Con motivo de las Bodas de Oro de la fundación en Barcelona por el Padre Muñoz del Oasis madre, el Instituto de Jesús Sacerdote; tendrá lugar una magna celebración en su sede, Argentona (Barcelona), el próximo Domingo 17 de abril, a las 11 de la mañana, con una Misa prelaticia en Rito Romano tradicional de Acción de Gracias oficiada por Monseñor Guido Pozzo, presidente de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei.
«El Oasis de Jesús Sacerdote es un instituto religioso femenino de derecho pontificio (erigido en 2007 por S.S. Benedicto XVI) fundado por el Padre Pedro de la Inmaculada Muñoz en 1965 (Barcelona). Está adscrito a la Pontificia Comisión Ecclesia Dei como instituto contemplativo de clausura papal, que celebra según la forma extraordinaria del rito romano. El monasterio está en la localidad de Argentona (Archidiócesis de Barcelona).
El espíritu del Oasis está basado en el de San Francisco de Sales, otorgando mayor importancia a la práctica de las virtudes interiores, tales como la obediencia, el silencio, la humildad, pero sin descuidar el valor de la mortificación externa. Su espiritualidad se expresa en su propio nombre: Oasis, el que proviene de las iniciales de oración, amor, sumisión, inmolación y silencio.
Además de los tres votos clásicos (pobreza, castidad y obediencia), las monjas del Oasis profesan un cuarto voto «vocacionista». Éste consiste en que ofrecen sus vidas por los sacerdotes y almas consagradas, inmolándose a diario por su santificación.
Singular institución la del Oasis, digo, porque tiene al sacerdote como destinatario de sus desvelos. Y falta que le hace: tanto cuando la institución del sacerdocio goza de buena salud, que era lo perceptible en el momento en que empieza a gestarse el Oasis en 1960, como cuando está en una crisis evidente, que es la situación actual. No perdamos de vista que el Oasis de Jesús Sacerdote es concebido desde el primer momento como un apostolado en favor de los sacerdotes. La idea es absolutamente genial, porque la gran arma de ese apostolado no es otra que la oración. Pero en su forma más intensa: la que se produce en una comunidad que dentro de la más genuina tradición monástica de la Iglesia, afianza la dedicación exclusiva a la oración mediante la clausura.Pero no acaba aquí la genialidad de esta gran obra, porque se trata de una comunidad de mujeres, monjas de clausura, cuyo gran quehacer es el ars orandi et celebrandi, con una liturgia conventual genuina, que ya es muy difícil encontrar en todo el orbe católico. Las celebraciones conventuales son efectivamente en latín, y el canto es gregoriano. El afán de “modernidad” ha llevado en efecto a la inmensa mayoría de comunidades religiosas conventuales a arrinconar el latín y, por consiguiente el canto gregoriano, para apuntarse a las lenguas vernáculas con sus distintas fórmulas musicales.
Visita de S.E.R. el Cardenal Martínez Sistach (2007)
Es el caso que las monjas del Oasis no sólo rezan por los sacerdotes, sino que además les ofrecen a éstos un refugio de oración, un auténtico oasis, al que pueden acudir cada vez que, para descansar de la dura carga de la acción pastoral y para recargar las pilas, sienten la necesidad de inmersión profunda en la oración. Un auténtico oasis para los sacerdotes que frecuentan el monasterio para unirse al rezo que las monjas hacen por ellos. Es un culto despojado de particularismos y originalidades (tan frecuentes hoy), en que el sacerdote recibe un baño de catolicidad, es decir, de esa universalidad que es nota característica de la Iglesia. La única forma de culto en que les es más fácil a todos los católicos del mundo, sean cuales sean su lengua y su cultura, reconocer a la Iglesia como “una”. Mosén Muñoz, fundador del Oasis, fue uno de los 820 sacerdotes ordenados en el Congreso Eucarístico de Barcelona en 1952, en el estadio de Montjuich. Y le cupo en suerte ser ordenado por su obispo, monseñor Gregorio Modrego Casáus, de feliz recordación. Él fue quien en 1965 aprobó el Oasis de Jesús Sacerdote como Pía Unión diocesana. Es el año siguiente, 1966, cuando se crea la primera Comunidad del Oasis con 4 monjas, en una modesta casa del barrio de Horta. Ésa fue la casa cuna que, en 1971 se trasladó a otra casa algo mayor, al barrio contiguo del Guinardó.Siguió el largo peregrinar del Oasis, que en 1974 es acogido por el Carmelo de Tiana en el que estuvo hasta 1981, año en que se instalan en su actual ubicación en el término municipal de Dosrius, a tan sólo 30 kms de Barcelona. Allí crean el Monasterio de la Inmaculada, con espacio suficiente, apto para el desarrollo completo de las instalaciones monásticas.
Para el Oasis fue una fecha clave el 29 de junio de 2007, fecha en que Benedicto XVI aprobó las Constituciones del Oasis de Jesús Sacerdote, de vida contemplativa, con lo que la institución pasó a pertenecer a la Comisión Pontificia Ecclesia Dei. De esta manera, el Instituto Oasis de Jesús Sacerdote quedó constituido como monasterio sui iuris y adscrito a la forma ordinaria del rito romano.El Monasterio de la Inmaculada de Dosrius es una obra fecunda. En la actualidad cuenta con 25 religiosas, la gran mayoría muy jóvenes. Y no les faltan las vocaciones. Tanto que en 2013 fundaron una segunda casa, el Monasterio de San José, en Espiel (Córdoba), cuyo obispo, D. Demetrio Fernández, recibió al P. Muñoz y a las monjas con los brazos abiertos, y celebró con ellas, por adelantado, las Bodas de Oro del Oasis, oficiando una Misa tradicional de acción de gracias en éste Monasterio. Asimismo, la
Asociación Una Voce Sevilla ha tenido el honor de asistir junto a la Comunidad de religiosas que lo integran a la Santa Misa en dos ocasiones.
Es de destacar que Mn. Muñoz fue vicario de la parroquia de San Félix Africano, en la que coincidió con Mn. Mariné. Realmente Dios los crió, el Dr. Modrego los consagró y ellos se juntaron. Dos grandes amantes del sacerdocio, con una intensa acción pastoral en pro de los sacerdotes. Mossén Mariné trabajó incansable para fomentar las vocaciones al sacerdocio y la santidad del clero [nota de la Redacción: puede verse aquí un elogio fúnebre de este notable sacerdote catalán, fallecido en 2010]. Mossén Muñoz remó y sigue remando en la misma dirección, pero con un método distinto: dando preferencia a la oración contemplativa. Por eso funda el Oasis de Jesús Sacerdote, cuya finalidad es “alcanzar de Dios la santificación de los sacerdotes y almas consagradas”.
Fuente y Fotografías: Germinans Germinabit y Magnificat Una Voce Chile