EL PROFESOR PETER KWASNIEWSKI OFRECERÁ EN SEVILLA UNA CONFERENCIA SOBRE LA LITURGIA TRADICIONAL

El Dr. Peter Kwasniewski ofrecerá en los próximos días varias conferencias en distintas ciudades españolas sobre la riqueza espiritual y teológica de la liturgia tradicional, con la colaboración de asociaciones Una Voce de España, entre ellas Una Voce Sevilla, y otras entidades relacionadas con la difusión y conservación del rito Romano tradicional, y, en concreto, la Misa tradicional.

La conferencia inaugural será en Sevilla el viernes 18 de julio a las 20:00 h, organizada en la sede social de Una Voce Sevilla y el Grupo Joven Sursum Corda, con el título “Por qué es mejor no entenderlo todo inmediatamente: la sabiduría de la liturgia tradicional”.
Dirección: Plaza Pintor Amalio García del Moral, nº 11, local 9. Entrada libre.

El profesor estadounidense Peter Kwasniewski, es un reconocido teólogo, liturgista, escritor, musicólogo y conferenciante, especialmente destacado en el ámbito del rito Romano tradicional, y, en concreto, la Misa tradicional.

En cada uno de las conferencias estarán disponibles para su adquisición los libros del profesor Kwasniewski traducidos al español.

-El calendario del resto de conferencias del profesor Kwasniewski en España es el siguiente:

Córdoba, sábado 19 de julio a las 20.00 horas:
“La genialidad del rito más antiguo del Cristianismo”.
Lugar: Hotel Córdoba Center, Avenida de la Libertad, 4.

Toledo, lunes 21 de julio a las 18.00 horas:
“Cómo Nuestra Señora nos enseña el significado de la misa”.
Lugar: Alcázar de Toledo, C/ de la Unión, s/n.

Madrid, martes 22 de julio:
Santa Misa a las 20.00 horas, conferencia a las 21.00 horas.
“Por qué es bello el rito tradicional y por qué necesitamos esta belleza”.
Lugar: Parroquia de la Sagrada Familia, C/ Antonio Toledano, nº 23.

Segovia, miércoles 23 de julio a las 19.00 horas:
“Por qué la misa tradicional es majestuosa y cortesana”.
Lugar: Casa de Espiritualidad «San Frutos», C/ Obispo Gandásegui, nº 7.

Oviedo, viernes 25 de julio a las 19.00 horas:
“Por qué es mejor no entenderlo todo inmediatamente: la sabiduría de la liturgia tradicional”.
Lugar: Hotel Gran Regente, C/ Jovellanos, 31.

Tras la última conferencia en Oviedo, el Dr. Kwasniewski participará la Peregrinación tradicional Oviedo – Covadonga, organizada por la asociación Nuestra Señora de la Cristiandad – España.

Recomendamos encarecidamente la asistencia a estas conferencias tan importante para la Liturgia Tradicional.

UNA VOCE SEVILLA

UNA VOCE SEVILLA

INFORME DEL VATICANO PONE EN DUDA LAS RAZONES DE TRADITIONIS CUSTODES PARA RESTRINGIR LA MISA TRADICIONAL

Exclusiva : INFORME OFICIAL DEL VATICANO QUE EXPONE IMPORTANTES DUDAS SOBRE LOS FUNDAMENTOS DEL MOTU «PROPRIO «TRADITIONIS CUSTODES» DEL PAPA FRANCISCO. (En Texto documentos informes para descarga en pdf). 1 Julio 2025.

por DIANE MONTAGNE (Artículo original)

Documentos no divulgados anteriormente plantean serias dudas sobre la justificación del decreto del papa Francisco de 2021 que restringe la misa tradicional en latín.

Ciudad Del Vaticano, 1 de julio de 2025 — Han salido a la luz nuevas pruebas que exponen importantes grietas en el fundamento de Traditionis Custodes, el decreto del papa Francisco de 2021 que restringió la liturgia romana tradicional.

Estaperiodista ha obtenido la valoración general del Vaticano sobre la consulta a los obispos que habría «incitado» al Papa Francisco a revocar Summorum Pontificum, la carta apostólica de Benedicto XVI de 2007 que liberalizaba el vetus ordo, más comúnmente conocido como la «Misa Tradicional en latín» y los sacramentos.

El texto no divulgado anteriormente, que forma una parte crucial del informe oficial de la Congregación para la Doctrina de la Fe sobre su consulta de 2020 a los obispos sobre Summorum Pontificum, revela que «la mayoría de los obispos que respondieron al cuestionario declararon que hacer cambios legislativos a Summorum Pontificum causaría más daño que bien».

Por lo tanto, la evaluación general contradice directamente las razones expuestas para imponer la Traditionis Custodes y plantea serias dudas sobre su credibilidad.

Cuando, el 16 de julio de 2021, el Papa Francisco promulgó la Traditionis Custodes, dijo que las respuestas al cuestionario «revelan una situación que me preocupa y me entristece y me persuade de la necesidad de intervenir».

«Lamentablemente -dijo en una carta adjunta a los obispos del mundo- el objetivo pastoral de mis predecesores (…) a menudo ha sido seriamente ignorado. Una oportunidad ofrecida por san Juan Pablo II y, con mayor magnanimidad aún, por Benedicto XVI… fue explotada para ensanchar las brechas, reforzar las divergencias y alentar desacuerdos que dañan a la Iglesia, bloquean su camino y la exponen al peligro de la división».

Dijo a los obispos que estaba «constreñido» por sus «peticiones» de revocar no sólo el Summorum Pontificum sino «todas las normas, instrucciones, permisos y costumbres» que precedieron a su nuevo decreto.

Sin embargo, lo que revela la evaluación general del Vaticano es que las «brechas», «divergencias» y «desacuerdos» se derivan más de un nivel de nesciencia, prejuicio y resistencia de una minoría de obispos a Summorum Pontificum que de cualquier problema originado por los adherentes a la liturgia romana tradicional.

Por el contrario, el informe oficial de la CDF afirma que «la mayoría de los obispos que respondieron al cuestionario, y que han implementado generosa e inteligentemente Summorum Pontificum, finalmente expresan su satisfacción con él». Añade que «en los lugares donde el clero ha cooperado estrechamente con el obispo, la situación se ha pacificado por completo».

La evaluación general, que se puede ver al final de este artículo en el original italiano y en una traducción al inglés, también confirma la afirmación que informé en octubre de 2021: que Traditionis Custodes magnificó y proyectó como un problema importante lo que era meramente secundario en el informe oficial de la CDF.

Además, el texto muestra claramente que Traditionis Custodes ignoró y ocultó lo que el informe decía sobre la paz que Summorum Pontificum había restaurado, e hizo la vista gorda a una «observación constante hecha por los obispos»: que los jóvenes estaban siendo atraídos a la Iglesia Católica a través de esta forma antigua de la liturgia.

La evaluación general también predijo, sobre la base de las respuestas de los obispos, lo que sucedería si se suprimía el Summorum Pontificum, pronósticos que resultaron ser precisos.

Génesis y estructura del informe oficial

La tarea de elaborar el informe oficial fue confiada a la Cuarta Sección de la Congregación para la Doctrina de la Fe. Hasta el TC, esta entidad, antes conocida como la Comisión Pontificia Ecclesia Dei, se encargaba de supervisar la observancia y aplicación de las disposiciones establecidas en Summorum Pontificum. En consecuencia, la Cuarta Sección poseía una amplia experiencia y conocimientos para ver y analizar los resultados de la encuesta.

En la primavera de 2020, el entonces prefecto de la CDF, el cardenal Luis Ladaria, envió un cuestionario a los presidentes de las conferencias episcopales de todo el mundo, para su distribución a los obispos diocesanos; las respuestas fueron recibidas por la CDF hasta enero de 2021. El corpus del material, presentado en varios idiomas, fue procesado, analizado e incorporado por la Cuarta Sección a sus conclusiones.

Si bien no he visto el informe en su totalidad, se me ha informado de manera confiable que el informe final de 224 páginas, fechado en febrero de 2021, consta de dos partes principales. La primera parte ofrece un análisis detallado de los resultados y hallazgos de la encuesta continente por continente y país por país, e incluye cuadros y gráficos que ilustran datos y tendencias.

La segunda parte, titulada «Resumen» [Sintesi], es más breve e incluye una introducción, un resumen sobre cada continente, una evaluación global [Giudizio Complessivo] de los resultados de la encuesta, y una colección de citas extraídas de las respuestas recibidas de las diócesis y ordenadas temáticamente. Esta colección estaba destinada a proporcionar al Papa Francisco una muestra representativa de las respuestas de los obispos.

La evaluación general comienza señalando que Summorum Pontificum desempeñó «un papel significativo, aunque relativamente modesto, en la vida de la Iglesia». En 2021, «se había extendido a alrededor del 20% de las diócesis latinas del mundo, y su implementación fue «más serena y pacífica, aunque no en todas partes».

El Papa Francisco declaró en Traditionis Custodes que «ha considerado los deseos expresados por el episcopado y ha escuchado la opinión de la Congregación para la Doctrina de la Fe». La valoración global es precisamente la parte del informe que sintetiza e interpreta los resultados de la encuesta, ofreciendo una conclusión evaluativa extraída de la evidencia.

En otras palabras, refleja el juicio u opinión informada de la Congregación para la Doctrina de la Fe.

El Papa Francisco no solo tenía el informe, sino que, según fuentes confiables, literalmente arrebató una copia de trabajo de las manos del cardenal Ladaria durante una audiencia, diciéndole que la quería de inmediato porque tenía curiosidad al respecto.

Aunque el Vaticano nunca ha dado a conocer el contenido del informe oficial, en octubre de 2021 obtuve y publiqué la colección de citas incluida en la Parte II, indicando, sin embargo, solo el país o la región de donde se originaron las citas. Esta colección se puede ver en su totalidad al final de este artículo en italiano y en una traducción actualizada al inglés.

La evaluación general: 7 puntos clave

1. La falta de paz y de unidad litúrgica se debe más a la minoría de obispos que a los adeptos a la liturgia romana tradicional.

Donde falta la paz litúrgica, el informe muestra que se deriva más de un nivel de nesciencia, prejuicio y resistencia de una minoría de obispos a Summorum Pontificum que de cualquier problema originado por aquellos atraídos por la liturgia romana tradicional.

El informe de la CDF recuerda el deseo de Benedicto XVI de lograr, a través de la implementación de Summorum Pontificum, una «reconciliación litúrgica interna» dentro de la Iglesia, y su reconocimiento de la necesidad de «proceder no según una hermenéutica de la ruptura, sino más bien mediante una renovación en continuidad con la tradición».

«Esta dimensión eclesiológica de la hermenéutica de la continuidad con la tradición y con una renovación y un desarrollo coherentes aún no ha sido plenamente acogida por algunos obispos», observa el informe. «Sin embargo, allí donde ha sido recibida y puesta en práctica, ya está dando frutos, el más visible de los cuales está en la liturgia».

Además, el informe lamenta que «en algunas diócesis la Forma extraordinaria no es considerada como una riqueza para la vida de la Iglesia, sino como un elemento inapropiado, perturbador e inútil para la vida pastoral ordinaria, e incluso como ‘peligrosa’ y, por lo tanto, algo que no se debe conceder, o suprimir, o al menos controlar estrictamente para que no se extienda. con la esperanza de su eventual desaparición o abrogación».

Más específicamente, el informe encontró que los obispos en las regiones de habla hispana generalmente «parecen mostrar poco interés» en implementar Summorum Pontificum, a pesar de las solicitudes de los fieles. Del mismo modo, señaló, «las respuestas de los obispos italianos sugieren que, en general, no tienen en alta estima la Forma extraordinaria y sus disposiciones relacionadas, con algunas excepciones».

Con respecto a un malentendido o ignorancia entre una minoría del episcopado, el informe señaló: «Algunos obispos afirman que el MP Summorum Pontificum ha fracasado en su objetivo de promover la reconciliación y, por lo tanto, solicitan su supresión, ya sea porque la reconciliación interna dentro de la Iglesia aún no se ha logrado plenamente, o porque la Fraternidad Sacerdotal San Pío X no ha vuelto a la plena comunión con la Iglesia». En respuesta, los autores observan que el proceso de reconciliación en la Iglesia es a menudo «lento y gradual», y recuerdan, como hizo el mismo Benedicto XVI, que Summorum Pontificum no estaba destinado a la FSSPX.

Además, señaló el informe, algunos obispos temen una «división en dos Iglesias» y creen que los grupos vinculados a la Forma Extraordinaria «rechazan» el Concilio Vaticano II. El informe reconoce que este último punto es «parcialmente cierto», pero dice que «no se puede generalizar». También en este caso, añade, «la solicitud pastoral del obispo ha sido decisiva para calmar los ánimos agitados y clarificar el pensamiento de algunos miembros de los grupos estables».

Por último, el informe señala que «algunos obispos preferirían volver a la situación anterior del indulto para tener un mayor control y gestión de la situación».

2. La mayoría de los obispos que implementaron Summorum Pontificum expresaron su satisfacción con él.

Por el contrario, el informe encontró que «la mayoría de los obispos que respondieron al cuestionario, y que han implementado generosa e inteligentemente el MP Summorum Pontificum, finalmente expresan satisfacción con él». Añade que «en los lugares donde el clero ha cooperado estrechamente con el obispo, la situación se ha pacificado por completo».

Además, el informe constata que «los obispos más atentos a esta materia observan que la antigua forma de la liturgia es un tesoro de la Iglesia que hay que custodiar y conservar: constituye un bien encontrar la unidad con el pasado, saber avanzar por un camino de desarrollo y progreso coherentes, y encontrarse, en la medida de lo posible, las necesidades de estos fieles».

Según el informe: «La mayoría de los obispos que respondieron al cuestionario afirman que hacer cambios legislativos al MP Summorum Pontificum causaría más daño que bien».

Sobre la base de sus conclusiones, el informe predijo que «debilitar o suprimir el Summorum Pontificum dañaría gravemente la vida de la Iglesia, ya que recrearía las tensiones que el documento había ayudado a resolver».

Algunos obispos pensaron que un cambio legislativo a Summorum Pontificum «fomentaría la salida de los fieles decepcionados de la Iglesia hacia la Fraternidad San Pío X o hacia otros grupos cismáticos», fomentaría la desconfianza hacia Roma, daría lugar a «un resurgimiento de las guerras litúrgicas» e «incluso fomentaría el surgimiento de un nuevo cisma». Además, «deslegitimaría a dos Pontífices, Juan Pablo II y Benedicto XVI, que se habían comprometido a no abandonar a estos fieles».

3. Los obispos están agradecidos por la competencia de la Cuarta Sección de la CDF (la disuelta Comisión Pontificia Ecclesia Dei)

El informe subraya la importancia de que los grupos y comunidades estables tengan un «interlocutor competente» a nivel institucional, es decir, en la Santa Sede. El informe señala que una cuidadosa supervisión llevada a cabo por personas con experiencia y conocimientos ayuda a «prevenir formas arbitrarias de autogestión y anarquía dentro de los grupos, así como los abusos de poder por parte de algunos obispos locales».

Los obispos expresaron su «satisfacción y gratitud» a la Cuarta Sección de la CDF (y a la antigua PCED) por su trabajo.

4. Informar sobre la atracción confirmada de los jóvenes hacia la antigua forma de liturgia.

El informe de la CDF confirmó la intuición de Benedicto, expresada en Summorum Pontificum, de que los jóvenes encontrarían en la liturgia romana tradicional «una forma de encuentro con el misterio de la Sagrada Eucaristía particularmente adecuada para ellos». Señala:

«Una observación constante de los obispos es que son los jóvenes los que están descubriendo y eligiendo esta forma antigua de la liturgia. La mayoría de los grupos estables presentes en el mundo católico están compuestos por jóvenes, a menudo convertidos a la fe católica o que regresan después de un tiempo alejados de la Iglesia y de los sacramentos. Se sienten atraídos por la sacralidad, la seriedad y la solemnidad de la liturgia. Lo que más les impresiona, también en medio de una sociedad excesivamente ruidosa y verborrágica, es el redescubrimiento del silencio en las acciones sagradas, de las palabras sobrias y esenciales, de la predicación fiel a la doctrina de la Iglesia, de la belleza del canto litúrgico y de la dignidad de la celebración: un todo sin fisuras y profundamente atractivo».

5. El informe puso de relieve el crecimiento de las vocaciones en las comunidades ex-Ecclesia Dei desde Summorum Pontificum.

El informe de la CDF destacó el crecimiento de las vocaciones en las antiguas comunidades Ecclesia Dei desde la promulgación de Summorum Pontificum, pero señaló que algunos obispos diocesanos no están del todo satisfechos con esto. «Muchos jóvenes -decía- están optando por entrar en los institutos Ecclesia Dei para su formación sacerdotal o religiosa en lugar de en los seminarios diocesanos, para pesar manifiesto de algunos obispos…»

6. El informe recomendaba estudiar ambas formas de rito romano como parte de la formación en el seminario.

Por lo tanto, el informe sugiere, basándose en una idea propuesta por los obispos, que «las sesiones dedicadas al estudio de las dos formas del rito romano» se incorporen a la formación de los seminarios y otras facultades eclesiásticas, como medio para promover una mayor unidad y paz, aumentar las vocaciones diocesanas y preparar «sacerdotes convenientemente formados» para celebrar el rito romano.

7. El informe recomienda: «Que el pueblo sea libre de elegir».

Basándose en los resultados de la encuesta del episcopado, y citando a un obispo filipino, el informe de la CDF concluye recomendando: «Que el pueblo sea libre de elegir». Y recordando el papel insustituible, aunque a veces desafiante, del obispo ante Dios para apacentar el rebaño, el informe concluye con las palabras del Papa Benedicto XVI a los obispos de Francia en 2008 a propósito de Summorum Pontificum:

«Soy consciente de vuestras dificultades, pero no dudo de que, dentro de un plazo razonable, podréis encontrar soluciones satisfactorias para todos, no sea que la túnica sin costuras de Cristo se rasgue aún más. Todos tienen un lugar en la Iglesia. Todas las personas, sin excepción, deben poder sentirse como en casa, y nunca ser rechazadas. Dios, que ama a todos los hombres y no quiere que ninguno se pierda, nos confía esta misión nombrándonos pastores de sus ovejas. No podemos más que agradecerle el honor y la confianza que ha depositado en nosotros. Esforcémonos, pues, por ser siempre servidores de la unidad».

¿Guardianes de la tradición?

La evaluación general sale a la luz después de que la archidiócesis de Detroit (EE.UU.) se convirtiera en la última en sufrir una represión por parte del Dicasterio para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos (DDW) del Vaticano, el dicasterio encargado de hacer cumplir la Traditionis Custodes.

En abril, su recién nombrado arzobispo anunció que la misa tradicional en latín ya no estaría permitida en las iglesias parroquiales a partir del 1 de julio de 2025. Citando un rescripto del Vaticano de 2023 del prefecto de DDW, el cardenal Arthur Roche, el arzobispo informó a sus sacerdotes que los obispos locales ya no tienen la capacidad de permitir la forma antigua de la liturgia en una iglesia parroquial.

En su respuesta a la última pregunta de la encuesta vaticana de nueve puntos, que he obtenido, el ex arzobispo de Detroit, Allen Vigneron, resumió lo que —según el informe oficial— la mayoría de los obispos habían solicitado realmente.

La encuesta preguntó: «Trece años después del motu proprio Summorum Pontificum, ¿cuál es su consejo sobre la Forma Extraordinaria del Rito Romano?» El arzobispo Vigneron respondió:

«Mi consejo es mantener la disciplina y las normas establecidas en Summorum Pontificum, y tratar cualquier problema que surja llamando a los sacerdotes y a la gente a observarlas. El motu proprio nos ha dado un enfoque notablemente exitoso para resolver la disputa que existía en la Iglesia sobre el estatus de la Forma Extraordinaria. La disciplina que ha puesto en marcha está dando muy buenos frutos, especialmente en la vida de los fieles y en el restablecimiento de la paz eclesial. No hay duda en mi mente sobre la legitimidad de la Forma Extraordinaria como extraordinaria. Estas celebraciones ofrecen experiencias válidas de la sagrada liturgia de la Iglesia, pero complementan la Forma Ordinaria. Tales celebraciones no son de ninguna manera una amenaza para la Forma Ordinaria establecida después del Concilio, y en la Iglesia, la enriquecen en su diversidad. Desde mi punto de vista, Summorum Pontificum ha sido un éxito notable».

La justificación moral de la Traditionis Custodes siempre ha sido débil, dados los frutos positivos que han dado el rito romano tradicional, su creciente popularidad, especialmente entre los jóvenes, su influencia en la familia como «iglesia doméstica» y su capacidad para atraer vocaciones. Este nuevo descubrimiento de la evaluación general de la CDF sobre su consulta a los obispos sobre Summorum Pontificum sirve para arrojar más dudas sobre el fundamento y la credibilidad de Traditionis Custodes.

INFORMES para descarga en pdf:

Evaluación general de la CDF sobre la encuesta de 2020 a los obispos sobre la implementación de Summorum Pontificum – Inglés 177 KB – Archivo PDF

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https://dianemontagna.substack.com/…/9a37b1bb-b3e2-4d0d…

Evaluación general de la CDF sobre la Consulta Episcopal de 2020 sobre la aplicación del Summorum Pontificum – Inglés 161 KB – Archivo PDF

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https://dianemontagna.substack.com/…/79af796d-dd8e-42c5…

Colección de citas de la CDF Delegaciones de las respuestas de las diócesis – Inglés 100 KB – Archivo PDF

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https://dianemontagna.substack.com/…/7de5f3c7-8447-482c…

Antología de citas de las respuestas recibidas de las diócesis – Italiano

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https://dianemontagna.substack.com/…/09d0ba36-9585-41da…

Cuestionario CDF 2020 sobre la implementación del Summorum Pontificum

66,7 KB – Archivo PDF

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https://dianemontagna.substack.com/…/5e696304-14b1-4b22…

(Fuente: https://dianemontagna.substack.com/…/exclusive-official… )

UNA VOCE SEVILLA PARTICIPARÁ EN LA 5ª PEREGRINACIÓN TRADICIONAL A COVADONGA

El Capítulo Ntra. Sra. de la Antigua de Una Voce Sevilla participará por quinto año consecutivo en la Peregrinación tradicional Oviedo-Covadonga, organizada por la asociación Nuestra Señora de la Cristiandad – España durante los próximos días 26 al 28 de julio, y que en la pasada edición alcanzó el millar y medio de participantes.

Se trata de una peregrinación anual desde la Catedral de Oviedo al santuario de Nuestra Señora de Covadonga (Asturias) organizada por un grupo de fieles católicos laicos, principalmente jóvenes, devotos de la celebración de la Santa Misa según el rito Romano tradicional, a semejanza a la peregrinación internacional París-Chartres. Tiene lugar en el fin de semana más cercano a la festividad del apóstol Santiago, patrón de las Españas (25 de julio). La distancia total a recorrer a pie en los 3 días es de aproximadamente 100 km a través de idílicos paisajes asturianos.

Este año estará la Peregrinación cuenta con 27 capítulos procedentes de toda España y 11 del extranjero (Méjico, Francia (3), Países Bajos, Portugal, Reino Unido, Estados Unidos, Polonia, Italia, Escocia).

La participación en la peregrinación puede hacerse también en familia (con niños de todas las edades y un recorrido más corto) o como voluntario que presta determinados servicios antes, durante y después de la Peregrinación (Liturgia, cantos, sanitarios, transporte, montajes, cocina, avituallamiento…etc.). Para más información: Nuestra Señora de la Cristiandad | España (nscristiandad.es).

También es recomendable, si no se puede participar de las formas anteriormente citadas, asistir a la Misas tradicionales que en esos días se celebran al aire libre y al acto de culto en la Basílica de Covadonga a la llegada de la peregrinación.

En estos últimos cuatro años, ha sido muchas las personas, principalmente jóvenes, que sin pertenecer a la comunidad de Una Voce Sevilla y su Grupo Joven Sursum Corda, nos han acompañado en tan profunda vivencia espiritual y de hermandad en torno al apostolado de la Tradición Católica, que tan importante es para promover la Misa tradicional en España. Por eso, os animamos de nuevo a participar en la Peregrinación -en cualquiera de las formas- y, si lo deseas, a hacerlo en nuestro Capítulo de Ntra. Sra. de la Antigua. Para ello, debes inscribirte en la siguiente dirección web: Inscripción | Nuestra Señora de la Cristiandad (nscristiandad.es) 

Más información sobre el Capítulo de Una Voce Sevilla: asociacion@unavocesevilla.info

Recuerda que el 1º plazo de inscripción finaliza el próximo 30 de junio. Pasado este plazo y hasta el 15 de julio, el precio se incrementará un 50%.

¡Peregrina a Covadonga, la Santina te espera!

UNA VOCE SEVILLA

«POR LA VERDAD, LA JUSTICIA Y LA PAZ»: REFLEXIONES SOBRE EL FUTURO DE LA LITURGIA TRADICIONAL

Publicamos esta importante declaración de los organizadores de la peregrinación tradicional de Chartres (publicada en español por Infovaticana), que han estado bajo una fuerte presión de la jerarquía francesa para abandonar la orientación católica tradicional de la peregrinación, que acaba de completar su 43º edición. Esta declaración nos aportan unas importantes reflexiones sobre cual debe ser el futuro del rito Romano tradicional en la Iglesia católica.

Declaración de la Asociación Notre‑Dame de Chrétienté

Las cuestiones planteadas recientemente sobre el uso litúrgico del Vetus Ordo (o liturgia tradicional) durante la peregrinación de la cristiandad son una oportunidad para arrojar luz sobre la historia y el espíritu de nuestra peregrinación, y, más ampliamente, de nuestra familia espiritual vinculada a las «anteriores normas litúrgicas y disciplinarias de la tradición latina»¹.

Lamentamos que esta controversia se haya planteado pocos días antes de la peregrinación, con exigencias inéditas en un momento en que todos nuestros equipos se encuentran claramente en un periodo de intensa actividad con los preparativos finales de este gran evento espiritual. Pero, sobre todo, lamentamos que esto pueda oscurecer el mensaje esencial que busca transmitir la peregrinación a nuestros contemporáneos: este magnífico testimonio público de fe, gozoso y penitente, de una cristiandad sostenida por la esperanza del Reino de Cristo y deseosa de proclamar a Cristo en un mundo que se ha alejado de Él.

Lamentamos que no hayan prosperado propuestas de reunión planteadas hace meses. Esta falta de diálogo abierto y directo es preocupante. Nuevas restricciones —nunca antes impuestas desde el Motu Proprio Traditionis Custodes— se nos presentan ahora, sin esperar las directrices del nuevo pontificado sobre la delicada cuestión del lugar de la liturgia tridentina en la Iglesia, pues de eso se trata en realidad.

Quizás estemos, en efecto, ante un kairos, un momento especial que debemos aprovechar para superar disputas vanas y buscar juntos la paz que el Papa León XIV invocó el día de su elección, fruto del Espíritu Santo, que sabe superar los aparentes bloqueos:

«Sana nuestras heridas; renueva nuestra fuerza… Doblega el corazón y la voluntad obstinados… Guía los pasos extraviados» (Secuencia de Pentecostés).

Este es el sincero deseo expresado por la Asociación Notre-Dame de Chrétienté al desarrollar las siguientes reflexiones.

Un malentendido mediático

Una cierta simplificación mediática sugiere que todo se reduce a permitir o no que ciertos sacerdotes celebren el Novus Ordo para sus misas privadas durante la peregrinación. Pero ese no es el verdadero problema. Las cartas recibidas por la asociación son claras: se nos pide transformar a fondo el espíritu de nuestra peregrinación tradicional, haciendo del Novus Ordo la norma y del Vetus Ordo la excepción tolerada, sujeta a la autorización del obispo local o del Dicasterio para el Culto Divino.

Desde hace cuatro años, se exige este mismo cambio a toda nuestra familia espiritual, mal llamada «tradicionalista». Esta controversia, que podría parecer menor, debe comprenderse en el contexto de otros hechos que no hemos hecho públicos para no dificultar el diálogo con las autoridades jerárquicas.

Este año, para la peregrinación de Chartres, y para muchos peregrinos de diferentes regiones de Francia, se han multiplicado las restricciones al uso de la liturgia tridentina, con el fin de frenar el notable dinamismo de los apostolados que desean servir a la evangelización misionera de estas regiones. En algunas diócesis, el acceso a ciertos sacramentos según el rito antiguo está limitado o incluso prohibido.

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La amplitud de estas restricciones varía según la buena voluntad del obispo local, lo cual demuestra que es posible una interpretación tolerante del Traditionis Custodes. En otras diócesis, sin embargo, llueven decretos y prohibiciones, con una frialdad jurídico-canónica alejada del «cuidado pastoral y espiritual de los fieles» que evoca el mismo texto (art. 3 § 4).

Lo que se nos dice ahora, en efecto, es que la liturgia tridentina, en su unidad ritual, sacramental y espiritual, es un mal, una anomalía, de la que la Iglesia debe sanar y purificarse.¹

La fidelidad probada

«No se puede estar en comunión con la Iglesia si no se adopta el Novus Ordo, sea parcial o totalmente. Dura lex, sed lex. Obedezcan: la Iglesia ha hablado». Pero nosotros recordamos otra afirmación confiable de la Iglesia, que es además una promesa, en la cual nuestra familia espiritual ha depositado toda su confianza.

En 1988, cuando Mons. Lefebvre consagró cuatro obispos contra la voluntad de Roma, los organizadores laicos de la peregrinación de la cristiandad tomaron la dolorosa decisión de separarse de ese camino para permanecer en unidad visible con la Santa Sede. Fue en nombre de la unidad de la Iglesia —de la que hoy se nos acusa de atentar— que estos laicos y sacerdotes, profundamente apegados a la enseñanza tradicional de la fe, se dirigieron a San Juan Pablo II. Aquel día, el Santo Padre les dijo que su apego era “legítimo”; habló de la belleza y riqueza de ese tesoro de la Iglesia; y para honrar ese gesto filial, prometió garantizar y proteger, de forma amplia y generosa, las aspiraciones de los fieles apegados a las formas litúrgicas y disciplinares anteriores de la tradición latina, sin otra condición que el reconocimiento del Concilio Vaticano II y la validez del Novus Ordo

La Iglesia católica, teniendo en cuenta a las personas y su historia, nos dijo que al elegir la liturgia tridentina como camino auténtico de santificación, estábamos en comunión con la Iglesia. No podemos dudar de esta afirmación, cuyo valor permanece porque trasciende las circunstancias históricas dolorosas de 1988.

Incluso hoy, pese a numerosas injusticias, nuestra familia espiritual conserva una esperanza serena en las palabras de la Iglesia, de la que ha aprendido que, como cuestión de justicia natural, pacta sunt servanda (los pactos deben cumplirse). Se nos dice que hemos roto ese pacto endureciendo nuestras posiciones y rechazando manos tendidas. Pero desde 1988 no hemos cambiado nada en ese delicado equilibrio entre fidelidad a la Sede de Pedro y apego a la enseñanza tradicional de la Fe.

¿Qué es ese “apego”?

Poco se ha prestado atención a en qué consiste exactamente ese “apego” a la enseñanza tradicional de la Fe. Algunos lo minimizan, reduciéndolo a una sensibilidad, una categoría política, una nostalgia temerosa o un miedo a la modernidad. Otros lo exageran, acusándonos de hacer de la liturgia un fin en sí mismo.

Sin embargo, los peregrinos sabemos que el fin es el Cielo, que no debe confundirse con el camino que conduce a él, y que existen muchos caminos al santuario de la paz eterna. Creemos en la importancia y el valor intrínseco de las mediaciones en el orden de la salvación. Creemos en la libertad de los hijos de Dios para usar las riquezas que la Iglesia ha ofrecido durante 2000 años según sus necesidades y prudencia.

Para nuestra familia espiritual, la liturgia tradicional es el entorno sobrenatural para nuestro encuentro con Cristo. Sus palabras, sacramentos, Misa, oficios y catequesis han sido para muchos de nosotros la materia prima de nuestra fe, vehículo de la gracia, lengua materna para hablar con Dios y escucharlo.

Para otros, ha sido una causa providencial de conversión o renovación radical de la fe. Para muchos sacerdotes, esta liturgia se ha vuelto “visceral” en sentido bíblico, penetrando cada fibra de su ser sacerdotal. No es sentimentalismo estético, sino vida, aliento, expresión encarnada de la fe. Quienes creen que el cristianismo es religión de la Encarnación entienden que estas mediaciones no son accidentales ni intercambiables por decreto.

El peregrinaje, testimonio público

La peregrinación es un lugar dentro de la Iglesia donde laicos y sacerdotes experimentan esta atmósfera y lenguaje particular. Pero también es una magnífica oportunidad para que unos 19.000 peregrinos ofrezcan un testimonio radiante de la fe católica² y de su fervor espiritual, mediante procesiones, adoración, confesiones y Misas.

Es un espacio de fraternidad cristiana internacional, de vida en capítulos, encuentros, desapego, penitencia gozosa. Es donde se vive la cristiandad, convencidos de que es urgente promover la realeza social de Cristo sobre las sociedades temporales. Esta armonía no es un fin en sí misma, pero sus frutos espirituales lo demuestran.

Se nos recuerda que los laicos no tienen autoridad litúrgica, pero tienen derecho a fundar asociaciones, invitar y elegir temas para su apostolado: la renovación cristiana del orden temporal (*Apostolicam actuositatem*, 7). Citamos este texto del Vaticano II, que reconoce la autonomía del apostolado laico y sus opciones, protegiéndolo del clericalismo. No engañamos a nadie; sabemos que estas cuestiones no son universales. Pero la peregrinación de Chartres no es para todos los cristianos.

Nunca aspiramos a ser una respuesta universal. Estamos sorprendidos por su acogida. Afortunadamente, coexisten otras iniciativas eclesiales que complementan nuestra espiritualidad, con dinamismo misionero o caritativo.

Criando con otras expresiones de fe, pero sin diluir nuestras particularidades, porque la unidad del Verbo encarnado es demasiado rica para un solo lenguaje. Como dijo un teólogo ajeno a nuestra escuela: “Nada es más contrario a la verdadera unidad cristiana que la búsqueda de la unificación…”³

La libertad de una lengua espiritual

Esta expresión particular de la fe en Chartres está siendo asfixiada hoy por una violación de la conciencia. Sabemos el daño cuando se priva por la fuerza de la mediación connatural y sensorial. Eso ocurrió en 1969. Nada es más violento espiritualmente que decirnos que nuestro “lenguaje” solo puede hablarse en circunstancias excepcionales en el corazón de Chartres. O escucharlo sospechado de herejía, inválido, prohibido. Todo eso se nos ha dicho.

Pocos valoran el valor intrínseco de la liturgia tradicional y sus beneficios durante tres días. Nuestra especificidad es minimizada, incluso negada, considerada trivial o incidental, se nos presenta como una fijación generacional: “Los jóvenes no vienen por esto”.

Sin embargo, esto es lo que ofrecemos durante tres días desde hace 43 años, y no obligamos a nadie. Escuchar que una Misa según el Vetus Ordo puede ser sustituida por una Misa en latín ad orientem con incienso y canto gregoriano revela el desprecio hacia nuestra riqueza espiritual.

Se nos dice que la peregrinación será plenamente «de la Iglesia» cuando se abra al Novus Ordo. Lo recibimos con la misma violencia que una minoría a la que se le dice que solo será aceptada si renuncia a su cultura. Estamos convencidos de que la Iglesia puede proteger identidades minoritarias en nombre de la justicia natural y el respeto a las personas y culturas³.

No queremos cambiar la peregrinación, sino conservar su alma

Contrariamente a lo escrito, no imponemos restricciones litúrgicas en la peregrinación: ya hemos sufrido bastante. Pero queremos que siga siendo un lugar donde se ame y promueva la liturgia tradicional, especialmente por los organizadores y sacerdotes.

Este año, varios sacerdotes han manifestado su alegría por aprender esta liturgia para venir. Les pedimos:

  • Servir a todos los peregrinos, no solo a sus fieles.
  • Respetar el espíritu de estos tres días centrados en la Cristiandad y la liturgia tridentina.

Les solicitamos que se unan al espíritu de amor y celebración de estos tesoros espirituales, y no que intenten cambiar la peregrinación. Distinguiendo entre quienes rechazan estos principios —y no vienen por propia iniciativa— y aquellos que los aprecian pero aún no pueden celebrar el rito tridentino, por falta de tiempo o prohibición. Para estos últimos hemos ofrecido soluciones de hospitalidad litúrgica.

Tradición, Cristiandad, Misión

Si estamos apegados a los métodos tradicionales no es solo por apego emocional, sino porque reconocemos que la Iglesia atraviesa una grave crisis doctrinal y litúrgica. Esto plantea una dificultad: la existencia de comunidades tradicionales puede parecer un “reproche viviente” a otros métodos a los cuales se nos quiere asimilar.

Aclaramos: aceptamos plenamente el Concilio Vaticano II y el magisterio reciente. Lo estudiamos e interpretamos, según Benedicto XVI, a la luz de la Tradición, rechazando interpretaciones erróneas de pasajes conciliares ambiguos.⁴ No queremos ruptura entre Iglesia “pre” y “post” conciliar. Creemos en una Tradición viva y en el desarrollo orgánico del dogma, pero la Iglesia no puede alterar doctrina esencial en nombre del progreso.

Muchos peregrinos, incluso jóvenes, reconocen no haber recibido formación doctrinal, se sienten una generación sacrificada, con la fe oculta, y vienen en busca de respuestas claras. Este kairos requiere valorar y superar esta crisis de transmisión de la fe, porque la unidad de la Iglesia es primero unidad en la fe.⁴

Un rito no puede ser barrido por decreto

Litúrgicamente, reconocemos que la Misa de Pablo VI es plenamente válida y santificadora —como Carlo Acutis—. Sin embargo, siempre hemos expresado nuestras preocupaciones sobre el empobrecimiento expresivo de ciertas verdades en el Novus Ordo y sobre la reforma concebida más como construcción que desarrollo orgánico, según el cardenal Ratzinger.⁵

Desgraciadamente, en muchas celebraciones faltan los requisitos de la constitución Sacrosanctum Concilium, que sí se conservan en el rito antiguo. Como dijo Benedicto XVI, “la crisis actual de la Iglesia se debe en gran parte a la desintegración de la liturgia”. Esta es una razón principal para elegir y promover la liturgia tridentina en la peregrinación.

Una comunión viva y diacrónica

Muchos peregrinos participan de ambas formas del rito romano en sus parroquias y diócesis. Al mismo tiempo, otros manifiestan su dificultad espiritual con la nueva liturgia y la indignación ante abusos litúrgicos sin condena. Para un sector de cristianos, la nueva liturgia no es su lengua para hablar con Dios ni para escucharlo. Esto no cambiará con la fuerza.

¿Es una tragedia? No. La Iglesia cuenta con más de 20 ritos litúrgicos distintos, todos válidos para el encuentro con el Dios invisible. La unidad de la Iglesia nunca ha temido la diversidad.

Confiamos en la Iglesia

Iniciamos este nuevo capítulo con confianza en la bondad de nuestra Madre Iglesia y en la solicituid del Santo Padre. Creemos en el diálogo verdadero y respetuoso, que puede dar frutos. No queremos formar una Iglesia aparte. Solo pedimos servir a la Iglesia con nuestra identidad, apego y lengua materna.

Como decía el padre Coiffet en 1988: “No somos nosotros quienes salvaremos a la Iglesia; es la Iglesia la que nos salvará”. Con este espíritu acogimos el llamado del Papa León XIV a las Iglesias Orientales: “Conservad vuestras tradiciones sin diluirlas”.⁶

Quizá sea una vía para reconocer a nuestra familia espiritual un estatuto que desbloquee esta situación.

¿Y si la tradición fuera condición de comunión?

No se trata solo de proteger minorías por caridad. Planteamos esta pregunta:

¿Y si preservar la liturgia tradicional y proteger los lugares donde se aprecia fuera esencial, incluso indispensable, para la comunión de la Iglesia consigo misma?

Esta “comunión diacrónica” con el pasado fue central en el pensamiento de Benedicto XVI y quizá la razón teológica principal del Motu Proprio Summorum Pontificum.⁶

Hasta entonces, rezamos para que Nuestra Señora de la Buena Esperanza nos libre de la amargura y dureza de corazón, y nos mantenga en la alegría de servir a Cristo y su Iglesia. Las pruebas y contradicciones acompañan al peregrino; también la tentación de abandonar. Pero no queremos abandonar la única columna: la Iglesia que marcha hacia el Santuario deseado.

Nuestra reunión es única. A veces inquieta, habla un idioma peculiar y se expresa con voz fuerte, pero tiene su lugar en la inmensa peregrinación de la cristiandad. Quiere proclamar a Cristo con sus pilares: Tradición, Cristiandad, Misión. Para algunos, estos son su vínculo vital con Jesús. Por ellos pedimos que se cumpla la promesa de Juan Pablo II a nuestra familia espiritual. Y el día que dejemos de proclamar a Cristo para hablar de nosotros, se nos prohibirá: lo habremos merecido.

“Todos en la Iglesia deben conservar la unidad en lo esencial. Pero que todos, según sus dones, disfruten debida libertad, en sus formas de vida espiritual, diferentes ritos litúrgicos o elaboraciones teológicas. En todo prevalezca la caridad…” (Vaticano II, Unitatis Redintegratio 4, §7).

Asociación Notre-Dame de Chrétienté

7 de junio de 2025

(Original en francés)


[1]
 Juan Pablo II, Motu proprio Ecclesia Dei, 2 de junio de 1988.

[2] Juan Pablo II, Motu proprio Ecclesia Dei, 2 de junio de 1988 y Memorándum de entendimiento del 5 de mayo de 1988.

[3] Y. de MONTCHEUIL, « La liberté et la diversité dans l’unité », dansL’Église est une, Hommage à Moehler, éd.P. Chaillet, París, Bloud et Gay, 1939, p. 252.

[4] Como el Magisterio ha repetido en múltiples ocasiones: CIC 2105 sobre la libertad religiosa; nota de la CDF del 7 de julio de 2007 sobre la «subsistit in«; la declaración «Dominus Jesus» de la CDF del 6 de agosto de 2000 sobre la unicidad y la universalidad salvífica de Jesucristo y de la Iglesia.

[5] J. RATZINGER, Ma vie, Souvenirs 1927-1977, París, Fayard, 1997, p.134-135.

[6] J. RATZINGER, Discurso al final de las conferencias litúrgicas de Fontgombault (22-24 de julio de 2001), publicado en Une histoire de la Messe, por un monje de Fontgombault, La Nef, 2003: «Para subrayar que no ha habido una ruptura fundamental, que la continuidad y la identidad de la Iglesia permanecen intactas, creo que es esencial mantener la posibilidad de celebrar según el antiguo Misal como signo de la identidad perdurable de la Iglesia. Esta es la razón fundamental para mí: lo que hasta 1969 era la liturgia de la Iglesia, lo más sagrado para todos nosotros, no puede convertirse después de 1969 – con un positivismo increíble – en la cosa más inaceptable […]. No cabe duda de que un rito venerable como el rito romano vigente hasta 1969 es un rito de la Iglesia, un tesoro de la Iglesia y, por tanto, debe ser conservado en la Iglesia».

VÍDEOS: LA MISA TRADICIONAL EN LA PEREGRINACIÓN PARÍS – CHARTRES 2025

Entre el sábado 7 y el lunes 9 de junio de 2025, tuvo lugar la 43.ª edición de la peregrinación tradicional de París a Chartres, organizada por la asociación Notre-Dame de Chrétienté. El evento congregó a 19 000 peregrinos, en su mayoría jóvenes, marcando un nuevo récord de participación.

La marcha comenzó en la iglesia de Saint-Sulpice, en París, y recorrió aproximadamente 100 kilómetros en tres días, hasta llegar a la catedral de Chartres el lunes por la tarde.

El recorrido se dividió en tres etapas: unos 40 km el sábado, otros 40 km el domingo, y cerca de 20 km el lunes. Cada noche se instalaron campamentos de gran extensión, de hasta 10 hectáreas, donde los participantes acampaban, recibían asistencia médica, comían y celebraban la liturgia.

Durante la peregrinación se celebraron 3 misas públicas según el rito Romano tradicional, y participaron más de 1 000 voluntarios, incluidos equipos médicos y miembros de la Orden de Malta. La peregrinación fue estructurada en “chapitres” o capítulos, agrupaciones temáticas o regionales, que marchaban con sus banderas y cantos propios.

El domingo se ofició una misa solemne, celebrada por Mons. Athanasius Schneider, obispo auxiliar de Astaná (Kazajistán), y transmitida por el canal de noticias francés CNews

El lunes la Santa Misa solemne fue presidida por el obispo de Chartres, Philippe Christory, quien anunció en su homlía que León XIV personalmente rezó por los Peregrinos de Chartres

A continuación, los vídeos de las Misas tradicionales celebradas durante la Peregrinación, retransmitidas en directo y publicadas por el canal de YouTube de la Organización: Notre-Dame de Chrétienté – Pèlerinage de Chartres

1º- SANTA MISA DE INICIO DE LA PEREGRINACIÓN EN LA IGLESIA DE ST. SULPICE DE PARÍS (SÁBADO 7 DE JUNIO)

2º- SANTA MISA SOLEMNE DE PENTECOSTÉS DURANTE LA PEREGRINACIÓN, CELEBRADA POR EL OBISPO SCHNEIDER (DOMINGO 8 JUNIO)

3º- SANTA MISA SOLEMNE DE CLAUSURA DE LA PEREGRINACIÓN Y PRESIDIDA POR EL OBISPO DE CHARTRES (LUNES 9 DE JUNIO)

LAS OPCIONES QUE LEON XIV DISPONDRÍA PARA LIBERALIZAR LA MISA TRADICIONAL

Extraemos de un artículo publicado recientemente por el vaticanista Edward Pentin, una serie de opciones que estarían disponibles para el nuevo Papa León XIV, quien en aras de lo afirmado en su discurso del balcón de la logia vaticana el pasado 8 de mayo de 2025, día de su elección, de tender puentes y sanar las divisiones existentes actualmente en la Iglesia, podría levantar las restricciones en relación con el rito Romano tradicional que estableció el motu proprio Traditionis Custodes de su antecesor.

¿Cuáles son entonces las opciones de que dispone el Santo Padre y cómo podría aplicarlas?

Según varios expertos en la materia consultados, todos coinciden en que el Papa debe tomar alguna medida y no dejar que la situación continúe como hasta ahora.

El escritor católico y experto en liturgia tradicional Peter Kwasniewski afirmó que, aunque no es bueno para la estabilidad de la Iglesia que haya «vaivenes continuos de un papado a otro», cree que el Papa León no tiene más opción que «revocar abiertamente» Traditionis Custodes.

Aseguró que suavizar su aplicación sin rectificar sus postulados «no hará desaparecer las falsedades subyacentes del documento», sino que más bien enviaría un «mensaje sutil de que ‘todo vale’». Propuso que, si el Papa León quisiera «salvar las apariencias», podría emitir otro documento que clarificara o ajustara Traditionis Custodes, en el que «devolviera esencialmente a los obispos su autoridad para aprobar la misa tradicional en latín y elogiara sus beneficios para los fieles que la aman por las razones correctas».

Otra opción, señaló, sería declarar: «Los últimos cuatro años han puesto de manifiesto las dificultades y sufrimientos ocasionados por la política de mi predecesor, y consideramos oportuno restaurar la política del Summorum Pontificum de Benedicto XVI».

La escritora católica y colaboradora del Register Amy Welborn también apoyó un posible retorno al Summorum Pontificum, diciendo que, aunque «no era perfecto», parecía estar funcionando. El Papa, sugirió, podría ofrecer «una declaración sencilla» diciendo que, en el contexto actual y teniendo en cuenta «las necesidades del momento», Traditionis Custodes ya no es útil, y que volver al Summorum Pontificum «sería un buen comienzo».

En línea con el enfoque misionero del Papa León y de la Iglesia, Welborn también cree que podría recordarse la convicción de Benedicto XVI, expresada claramente en su carta que acompañaba al Summorum Pontificum, de que «ambas formas son válidas». Podría hacer un llamamiento a la «caridad más profunda, quizá incluso sacrificial, por parte de laicos y clérigos para vivir esto en la vida eclesial, y que, sea cual sea la forma –y sea cual sea el rito, latino u oriental–, los católicos se nutran con alegría de Cristo en el don de la Eucaristía y se vean fortalecidos para salir al mundo, tan necesitado del amor de Cristo».

Una alternativa a volver al Summorum Pontificum podría ser una interpretación y aplicación vinculante de Traditionis Custodes, dijo Joseph Shaw, presidente de la Latin Mass Society del Reino Unido, quien aboga por un «documento breve» que devuelva la toma de decisiones a los obispos y permita a todos los sacerdotes celebrar la antigua misa en todas las iglesias.

Cree que eso «rebajaría mucho la tensión» y permitiría adaptarse a las condiciones locales, aunque reconoció que algunos obispos sentirían presión, ya fuera para permitirla o para prohibirla, por parte de ciertos fieles.

Otros prevén un posible distanciamiento gradual del tratamiento que dio Francisco a la antigua liturgia. Stuart Chessman, experto estadounidense en la misa tradicional, no prevé que la paz vuelva a la Iglesia «en un futuro cercano», pero se pregunta si esta «guerra de aniquilación contra el tradicionalismo», que considera en realidad una guerra contra su «propio patrimonio», puede «sostenerse a largo plazo».

Gestos y señales

Otras opciones mencionadas al Register para promover la unidad y sanar las divisiones provocadas por Traditionis Custodes incluyen que el Papa León realice gestos y señales más que emitir documentos o pronunciamientos. Estos podrían mostrar o dar a entender que es partidario de poner fin a lo que muchos consideran una «persecución» de la misa tradicional y adoptar en su lugar una actitud de paz, destacando la necesidad de reverencia y oponiéndose al vaciamiento de las tradiciones.

Esto podría incluir, según Shaw, permitir la TLM en la basílica superior de San Pedro o conceder su bendición apostólica a la popular peregrinación tradicional de Chartres, en Francia, programada del 7 al 9 de junio. Por segundo año consecutivo, esta peregrinación, muy valorada por los jóvenes fieles, ha sido desbordada por la participación y ha experimentado un crecimiento exponencial, lo que obligó a suspender temporalmente las inscripciones. La peregrinación ha sido objeto de oposición por parte de algunos miembros de la jerarquía debido a su creciente popularidad.

Otras sugerencias apuntan a que el Papa podría al menos insinuar su oposición, o incluso detener directamente las muy criticadas restricciones impuestas por el obispo Martin, que limitarían la TLM a una sola capilla a partir del 3 de octubre.

El Papa también podría optar por publicar los resultados de la consulta mundial a los obispos que dio lugar a Traditionis Custodes. El Vaticano afirmó que los resultados recopilados por la entonces Congregación para la Doctrina de la Fe mostraban que la TLM era divisiva, pero fuentes internas y análisis independientes revelaron que los resultados no respaldaban de forma uniforme esa narrativa. Kwasniewski acogió con agrado la posibilidad de su publicación, afirmando que «sería motivo de alegría ver algo de esa ‘transparencia’ tantas veces prometida y pocas veces cumplida». Shaw fue más cauto, preocupado de que «podría reabrir viejas heridas».

En general, Kwasniewski es escéptico sobre la posibilidad de lograr unidad, dada, según él, «la profundidad del odio hacia la tradición» que existe entre «cierta generación y cierto tipo de progresista». Cree, no obstante, que lo que sí es posible es que León, a imitación de san Agustín, invoque el principio de «pluralismo armónico», reconociendo que «muchas buenas costumbres pueden florecer, según las necesidades diversas de los fieles».

Añadió: «Podría decir que la unidad no es uniformidad y que, por tanto, no hay problema alguno en que existan más de una forma del rito romano, del mismo modo que ya existe el uso zaireño o el rito del Ordinariato».

El comentarista católico tradicionalista estadounidense Michael Matt confía en que el Papa León comprenda que «lejos de ser un factor de desunión en la vida de la Iglesia, la misa en latín ha sido un poderoso elemento unificador». En declaraciones al Register el 1 de junio, Matt reconoció que algunos católicos tradicionalistas rechazan el Vaticano II y creen que la nueva misa es inválida, pero afirmó que estos «ya viven fuera de las estructuras diocesanas de la Iglesia y, por tanto, ni siquiera tienen la oportunidad de sembrar discordia a través de la misa en latín».

«Creo que, como sacerdote misionero, nuestro Santo Padre comprenderá la necesidad de escuchar a los tradicionalistas cuando le dicen que no rechazamos el Vaticano II ni creemos que la nueva misa sea inválida», dijo Matt, que dirige el periódico católico tradicional The Remnant. «Lo único que queremos es adorar a Dios conforme al bello patrimonio litúrgico que Su Santidad el Papa Benedicto XVI nos aseguró que era nuestro y que no debía arrebatársenos».

Algunos han señalado signos de que el Santo Padre es sensible a la tradición: se refiere a los Padres de la Iglesia, eligió el nombre de León, ha recuperado atuendos papales tradicionales que Francisco había descartado, domina el latín y ha hablado en favor del misterio, en lugar del espectáculo, en la liturgia –misterio que, en uno de sus primeros discursos, dijo que «sigue vivo» en las liturgias de las Iglesias orientales–. En un mensaje a los obispos franceses por la conmemoración de tres santos del país, pidió que las celebraciones «no evoquen simplemente una nostalgia por un pasado que podría parecer superado, sino que despierten esperanza e impulsen un nuevo dinamismo misionero».

El Papa León parece plenamente consciente de las «guerras litúrgicas» como parte de las divisiones y el sufrimiento actuales en la Iglesia. El 31 de mayo, durante una misa de ordenación celebrada en la Basílica de San Pedro, habló a los sacerdotes sobre la necesidad de «reconstruir la credibilidad de una Iglesia herida».

«No podemos condenar ni prohibir absolutamente el derecho legítimo y la forma de la liturgia latina», declaró el cardenal Müller a la agencia Associated Press el 13 de mayo. «Por su carácter, creo que [León] es capaz de dialogar con la gente y de encontrar una solución muy buena que sea beneficiosa para todos».

Edward Pentin

Publicado originalmente en el National Catholic Register y traducido al español por Infocatólica

Papa León XIV