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AVISO URGENTE: SUSPENSIÓN MISA TRADICIONAL ORGANIZADA POR UNA VOCE SEVILLA

Lamentamos informarles que por decisión del Delegado Episcopal, don Pablo Díez Herrera, avalada por el Sr. Arzobispo de Sevilla, don Juan José Asenjo Pelegrina, SE HA SUSPENDIDO la Misa tradicional dominical organizada por la Asociación Una Voce Sevilla y su Comunidad de fieles en el Oratorio Escuela de Cristo, sito en el Barrio de Santa Cruz de Sevilla.

Previamente a tal decisión, y debido al escaso aforo permitido para la celebración de la Santa Misa en dicho Oratorio (15 personas), que haría realmente difícil garantizar el derecho de los fieles a asistir a Misa tradicional y el cumplimiento estricto de las medidas de protección y seguridad establecidas por las autoridades eclesiásticas y sanitarias, Una Voce Sevilla ha pedido encarecidamente una solución al Arzobispo de Sevilla, y al Párroco de Santa Cruz, don Eduardo Martin Clemens, que tenga a bien facilitar la celebración de la Santa Misa de forma provisional en el templo parroquial del que dispone, situado a escasos 20 m. del Oratorio, y que cuenta con un aforo de 70 personas. Siendo negativas ambas respuestas, si bien el Prelado nos ha manifestado su esperanza de una pronta solución y la designación de un nuevo templo en el centro de la Ciudad con aforo suficiente para Una Voce Sevilla y la Comunidad de fieles de la Misa tradicional.

Provisionalmente, y a iniciativa propia, don Pablo Díez Herrera organizará y celebrará Misa tradicional en su Parroquia de San Luis y San Fernando de Sevilla (Barrio de Rochelambert), los Domingos a las 11:00 h.

Consecuentemente a lo anterior, se suspenden hasta próximo aviso también las Misa en streaming que se venían retransmitiendo a través de nuestro canal de YouTube desde el Oratorio Escuela de Cristo.

Sentimos las molestias que esta decisión les pueda ocasionar, que es ajena totalmente a nuestra voluntad.

UNA VOCE SEVILLA





AVISO IMPORTANTE: CAMBIO PROVISIONAL HORARIO MISA TRADICIONAL-GREGORIANA EN SEVILLA

Informamos a nuestros lectores, que, de forma provisional, y al menos hasta primeros de octubre -fecha prevista para la finalización de las obras que se están realizando en la Parroquia de Santa Cruz y que conllevan el traslado de sus cultos al Oratorio Escuela de Cristo-, la Santa Misa según el rito romano tradicional que organiza nuestra Asociación, a partir del próximo domingo 26 de agosto y hasta nuevo aviso, se celebrará en dicho Oratorio a las 11 de la mañana todos los domingos y días de precepto no laborales.

Se ruega difusión de este aviso.

UNA VOCE SEVILLA

 

 

 

CRÓNICA MISA PRELATICIA TRADICIONAL MONS. SCHNEIDER EN SEVILLA

Más de dos centenares de fieles -destacando jóvenes y familias numerosas -, algunos venidos de distintos puntos de España y Portugal- se dieron cita el pasado Domingo 11 de diciembre, III de Adviento o Gaudete, en la Iglesia Parroquial de Santa Cruz (Sevilla), para participar en la celebración de la Misa prelaticia tradicional oficiada por Monseñor Athanasius Schneider, obispo auxiliar de Astaná (Kazajistán), y que contó con el beneplácito del Sr. Arzobispo de Sevilla. La Santa Misa se celebró en el altar mayor de la Parroquia, ante el Santísimo Cristo de las Misericordias, imagen titular de la Hermandad de Santa Cruz.

 

Cabe destacar que, tras más de cuarenta años, un prelado ha vuelto a celebrar en la sede de San Isidoro la Santa Misa según se vino haciendo durante muchos siglos en la Iglesia Católica. Rito de la Misa cuyo uso volvió a normalizarse tras la promulgación del Motu Proprio Summorum Pontificum de Benedicto XVI en dos mil siete.

 

La Santa Misa prelaticia, organizada por la Asociación Una Voce Sevilla con ocasión de la visita a la capital hispalense de este obispo de Asia que promueve la liturgia tradicional, fue servida en el altar por el capellán de nuestra Asociación, el Rvdo. P. Pablo Díez Herrera, y por el Rvdo. P. Fernando Reyes Rico, Párroco de Alcalá del Río (Sevilla), junto a miembros de la Escuela de Acólitos Servite Domine de esta Asociación.

 

Los motetes gregorianos correspondientes al tiempo litúrgico que se cantaron y el acompañamiento musical corrieron a cargo de la excelente organista Dña. Sonia Vázquez, venida para la ocasión desde Galicia, y la Schola Gregoriana Laudate Dominum perteneciente a Una Voce Sevilla.

 

El prelado oficiante en su bella y profunda homilía titulada “La Santa Misa, divino tesoro” recordó a los presentes que en esos momentos iban a participar “en la obra más santa, grandiosa, maravillosa y divina de toda la creación y en toda la eternidad: el Santo Sacrificio de la Misa, en sustancia el Santo Sacrificio del Gólgota”.

 

PARA LEER LA HOMILÍA PINCHE AQUÍ.

 

Es de destacar la devoción, piedad y recogimiento de los fieles participantes que llenaron el templo para la ocasión, lo que confirma -una vez más- que la Misa tradicional es un tesoro espiritual de la Iglesia, y una realidad eclesial cada vez más consolidada y extendida, que ofrece desde hace casi una década años en esta Archidiócesis frutos espirituales y pastorales a tener en cuenta.

 

Al finalizar la Santa Misa, y tras ser saludado por el Párroco de Santa Cruz en la sacristía, Monseñor Schneider fue acompañado por los presbíteros, acólitos y monaguillos -participantes en el servicio del altar-, junto a un nutrido grupo de miembros de nuestra Asociación, a rezar al Oratorio de la Escuela de Cristo, templo habitual de la celebración dominical de la Misa tradicional en Sevilla. Asimismo, es este lugar, el Presidente de la Asociación agradeció al prelado oficiante su visita a la capital hispalense y la confianza puesta en la Asociación que preside para organizar la Misa prelaticia ya celebrada. A continuación, Mons. Schneider dirigió unas palabras de agradecimiento a los allí congregados por el apostolado realizado hasta el momento en la promoción de la liturgia tradicional en la Archidiócesis, y les animó a continuar en esta tarea por ser un bien para la Iglesia en la actualidad.

 

Pueden ver un VIDEO RESUMEN DE LA SANTA MISA PINCHANDO AQUÍ.

 

Finalmente, la Asociación Una Voce Sevilla quiere hacer público un sincero agradecimiento a nuestros prelados, por haber designado el templo adecuado para la celebración de la Santa Misa, así como a nuestro Capellán, por su buen hacer en la preparación y desarrollo de ésta; asimismo, al Párroco de Santa Cruz, por el gesto de acogida fraternal, junto a algunos miembros de la Parroquia, facilitando todo lo necesario para el buen desarrollo de la función litúrgica; y a aquellos miembros de la Asociación Una Voce Sevilla y fieles que con su esfuerzo y colaboración han hecho posible este memorable evento.

 

Deo gratias.

UNA VOCE SEVILLA

 

Athanasius Schneider: «La más profunda de las lecciones que he aprendido de la celebración de la tradicional forma de decir la Misa es esto: Yo solo soy sólo un pobre instrumento de lo sobrenatural, y de una elevada acción sagrada, cuyo celebrante principal es Cristo, Sumo y Eterno Sacerdote. Siento que durante la celebración de la Misa, pierdo, en cierto sentido, mi libertad individual, por las palabras y los gestos que son prescritos incluso en sus detalles más pequeños, y no soy capaz de deshacerme de ellos. En mi corazón siento profundamente que sólo soy un siervo y un ministro, que aunque con libre albedrío en la fe y en el amor, no se cumple mi voluntad, sino la voluntad de Otro».

 

 

FOTOGRAFÍAS MISA PRELATICIA TRADICIONAL OBISPO SCHNEIDER PARROQUIA DE SANTA CRUZ (SEVILLA)

Les ofrcemos las fotografías oficiales de la Misa prelaticia tradicional que ofició el pasado Domingo 11 de diciembre, III de Adviento o Gaudete, monseñor Athanasius Schneider, Obispo auxiliar de Astaná (Kazajistán), en la Iglesia parroquial de Santa Cruz de Sevilla, y organizada por Una Voce Sevilla.

 

Agradecemos a su autor, D. Antonio Varo, estas bellísimas imágenes de la Santa Misa.

 

UNA VOCE SEVILLA

VIDEO: MISA PRELATICIA TRADICIONAL OBISPO SCHNEIDER EN PARROQUIA DE SANTA CRUZ (SEVILLA)

HOMILIA OBISPO SCHNEIDER EN SEVILLA: LA SANTA MISA, NUESTRO DIVINO TESORO

Nos complace ofrecerles el texto íntegro de la bellísima y profunda homilía que pronunció Monseñor Athanasius Schneider, obispo auxiliar de Astaná (Kazajistán), ante más de dos centenares de fieles, durante la Misa prelaticia tradicional o en su Forma Extraordinaria que ofició el pasado Domingo 11 de Diciembre, III de Adviento o Gaudete, en la Iglesia parroquial de Santa Cruz de Sevilla (España), y fue organizada por la Asociación Una Voce Sevilla.

 

La Santa Misa: nuestro divino tesoro

Queridos hermanos en Cristo: En estos momentos participamos en la obra más santa, grandiosa, maravillosa y divina de toda la creación y en toda la eternidad: el Santo Sacrificio de la Misa. En sustancia, la Santa Misa es lo mismo que el Santo Sacrificio del Gólgota.

El célebre arzobispo Fulton Sheen dijo de la Santa Misa: «Hay ciertas cosas en la vida que son demasiado bellas para olvidarse. Tal el amor de una madre. Por eso guardamos su fotografía como un tesoro. El amor de los soldados, que se sacrificaron por su patria, es igualmente demasiado hermoso para ser olvidado. Y por eso reverenciamos su recuerdo en el Día de los Caídos. Pero la más grande bendición que jamás descendió a este mundo fue la visita del Hijo de Dios en forma y en hábito de hombre. Su vida, sobre todas las vidas, es demasiado bella para olvidarse; y por eso guardamos como un tesoro la divinidad de sus Palabras en la Sagrada Escritura y la caridad de sus obras en nuestras acciones diarias. Desgraciadamente, esto es todo lo que algunas almas recuerdan: concretamente sus Palabras y sus Obras; y sin embargo, siendo tan importantes, no son la mayor característica del Salvador Divino. El acto más sublime de la historia de Cristo fue su muerte. […] Él mismo nos dijo que había venido al mundo «a dar su vida para la redención de muchos». […] Si, pues, la muerte fue el momento supremo por el que vivió Cristo, eso fue precisamente lo único de lo que Él mostró deseo de que lo recordásemos. No pidió que se consignasen por escrito sus Palabras en la Escritura; no pidió que se recordase en la historia su bondad para con los pobres; pero sí pidió que los hombres recordasen su muerte. Y para que su recuerdo no fuese una narración arbitraria por parte de los hombres, Él mismo instituyó el modo concreto como había de ser conmemorada

Citemos una vez más a monseñor Fulton Sheen: «Por eso la Misa es para nosotros el acto cumbre del culto cristiano. El púlpito, en el cual se repite la palabra de Nuestro Señor, no nos une con Él; el coro, en que resuenan suaves melodías, no nos aproxima más a su cruz que a sus vestiduras. Un templo sin el altar del sacrificio no existe entre los pueblos primitivos y no tiene sentido entre los cristianos. Y así, en la Iglesia Católica el altar, y no el púlpito, o el coro, o el órgano, es el centro del culto; porque en él se celebra el memorial de su Pasión. […] La misa es por esta razón el más grande acontecimiento de la humanidad, el único Acto Santo que aparta la ira de Dios de un mundo pecador, porque levanta la cruz entre el Cielo y la Tierra, renovando así el momento decisivo en que nuestra triste y trágica humanidad pasó de repente a la plenitud de la vida sobrenatural

Si reconocemos y creemos verdaderamente todo lo que es cada Santa Misa, cada detalle del ritual de la Misa, cada palabra, cada gesto es importante, hondamente espiritual y lleno de sentido. Ya desde el momento en que entramos en una iglesia para participar de la Santa Misa, tenemos que tratar de elevar la mente y el corazón al Gólgota y a la liturgia celestial. El beato cardenal John Henry Newman escribió: «Sólo la Iglesia Católica es bella. Entenderíais lo que digo si vierais una catedral o una iglesia en alguna de nuestras grandes ciudades. El celebrante, el diácono y el subdiácono, los acólitos con cirios, el incienso, los cantos, todo apuntando a un mismo fin, a un solo acto de culto. Notas que realmente estás adorando; todos tus sentidos, ojos, oídos, el olor, todo te dice que se está llevando a cabo un acto de culto» (en palabras de White en la novela Perder y ganar, op. cit. p. 73).

San Juan María Vianney explicó la grandeza de la Santa Misa con estas palabras tan sencillas impregnadas de una fe muy profunda: «Todas las buenas obras juntas no son comparables al Sacrificio de la Misa, porque son obras de hombres, mientras que la Santa Misa es obra de Dios. El martirio no es nada en comparación, porque es el sacrificio en el que el hombre ofrenda su vida a Dios; pero la Misa es el sacrificio en el que ofrenda al hombre su Cuerpo y su Sangre. ¡Oh, qué grande es el sacerdote! Si se diese cuenta, moriría. Dios le obedece: pronuncia dos palabras, y Nuestro Señor baja del cielo al oír su voz y se encierra en una pequeña hostia. Dios mira el altar y dice: «Ahí esta mi Hijo amado en quien me complazco«. No puede rechazar nada ante los méritos de la ofrenda de semejante Víctima. Si alguien nos dijera: «A tal hora resucitará fulano», nos apresuraríamos a ir a verlo. ¿Y acaso la Consagración, que transforma el pan y el vino en el Cuerpo y la Sangre de Dios, no es un milagro mucho mayor que resucitar a un muerto? Si conociéramos el valor del Santo Sacrificio de la Misa, o mejor, su tuviéramos fe, deberíamos asistir a él con mucho más fervor».

Cada uno de los fieles, cuando se acerca al divino Cuerpo de Cristo en el momento de la Sagrada Comunión, no sólo debe manifestar al Señor la pureza interior del alma, sino también la adoración externa del cuerpo, y saludarlo de rodillas y con actitud de humildad y de infancia espiritual, abriendo la boca y dejando que Cristo, por la mano del sacerdote que actúa en su lugar, in persona Christi, le dé de comer. La verdadera grandeza se manifiesta al empequeñecerse . San Pedro Julián Eymard dijo: «¿No tendrá Jesucristo más derecho a nuestra adoración, puesto que mayores son sus sacrificios y más profundo su abatimiento? Para Él el honor solemne, la magnificencia, la riqueza y la belleza del culto católico. Dios fijó hasta los más menudos pormenores de culto mosaico, aunque no era más que una figura. Por el culto y el honor que se rinde a Jesucristo podemos conocer la fe de un pueblo. A Jesús Eucaristía todo honor; ¡es digno de él y le tiene perfecto derecho!» (Obras eucarísticas. La Presencia Real. Madrid 1963, pp. 135,136).

Queridos hermanos, recibamos al Señor de la Eucaristía con amor, con pureza de corazón, con actitud adorante, de rodillas y humildemente, abriendo la boca para recibir en la Sagrada Forma al Santísimo, al Rey del universo. Señor, cuando te tenemos en la Eucaristía, lo tenemos todo, y nada nos faltará. Amén.

+ Athanasius Scheneider (Obispo auxiliar de Astaná – Kazajistán)

 

SEVILLA: CAMBIO TEMPLO MISA PRELATICIA TRADICIONAL OBISPO SCHNEIDER

La ASOCIACIÓN UNA VOCE SEVILLA se complace en anunciarlesescudo-uvs-mediano que el Arzobispo de Sevilla, D. Juan José Asenjo Pelegrina, y su Obispo Auxiliar, D. Santiago Gómez Sierra, han acordado trasladar a la Parroquia de Santa Cruz de Sevilla la celebración de la Misa Prelaticia tradicional que oficiará el obispo Athanasius Schneider (obispo auxiliar de Kazajistán), prevista para el próximo Domingo 11 de diciembre, a las 12 de la mañana, con ocasión de su visita a nuestra Ciudad.

Agradecemos a nuestros prelados este gesto paternal con los fieles de la Misa según el Rito romano tradicional o Forma Extraordinaria, y en concreto con los miembros de la Asociación Una Voce Sevilla.

Como anteriormente habíamos informado, la organización de la Santa Misa correrá a cargo de nuestra Asociación.

Deo Gratias.

UNA VOCE SEVILLA

 

 

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