrir en sanciones “ferendae sententiae” que pueden aplicar, según el espíritu eclesial y la protección de los fieles. En el caso de ruptura de la comunión eclesiástica por los motivos fundados antes mencionados, para ser readmitido en la Iglesia Católica (y eventualmente de la eliminación de la censura canónica), una trayectoria personal de reconciliación será necesaria, según la disciplina asesorada por la Santa Sede y la propia Diócesis, establecida por el Obispo diocesano”.

RESUMEN CANÓNICO
La actitud de la Santa Sede siempre ha sido que los fieles laicos que reciben los sacramentos de sacerdotes de la SSPX no están excomulgados. Los ejemplos son los siguientes.

A. En 1991, S.E.R. Mons. Joseph Ferrario, obispo de Honolulu (Hawái, EE.UU.), declaró que seis laicos católicos quedaron excomulgados por motivos cismáticos al haber solicitado los servicios de un obispo de la SSPX para administrar el sacramento de la Confirmación. Estos apelaron ante la Santa Sede que, a través de S.E.R. Joseph Cardenal Ratzinger como prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, declaró dicho Decreto inválido porque su acción, aunque considerada reprochable, no constituía un cisma.

B. El 5 de septiembre de 2005, la Santa Sede, a través de la Pontificia Comisión “Ecclesia Dei”, afirmó que “los fieles que asisten a las Misas de la fraternidad mencionada no están excomulgados, y los sacerdotes que las celebran tampoco no lo están — de hecho los últimos, de hecho, están suspendidos.” (Protocolo n. 55/2005, firmado por el entonces Secretario de la Pontificia Comisión “Ecclesia Dei”, Mons. Camille Perl).

C. El 27 de septiembre de 2002, citado y reafirmado el 18 de enero de 2003, la Santa Sede, a través de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei, afirmó “En sentido estricto usted puede cumplir con el precepto dominical asistiendo a una misa celebrada por un sacerdote de la Sociedad de San Pío X.” (Cartas firmadas por Mons. Camille Perl).

“Para romper la comunión con la Iglesia Católica”, es decir, excomunión, sólo puede incurrirse donde hay tanto una “violación externa de una ley o precepto” y es “gravemente imputable por dolo o culpabilidad” (canon 1321) y sólo si el castigo adecuado es propiamente la excomunión.

La excomunión no es la pena adecuada para quienes “participan en la misa” o “solicitan o reciben los sacramentos” por parte de los sacerdotes de la SSPX o en lugares de culto administrados por la SSPX. Por lo tanto:

A. Por consiguiente no es correcto que la excomunión es incurrió en tal modo.

B. En ningún caso, los menores de 16 años no pueden incurrir en una penalidad (canon 1323.1); Esto aplicaría a los menores de esta edad que recibieron el Bautismo o la Confirmación.

Aún basando un argumento canónico en la suposición de que la SSPX no tiene ningún estatuto canónico dentro de la Iglesia y que sus sacerdotes están suspendidos, tras la ordenación sin las cartas dimisorias, no quiere decir que aquellos fieles laicos que busquen los sacramentos por parte de estos sacerdotes cometen un acto ilegal.

Afirmar lo contrario también entra en conflicto con la disposición canónica (canon 1335) para la suspensión de cualquier prohibición de la celebración de los sacramentos o sacramentales, o el ejercicio de potestad de gobierno, cuando uno de los fieles lo solicita para “cualquier razón justa”.

Además, las notificaciones parecen impugnar el decreto de la Congregación para los Obispos, fechado el 21 de enero de 2009 respecto al levantamiento de las excomuniones de los obispos de la SSPX y en cambio parecen que quieren volver a imponer las excomuniones, dentro de cada diócesis, contrariamente al decreto emitido por esta Congregación de la Santa Sede.

Por otra parte, sería incongruente por el legislador levantar la excomunión de los Obispos (de la SSPX) al imponer o mantenerla en los fieles laicos a quienes ministran.

CONCLUSIÓN
La Federación está obligada así a cuestionar las notificaciones ya que parecen socavar la legislación pontificia y el Derecho Canónico.

FIN DEL COMUNICADO

Federación Internacional Una Voce: Un movimiento laical

La Federación Internacional Una Voce es un movimiento laical cuyos objetivos principales son asegurar que el “Missale Romanum” (edición 1962 del Papa Juan XXIII) se mantenga en la Iglesia como la referencia de una de las formas de celebración litúrgica; que sea apoyado y promovido el uso del latín, el canto gregoriano y polifonía sagrada.

Una Asamblea General se convoca cada dos años en Roma para elegir a los nuevos miembros de la Junta Directiva. El actual presidente es el Sr. James Bogle, miembro de “Una Voce Australia” y “The Latin Mass Society” de Inglaterra y Gales.

La Federación está reconocida por la Santa Sede, sus opiniones son recibidas con cortesía y respetadas por las Congregaciones romanas implicadas. Los representantes de la FIUV son recibidos por ellos de la misma manera. Con el transcurso de los años, la Federación ha intervenido exitosamente en muchas ocasiones, en Roma, para solicitar el mantenimiento de la Misa tradicional y la práctica de la antigua liturgia.”.

Para conocer el original del comunicado de prensa de la FIUV en inglés puede pinchar aquí.

 

FIUV: ESTUDIOS SOBRE LITURGIA TRADICIONAL

Posted in Asociación Una Voce Sevilla, Liturgia, Misa Tradicional en el mundo, Summorum Pontificum with tags , , on 04/11/2014 by unavocesevilla

LOGO FIUVLa Federación Internacional Una Voce (FIUV), entidad que agrupa a nivel mundial  desde 1964 a diversas organizaciones  formadas por  seglares y  vinculadas con la Misa Tradicional, entre las que se encuentra desde 2007 la Asociación Una Voce Sevilla, publica en su web desde 2012 unos interesantes estudios sobre aspectos concretos del Misal de 1962, en particular aquellos que podrían resultar confusos y requerir una explicación para quienes no estén familiarizados con el Rito Romano tradicional, así como sobre aquellos que pudieran considerarse objeto de la reforma, prevista en el motu proprio de S.S. Benedicto XVI  Summorum Pontificum. La colección completa se puede consultar aquí.

El último estudio realizado por la FIUV, que ha sido traducido al español por el blog Rorate Caeli y publicado por la recientemente creada y recomendada web Adelante la Fe, aborda, entre otros, algunos aspectos del calendario del Rito Extraordinario: Septuagésima, vigilias y octavas. Septuagésima, es el tiempo litúrgico comprendido entre los tres domingos que preceden al Miércoles de Ceniza (llamados de Septuagésima, Sexagésima y Quinquagésima), que no existe en el Novus Ordo.

Para conocer el estudio en español pinche aquí.