PONENCIA: LOS ORÍGENES APOSTÓLICOS-PATRÍSTICOS DE LA «MISA TRIDENTINA»

VIDRIERA MISA TRADICIONALRecomendamos a nuestros lectores la interesante ponencia que ofreció sor Maria Francesca Perillo, de la rama femenina de los Franciscanos de la Inmaculada, sobre la Misa tradicional, en el Tercer Convenio Summorum Pontificum celebrado en Roma en 2011, y que a continuación transcribimos su introducción.

La Misa «Tridentina» no fue inventada por San Pío V ni por el Concilio de Trento, sino que se remonta a los tiempos apostólicos. La liturgia, de hecho, no es la expresión de un sentimiento de los fieles, sino que es «la» oración oficial de la Iglesia; es Dogma rezado. Contiene algo de eterno que no está construido por manos humanas. «Ecce ego sum ​​vobiscum», dice Cristo a su Iglesia (Mt 28,20).

Introducción

El término «Misa Tridentina» o «Misa de San Pío V» indica, por lo general, la celebración del rito de acuerdo con el llamado Vetus Ordo, es decir, anterior a la reforma litúrgica post-conciliar. Se trata de dos expresiones inadecuadas, ya que, si bien es cierto que el Papa San Pío V promulgó un Misal a continuación del Concilio de Trento, en realidad no hizo sino fijar y circunscribir cuidadosamente un ritual que ya estaba en uso en Roma desde hacía siglos. Su origen se remonta, en sus elementos esenciales, por lo menos a mil años antes, precisamente al Papa San Gregorio Magno. De este último pontífice resulta también el nombre, más correcto pero no exhaustivo, de rito gregoriano. No exhaustivo porque desde San Gregorio el Grande, como veremos, el rito se remonta a los tiempos apostólicos para finalmente enlazarse a la Última Cena y al Sacrificio cruento de Nuestro Señor Jesucristo, de los cuales cada Misa es representación constante e incruenta actualización.
Se ha observado con razón que la Misa (así como también el antiguo Breviario) no tiene autor, ya que de una gran parte de sus textos no puede decirse cuándo hayan tenido origen ni cuándo hayan encontrado una sistematización definitiva. Cada cual, por esto, «percibía que era algo eterno y no construido por manos humanas» [1] (M. Mosebach). Es cierto, en efecto, que el Misal Romano -como afirma el beato Ildefonso Schuster- representa en su conjunto «la obra más elevada e importante de la literatura eclesiástica, la que mejor refleja la vida de la Iglesia, el poema sagrado en el que han puesto mano cielo y tierra» [2].
«Nuestro Canon -afirma Adrien Fortescue- está intacto, como todo el esquema de la Misa. Nuestro Misal sigue siendo el de san Pío V. Tenemos que agradecer que su mandato haya sido muy escrupuloso en mantener o restaurar la antigua tradición romana. En esencia, el Misal de san Pío V es el Sacramentario Gregoriano, modelado en el libro gelasiano, que a su vez depende de la colección leonina. Encontramos las oraciones de nuestro Canon en el tratado De Sacramentis, y referencias al mismo Canon en el siglo IV. Así, nuestra Misa se ​​remonta, sin cambios esenciales, a la época en la que por primera vez se desarrolló a partir de la más antigua Liturgia […] A pesar de los problemas sin resolver, a pesar de los cambios sucesivos, no existe en la cristiandad otro rito tan venerable como el nuestro» [3].
Antes de profundizar en lo específico de la materia, nos parece oportuno recordar y reiterar algunos principios fundamentales de la sagrada Liturgia que parecen haber caído en el olvido con consecuencias lo bastante aberrantes como para reducir las sagradas Sinaxis a celebraciones «etsi Deus non daretur» [4]. Lo que significa de facto la muerte de la Liturgia.
El primer principio es que la Liturgia no es, nunca ha sido ni será nunca, la expresión del sentimiento del fiel hacia su Creador. Es más bien el cumplimiento por parte del fiel de un deber suyo para con Dios, que debe expresar de acuerdo con las mismas enseñanzas divinas. Es el llamado ius divinum, a saber, el derecho de Dios a ser adorado como Él ha establecido. La Liturgia no es cualquier oración que el fiel dirige espontáneamente a Dios, sino «la» oración oficial de la Iglesia: no hay en ella nada que inventar, ni que innovar, ni que adaptar. «La liturgia nunca es propiedad privada de nadie, ya sea del celebrante o de la comunidad» (Encíclica Ecclesia de Eucharistia, n. 52). No es «la expresión de la conciencia de una comunidad, por lo demás dispersa y cambiante» [5]. En virtud de esto, la Liturgia católica no es y no puede ser «creativa» [6]. No lo puede ser por la sencilla razón de que no es un producto humano, sino la obra de Dios, como lo ha subrayado en repetidas ocasiones el Santo Padre[7]. Es interesante observar en este sentido cómo ya en el siglo primero, la Liturgia – aunque todavía en un estado primitivo – tenía un orden propio que los cristianos consideraban remontable al mismo Cristo. Fortescue nota que, desde su creación, la oración de los primeros cristianos nunca consistió en reuniones organizadas para su propio solaz [8]. Lo demuestra con evidencia meridiana la primera carta de san Clemente a los Corintios, que dice lo siguiente: « 1. Debemos hacer con orden todo aquello que el Señor nos manda cumplir en los tiempos establecidos. 2. Él nos prescribió hacer las ofrendas y las liturgias, y no al azar o sin orden, sino en circunstancias y horas establecidas. 3. Él mismo, con su soberana voluntad, determina dónde y por quién quiere que se cumplan, para que todo lo que se hace santamente con su santa aprobación sea grato a su voluntad. 4. Los que hacen sus ofertas dentro de los tiempos establecidos son apreciados y amados. Siguen las leyes del Señor y no yerran. 5. Al sumo sacerdote le son conferidos oficios litúrgicos especiales, a los sacerdotes se les ha asignado una tarea específica y a los levitas les incumben sus propios servicios [Las Órdenes menores abolidas por Paulo VI, Ministeria quaedam]. El laico está ligado a los preceptos laicos» (Capítulo XL). Desde el primer siglo, por tanto, hay en el Culto Divino un orden bien establecido y una jerarquía que se consideran como provenientes del Señor.
En segundo lugar, la Liturgia está anclada en la Tradición, que es fuente de la revelación al par de la Sagrada Escritura. «La Liturgia -afirma el gran liturgista dom Guéranger- es la misma Tradición en su más alto grado de poder y solemnidad»; es «el pensamiento más santo de la sabiduría de la Iglesia por el hecho de ser ejercida por la Iglesia en unión directa con Dios en la confesión (de fe), en la oración y en la alabanza». La liturgia, en otras palabras, es el dogma rezado.
Los enemigos de la Iglesia conocen a fondo este principio. Ellos saben bien que el pueblo de Dios es instruido, en primer lugar, por y en las sagradas Sinaxis. Demolidas aquellas, se demuele la fe.
Con visión profética dom Guéranger había comprendido que el odio hacia la Liturgia católica es un denominador común de los diversos novatores que se sucedieron en el curso de los siglos, los cuales para atacar al Dogma católico empezaron su feroz obra de destrucción partiendo de la Liturgia. «El primer carácter de la herejía antilitúrgica -escribe- es el odio de la Tradición en las fórmulas del culto divino. No se puede negar la presencia de este específico carácter en todos los herejes, desde Vigilancio hasta Calvino, y la razón es fácil de explicar. Cada sectario que quiere introducir una nueva doctrina se encuentra necesariamente en presencia de la Liturgia, que es la tradición en su máxima potencia, y no podrá encontrar reposo mientras no haya silenciado esta voz, mientras no haya arrancado estas páginas que dan refugio a la fe de los siglos pasados. De hecho, ¿de qué manera se han establecido y mantenido en las masas el luteranismo, el calvinismo, el anglicanismo? Para lograr esto no se ha debido hacer otra cosa que sustituir nuevos libros y nuevas fórmulas a los libros y a las fórmulas antiguas, y así todo fue cumplido» [9].
La Tradición es anterior a la Sagrada Escritura y abarca un campo mucho más amplio. Se trata de una fuente de la Revelación que se distingue de las Sagradas Escrituras, fuente que merece la misma fe (así lo expresan el Concilio de Trento y el Concilio Vaticano I). San Vicente de Lerins (†ca 450) consideraba genuina tradición apostólica aquello que satisfacía contemporáneamente a las tres siguientes condiciones: quod semper, quod ab omnibus, quod ubique [10], es decir aquello que ha sido creído en todo momento, por todos los fieles y en todo lugar.
La tradición está presente en la Liturgia, que contiene las oraciones y los ritos del culto público y de los Sacramentos. No es por casualidad que ya en las primeras décadas del 400 se encontrara citada la máxima «legem credendi lex statuat supplicandi«, es decir, que la oración litúrgica (lex supplicandi) sea fuente (statuat) de cognición teológica (legem credendi).
Esta máxima milenaria -sobre la cual volveremos- indica la vital importancia y la enorme utilidad de mantener inalterada y en uso la Liturgia tradicional, y en particular la de la Santa Misa, para salvaguardar la Fe. También indica que (y sin ánimo de agraviar la creatividad de los sacerdotes y de los fieles) la creación de nuevas liturgias puede fácilmente corromper la Fe (y de hecho la corrompe) introduciendo ritos y oraciones carentes de aquel rigor teológico que garantiza una interpretación unívoca y ortodoxa.
En este sentido, el ostracismo al que se condena el Misal de san Pío V, síntesis y expresión de una tradición milenaria que se remonta -a través de varias etapas- a los tiempos apostólicos, constituye aún hoy un evidente signo de aquel odio a la Tradición que desde siempre ha caracterizado a la mente de lo novatores de todas las edades.

Fuente: Chiesa e post Concilio y traducción por Flavio Infante.

 

NOTAS
[Aludimos a las fuentes citadas por la propia autora, con los títulos y ediciones tal como aparecen consignados]
1. M. Mosebach, Eresia dell’informe. La Liturgia romana e il suo nemico, Siena 2009, p. 49.

2. I. Schuster, Liber Sacramentorum. Note storiche e liturgiche sul Messale Romano, vol. I, Torino-Roma 1929, p. 1.

3. A. Fortescue, The Mass. A study of the Roman Liturgy, London 1912, p. 213
4. El cardenal Ratzinger escribe que la Liturgia «a veces se concibe etsi Deus non daretur: como si en ella no importara más si Dios existe y si nos habla y nos escucha. Pero si en la Liturgia ya no aparece más la comunión de la fe, la unidad universal de la Iglesia y de su historia, el misterio de Cristo viviente, ¿dónde es que la Iglesia aparece todavía en su sustancia espiritual? Entonces la comunidad se celebra sólo a sí misma, sin que esto valga la pena. Y, dado que la propia comunidad no tiene subsistencia por sí misma sino que, en tanto unidad, tiene su origen por la fe de parte del mismo Señor, se hace inevitable en estas condiciones que se llegue a la disolución en partidos de todo tipo, a la contraposición de partidos en una Iglesia que se desgarra a sí misma» (J. Ratzinger, La mia vita, Cinisello Balsamo 1997, pp. 110-113).

5. J. Ratzinger, La teologia della Liturgia, Abbazia di Fontgombault, 22-24 luglio 2001.
6. Sobre las desviaciones de la «creatividad litúrgica», véase R. Amerio, Iota unum. Studio delle variazioni della Chiesa cattolica nel secolo XX, Milano-Napoli 1989, III ed., pp. 530ss.

7. En su correspondencia con el padre Matías Augé, que tuvo lugar entre noviembre de 1998 y febrero de 1999, el entonces cardenal Joseph Ratzinger presenta como una «amenaza» para la unidad del rito romano no el indulto (hoy podríamos decir el motu proprio que liberalizó el uso del antiguo misal), sino la «creatividad salvaje.» Escribía el cardenal: «esta unidad hoy no se ve amenazada por las pequeñas comunidades que hacen uso del indulto [diríamos del motu proprio] y se encuentran a menudo tratadas como leprosos, como personas que hacen algo indebido, incluso inmoral; no, la unidad del Rito Romano se encuentra amenazada por la creatividad salvaje, a menudo alentada por liturgistas … En esta situación, la presencia del Misal anterior puede convertirse en un dique contra las alteraciones de la Liturgia, por desgracia frecuentes, y ser así un apoyo de la reforma auténtica»Cf.http://blog.ilgiornale.it/tornielli/2010/10/01/ratzinger-la-lettera-sulla-creativita-selvaggia/.
8. A. Fortescue, op. cit., p. 12.
9. Dom P. Guéranger, Istitutiones liturgiques, Parigi 1878, pp. 388-407 (aquí p. 398).
10. Textualmente: magnopere curandum est ut id teneatur quod ubique, quod semper, quod ab omnibus creditum est. (PL CIT). Sobre el argumento, véase el recentísimo estudio de mons. Brunero Gherardini, Quaecumque dixero vobis. Parola di Dio e Tradizione a confronto con la storia e la teologia, Torino 2011, que dedica al Lerinense un entero parágrafo (pp. 88-99)

11. Aparte de los estudios que serán citados en el curso del presente trabajo señalamos los siguientes: Sacramentario Gelasiano, PL t. LV, LXXIV; Sacramentario Gregoriano, PL t. LXXXVIII; E. Caronti, Il Sacrificio Cristiano e la Liturgia della Messa, Torino 1922; Dom Botte, Le Canon de la messe romaine, Lovanio 1935; G. Vagaggini, La santa Messa, Roma 1945; J. Jungmann, Missarum solemmnia, 2 vols., Torino 1953; Roguet, La Messa, Alba 1954; T. Schnitzler, Meditazioni sulla Messa, vol. I: Canone e Consacrazione, Roma 1956; J. Jungmann, La santa Messa come offerta della comunità cristiana, Milano 1956; T. Schnitzler, Meditazioni sulla S. Messa, I y II vols., Roma 1960; A. Reid, The organic Development of the Liturgy, Farnborough 2004.

MONS. GUIDO POZZO: «LA LITURGIA ANTIGUA ES UNA REALIDAD VIVA DE LA IGLESIA»

Mons. Guido PozzoTranscribimos a continuación, un extracto en español,  publicado por el blog El Búho escrutador, de la homilía que Mons. Guido Pozzo, Secretario de la Comisión Ecclesia Dei, pronunció el pasado 23 de octubre en la iglesia de Santa María in Campitelli, con ocasión de la reciente peregrinación Summorum Pontificum a Roma.

“¿Dónde se puede por otra parte vivir, contemplar e interiorizar, de modo privilegiado y seguro, el encuentro con el misterio divino?

La grandeza de la liturgia no consiste en ofrecer una diversión espiritual, por muy grata que sea, sino en dejar que nos toque el misterio de Dios que se hace presente a nosotros, pues por nuestras solas fuerzas no conseguiríamos aproximarnos a él.

La celebración de la Santa Misa en el rito romano tradicional pone en evidencia elementos y aspectos indispensables para hacernos percibir la sacralidad del Rito, la presencia real de Cristo, el carácter sacrificial de la Misa que es, precisamente, el sacrificio de Cristo. Todo esto ayuda en la construcción del cuerpo de Cristo que es la Iglesia.

La liturgia antigua no es una reliquia del pasado sino una realidad viva de la Iglesia que contribuye a hacer actual el patrimonio de santidad y de oración que la Tradición nos transmite.

La celebración de la Santa Misa según la liturgia tradicional nos hace también tomar una mejor conciencia de que la razón de ser de la liturgia es la adoración del misterio de Dios, Padre, Hijo y Espíritu Santo. La grandeza de la liturgia y su fuerza residen en la educación de los creyentes a la adoración: solo en la adoración puede madurar la experiencia profunda de un verdadero encuentro con el Dios vivo. En el acto de adoración también madura la misión social de la eucaristía, que no solo estrecha las distancias entre Dios y nosotros, sino que tiende también a derribar las fronteras que nos separan unos de otros y que impiden la reconciliación fraterna y el buen entendimiento entre los hombres.

Durante vuestra peregrinación romana, ahora que está a punto de abrirse el año jubilar de la misericordia, proclamad en voz alta la profesión de nuestra fe católica. Creemos con una certeza firme que el Señor Jesús ha vencido el mal y la muerte. Firmes en esta segura confianza, nosotros nos confiamos a Él: Cristo presente en medio de nosotros vence la potencia del Maligno y la Iglesia, como comunidad visible de su misericordia, permanece como el signo de nuestra reconciliación definitiva con el Padre”.

Fuente: riposte-catholique. homelie-de-mgr-guido-pozzo

CÓRDOBA: MISA TRADICIONAL DIFUNTOS LUNES 02 NOVIEMBRE

Escudo Una Voce CórdobaLa asociación hermana Una Voce Córdoba nos informa de la celebración de la Santa Misa tradicional en dicha localidad el próximo lunes 02 de noviembre, con ocasión de la Conmemoración de los fieles difuntos.

La Santa Misa tendrá lugar (D.m.) a las 12’30 horas, en la iglesia de Sta. Ana, de MM. Carmelitas Descalzas, sita en calle Ángel de Saavedra.

El celebrante será Monseñor Mark Withoos, sacerdote australiano, con residencia en Roma, que se encuentra de visita en Córdoba en estos días.

Se ruega encarecidamente la asistencia.

Requiem aeternam dona eis, Domine, et lux perpetua luceat eis

 

ROMA: REPRESENTANTE DE UNA VOCE SEVILLA ELEGIDO SECRETARIO DE LA FEDERACIÓN INTERNACIONAL UNA VOCE

LOGO FIUVCon gran alegría comunicamos a nuestros amigos y lectores que nuestro asociado, D. Juan Manuel Rodríguez González-Cordero, miembro y partícipe de la fundación de la Asociación Una Voce Sevilla, durante la Asamblea General de la Federación Internacional Una Voce (FIUV), celebrada el pasado fin de semana en Roma, y en la que se encontraba representando a nuestra Asociación, ha sido elegido nuevo secretario por un periodo de dos años. Como presidente ha sido nombrado D. Felipe Alanís Suáres (Una Voce México), vicepresidente D. M.Patrick Banken (Una Voce Francia), y tesorero Dña. Monika Rheinschmitt (Pro Missa Tridentina-Alemania). Nuestra más sincera enhorabuena a todos ellos, con el deseo que el Señor y su Madre Santísima les colmen de bendiciones en tan noble y ardua tarea de promover y defender la Misa tradicional en todo el orbe católico.

Se da la circunstancia que hasta el momento, en sus más de 50 años de historia, la FIUV no había tenido un presidente de lengua hispana. Señal inequívoca del avance y arraigo que está experimentando en estos últimos años la liturgia tradicional en los paises hermanos que componen Hispanoamérica.

También nos complace informarles que la Asociación Una Voce Sevilla, a través de su representante en dicha Asamblea General, elevó la propuesta a la Asamblea de consagrar la FIUV a la Inmaculada Concepción. Propuesta que fue acogida con gran gozo por los delegados de las Asociaciones Una Voce presentes y cuyo acto de consagración se llevó a cabo el Domingo de Cristo Rey, a la conclusión de las segundas vísperas celebradas en la Capilla de San Pedro Chanel, Domus Australia (Roma), por S. E. Mons. Guido Pozzo, Secretario de la Pontificia Comisión Ecclesia Dei, y seguido por el canto del Tota Pulchra es Maria, interpretado por el coro Cantus Magnus.

JUNTA DIRECTIVA FIUV 2015

En los próximos días daremos cuenta con más detalle en nuestra web de lo acontencido.

SEVILLA: MISA CANTADA CRISTO REY DOMINGO 25 OCTUBRE

ESCUDO UVS COLORNos complace informarles que, el Domingo 25 de octubre, Festividad de Cristo Rey, –D.m.- a las 10:30 horas, en el Oratorio de la Escuela de Cristo de Sevilla, la Santa Misa según el Rito Romano tradicional será oficiada de forma cantada. Será interpretado el propio y la Misa de Angelis en sus melodías gregorianas.

El sacerdote oficiante será nuestro Capellán, el Rvdo. P. Pablo Díez Herrera, y la Misa será servida por los miembros de nuestra Escuela de Acólitos, Servite Domino.

ROMA: IV PEREGRINACIÓN INTERNACIONAL SUMMORUM PONTIFICUM

Peregrinacion Summorum Pontificum«Organizada por el Coetus Internationalis Summorum Pontificum (CISP), la cuarta peregrinación internacional del pueblo Summorum Pontificum a Roma (1) se realizará del 22 al domingo 25 de octubre de 2015. Aunque todavía se ignora el nombre del celebrante en la basílica de San Pedro, dado que el cardenal Caffarra, a quien se había contactado, ha sido convocado nuevamente por el papa Francisco como padre sinodal (2).

Entre los aspectos notables del programa (puede consultarse pinchando aquí), señalemos, en el plano espiritual, la devoción a San Felipe Neri, patrón de la peregrinación, de quien se celebran los 500 años del nacimiento, y a Nuestra Señora de Fátima, una réplica de cuya imagen guiará a los peregrinos hacia San Pedro en la procesión solemne del sábado 24 de octubre. Por el momento, se sabe que celebrarán Mons. Laise, obispo emérito argentino, capuchino, actualmente retirado en San Giovanni Rotondo, Mons. Pozzo, secretario de la Comisión Ecclesia Dei y dom Pateau, abad de Fontgombault. El punto más destacado del valioso programa musical será la misa a 4 coros «H4» de Marc-Antoine Charpentier que cantará la Schola Sainte Cécile el viernes 23 de octubre en la iglesia Santa Maria in Campitelli. Sin duda, es la primera vez en varias décadas que esta pieza, compuesta en Roma por el músico francés, se interpreta en una celebración litúrgica. La polifonía tendrá un lugar sobresaliente, puesto que el domingo 25 de octubre, para la fiesta de Cristo Rey, el coro Cantus Magnus dirigido por Matthew Schellhorn propondrá la misa para cinco voces de William Byrd. Las hermanas franciscanas de la Inmaculada estarán igualmente presentes, en particular en la procesión del sábado 24, así como una nueva comunidad, la Familia de la Inmaculada Mediadora de todas las gracias y de San Francisco. Cabe indicar que el clero presente en la peregrinación se reunirá con el padre Serge-Marie Bonino, dominico marsellés, decano de la facultad de filosofía de la Pontificia Universidad Santo Tomás de Aquino (el Angelicum), para una charla sobre la actualidad del tomismo en la formación sacerdotal.

Subrayemos, finalmente, la complementariedad que se bosqueja entre la peregrinación y otras importantes actividades del mundo tradicional, empezando por la asamblea general de la Federación Internacional Una Voce (FIUV). Esta reunión bianual se realiza, a partir de ahora, al mismo tiempo que la peregrinación Summorum Pontificum, lo que permite a los delegados de la FIUV participar en esta última, a la vez que los peregrinos pueden asociarse a las ceremonias litúrgicas organizadas por la FIUV (vísperas el sábado y el domingo y misa el lunes por la mañana), y asistir a la conferencia pública del domingo por la tarde.

Señalemos, por último, dos iniciativas independientes para los peregrinos de lengua italiana y de lengua inglesa, que se desarrollarán el sábado por la tarde en el auditorio de la Pontificia Universidad Patrística (es decir, justo a la salida de la columnata de Bernini): la presentación de la edición italiana del libro de Mons. Laise sobre la comunión en la mano. (3), edición revisada y aumentada con un prefacio de Mons. Schneider (ediciones Cantagalli), y a continuación, una conferencia sobre la defensa de la Fe y la familia a cargo del presidente de los abogados católicos de Estados Unidos, Christopher Ferrara, los periodistas y militantes pro vida, Antonio Brandi (Italia) y John Vennari (EEUU) y Susan Pearson».

«Las oraciones de los peregrinos se elevarán a la Sagrada Familia de Nazaret por el éxito del Sínodo de la familia que concluirá al mismo tiempo». (Comunicado del CISP del 14 de septiembre de 2015)

(1) La participación en la peregrinación es libre, debiendo cada peregrino encontrar alojamiento en Roma.
(2) El sínodo, que comienza el 4 de octubre, terminará el domingo 25 de octubre, al mismo tiempo que la peregrinación Summorum Pontificum.
(3) En 1996, cuando la Conferencia Episcopal Argentina decidió adoptar la comunión en la mano, Mons. Laise, obispo de San Luis, obtuvo de Roma la facultad de continuar distribuyendo la comunión según el modo tradicional, de rodillas y en la boca, en su diócesis. Veinte años después, sus sucesores han mantenido esta santa práctica.

Fuente: PAIX LITURGIQUE